Diciembre 5, 2024

Pentágono priorizará misiones subversivas en próximos años

El anuncio de que el Pentágono reducirá los fondos para los servicios armados estadounidenses subraya que la Casa Blanca canalizará en 2015 una significativa cantidad de fondos para las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE).

 

De acuerdo con la iniciativa anunciada este lunes por el secretario de Defensa, Charles Hagel, disminuirán las asignaciones para las fuerzas armadas norteamericanas, pero sin afectar los elementos esenciales para su presencia militar en ultramar ni sus posibilidades de intervenir en otros países.

Esta prioridad corrobora la reciente denuncia del presidente cubano, Raúl Castro, durante la clausura del Congreso de la Central de Trabajadores de Cuba, al condenar los sucesos de violencia de la ultraderecha en Venezuela y la sublevación en Ucrania contra el presidente Viktor Yanukovich.

El dirigente de la isla caribeña señaló que estos hechos “confirman que dondequiera que haya un gobierno que no convenga a los intereses de los círculos del poder en Estados Unidos y algunos de sus aliados europeos se convierte en blanco de las campañas subversivas.

“Ahora usan nuevos métodos de desgaste más sutiles y enmascarados, sin renunciar a la violencia, (…) quien tenga dudas al respecto lo invito a hojear la Circular de entrenamiento 18-01 de las Fuerzas de Operaciones Especiales norteamericanas, publicada en noviembre de 2010, bajo el título “La Guerra no Convencional” (GNC).

La TC-18-01, como lo codifican en la serie de publicaciones del Pentágono, es un texto de unas 180 páginas que aborda los métodos de trabajo de estas unidades élites, como los Rangers, las Fuerzas Delta y sus similares, en las misiones de carácter subversivo que cumplen en países foráneos.

El texto define la GNC como “el conjunto de actividades dirigidas a posibilitar el desarrollo de un movimiento de resistencia o insurgencia, para coaccionar, alterar o derrocar a un gobierno, o a tomar el poder mediante el empleo de una fuerza guerrillera, auxiliar y clandestina en un territorio enemigo”.

De acuerdo con el documento, las actividades del gobierno norteamericano en este tipo de lucha están dirigidas a explotar las vulnerabilidades psicológicas, económicas, militares y políticas de un país adversario, para desarrollar y sostener las fuerzas de la resistencia y cumplir los objetivos estratégicos de Estados Unidos.

El documento reconoce que esta modalidad de lucha “es un esfuerzo inherente de las agencias del Gobierno, con un alcance que excede las capacidades del Departamento de Defensa”, de ahí que el Ejecutivo estadounidense involucra en las acciones subversivas a la Comunidad de Inteligencia y organismos afines como elementos claves.

Entre las tareas que cumplen las FOE en estos escenarios está la capacitación de los movimientos subversivos, como lo hacen en Siria con las bandas armadas que actúan contra el gobierno de Damasco, o en el estímulo de acciones violentas al estilo de las que tienen lugar actualmente en Venezuela contra la Revolución Bolivariana.

En este sentido, en uno de sus acápites, la TC-18-01 destaca la necesidad de propagar informaciones que “incrementen la insatisfacción de la población (…) y presenten a la resistencia como una alternativa viable”.

El documento pone incluso como ejemplos de estas acciones las que tuvieron lugar durante el golpe de estado contra el presidente Jacobo Arbenz en Guatemala en 1954, Cuba entre 1961 y 1964 y en la Nicaragua de la década de los años 80.

Pero estos son solo algunos de los elementos que se abordan en este texto, preparado para de cierta forma “normar” las misiones subversivas que cumplen los elementos que integran las FOE en los servicios armados de Estados Unidos, en interés de los planes subversivos del gobierno de esa nación a nivel global.

En este sentido, como expresión de las actuales tendencias en este campo, el secretario asistente de Defensa para operaciones especiales y conflictos de baja intensidad, Michael D. Lumpkin, señaló el 12 de febrero pasado que las FOE están actualmente bajo un proceso de transición y tendrán un rol cada vez más importante en el futuro.

Lumpkin señaló que es hora de “ampliar nuestro alcance y desplegar nuestras fuerzas y energías en una manera más consistente con las realidades económicas y geopolíticas actuales”.

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