El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, convocó a los líderes de las dos cámaras del Congreso a realizar un último intento de diálogo este sábado sobre la deuda y criticó a los republicanos por no aceptar un “pacto extraordinariamente justo” durante la mesa de negociaciones establecidas entre la Casa Blanca y el líder republicano, John Boenner, confirmó la corresponsal de teleSUR en ese país, Aurora Sampeiro.
La periodista aseveró que ante esta situación, EE.UU. corre el riesgo por primera vez en la historia de caer en cesación de pagos, por lo que habrían compromisos que no podrían asumir.
Durante una rueda de prensa ofrecida este viernes, Obama aseguró que unos 70 mil cheques que dependen del Gobierno Federal “quedarían en el limbo”.
En este sentido, resaltó que poner control a la deuda y al déficit es crucial tanto para demócratas como para republicanos.
“Yo estoy dispuesto a tratar de persuadir el liderazgo demócrata y a los miembros del Congreso, incluso un acuerdo que no esté en los términos que me gustarían, pero es mejor tener un acuerdo”.
Este llamado se produce después de que el líder opositor, John Boehner, dio por terminadas las conversaciones con la Casa Blanca sobre su propuesta por el aumento del techo del déficit fiscal para evitar una crisis económica.
El titular de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, anunció que su partido se retiraba de las negociaciones con la administración demócrata para encontrar una solución al problema de la deuda estadounidense. Señaló que, a partir de ahora, trabajará con el Senado para alcanzar un acuerdo.
Ante este fracaso, Obama calificó como “irresponsable” al Senado por retrasar una decisión económica que afectará a todo el país.
“No puedo creer que el Congreso sea tan irresponsable que no pueda preparar un programa que evite un golpe a la economía, en un momento como este”, dijo el mandatario.
“Pienso que el señor Boehner ha tenido dificultades con su partido. Algunos piensan que un colpaso de la economía es aceptable y se oponen de manera tajante a cualquier incremento en el nivel de endeudamiento y se atan a posturas políticas”, advirtió Barack Obama.
Recordó que “el plan bondadoso” que hace la Casa Blanca busca recortar sustancialmente la deuda sin incrementar las tasas impositivas. En contraste, los republicanos defienden un paquete basado en recortes a los programas sociales (de cuidados médicos, de atención a las personas con discapacidad), sin generar ingresos y “sin pedirle nada a los sectores más acaudalados del país”.
Obama asumió que llegar a un acuerdo antes del 1 de agosto no será fácil porque hay sectores que no ceden ante sus posiciones políticas.
“No vamos a seguir estirando este problema, para seguir discutiendo ocho meses o nueve meses. Si el Congreso y, en particular, la Cámara de Representes no actúa, tenemos que asegurarnos. Es importante que el Congreso asuma reponsabilidades. Porque quiero repetir: no me interesa el intercambio de acusaciones, quiero que se vean los hechos”, sentenció.
Reiteró la necesidad de poner orden a la tasa fiscal para poder continuar haciendo inversiones necesarias en infraestructura, educación, desarrollo tecnológico y científico.
“Es más fácil hacer esto si tenemos las arcas fiscales en orden. Estoy dispuesto a tomar decisiones difíciles con el liderazgo demócrata”, concluyó.
Washington sólo cuenta con nueve días para caer en una cesación de pagos.
Hace dos días, la Cámara de Representantes de Estados Unidos (EE.UU.) aprobó por mayoría una medida republicana que aumentaría el límite de la deuda nacional en 2,4 billones de dólares, para la que exigen mayores recortes fiscales.
El proyecto de Ley para “cortar, controlar y limitar” fue aprobado con 234 votos contra 190. “Era ante todo simbólica y tenía el objetivo de mostrar la influencia de los republicanos y desafiar al presidente, Barack Obama, quien ha amenazado con vetarla”, reseñó una agencia de noticias.
Ésta condiciona el aumento del límite de la deuda a una enmienda constitucional para exigir un presupuesto equilibrado. El tope de la deuda está fijado en 14,3 billones de dólares, monto que fue alcanzado en mayo pasado.
Adicionalmente, el proyecto contempla “limitar” los gastos federales a alrededor de un 18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
El lunes pasado Obama advirtió que de aprobarse esta propuesta en la Cámara Baja, entonces ejercería su derecho al veto.
Más temprano parecía que encontrarían una salida inmediata a la crisis, a través una propuesta presentada por el denominado “el grupo de los seis”, integrado por tres demócratas y tres repúblicanos. Ésta fue presentada a puertas cerradas y respaldada por Obama.
Según agencias de noticias, contemplaba la reducción del gasto público entre 3,6 y 3,7 billones de dólares en 10 años, además de generar modificaciones a programas sociales.
“La iniciativa incluiría también un incremento de los ingresos del Estado federal sin aumentar los impuestos -medida a la que los republicanos se oponen radicalmente- sino reformando el sistema fiscal”, añadió la nota.