Ciudad Juárez.- En entrevista con Clarín.cl José Rayas, cofundador de la ONG Justicia para Nuestras Hijas, habla del secuestro y asesinato de su hija Viviana Rayas: “El caso de mi hija no se ha aclarado, llevo 8 años exigiendo Justicia y nada, el expediente está en blanco, inculparon a dos jóvenes –que confesaron bajo tortura el secuestro y asesinato-, pero los dejaron en libertad ante la falta de pruebas y la tortura cometida por la policía; las autoridades de Chihuahua se niegan a ayudarnos o a recibirnos para ver los avances de la investigación. A cada rato cambian de funcionarios en la fiscalía y dicen que la nueva administración comenzará a integrar el expediente”.
MC.- Don José, ¿qué significó para ustedes la Caravana del Consuelo a Ciudad Juárez?, lo pregunto porque la ONG “Justicia para Nuestras Hijas” impulsó a Javier Sicilia para que viajara por tierra y no en avión…
JR.- Fue una petición que le hicieron las mamás de Ciudad Juárez a Javier Sicilia, yo fungí como portavoz de la ONG ante el poeta, porque soy cofundador de Justicia para Nuestras Hijas. En lo personal alegró mi día saber que Javier Sicilia aceptó viajar por tierra y en Caravana al norte del país; nosotros lo acompañamos en la Marcha del Silencio –de Cuernavaca a la Ciudad de México- y una delegación de nuestra ONG lo fue a buscar a Cuernavaca para hacerle saber al poeta que era bienvenido en Ciudad Juárez y en el resto del Estado de Chihuahua, Sicilia es nuestro hermano, vamos a luchar juntos por la Paz con Justicia y Dignidad.
MC.- ¿Cuándo fundaron la ONG Justicia para Nuestras Hijas?
JR.- Surgió el año 2003, durante los años 2000 a 2003 se incrementaron las desapariciones de niñas entre 14 y 17 años, llegamos a la conclusión de que teníamos que organizarnos para darle fuerza a nuestro reclamo de Justicia ante los Ministerios Públicos (fiscalías) y obligar a los jueces a trabajar más en el esclarecimiento de los feminicidios y desapariciones forzadas en Ciudad Juárez y Chihuahua.
MC.- ¿Cómo se articula el trabajo de “Justicia para Nuestras Hijas” con las redes de defensa de los derechos humanos en el norte de México?
JR.- Estamos hermanados con otras organizaciones, nos une un fin común: Juicio y Castigo a los culpables de las desapariciones forzadas y de los feminicidios. Nuestra ONG sólo trabaja con las familias de las jovencitas y mujeres asesinadas o desaparecidas, pero si en el crimen también hay varones asesinados o secuestrados ayudamos en las investigaciones, en las denuncias ante la opinión pública y como enlace ante los medios de comunicación.
MC.- ¿Cuántas organizaciones integran la Red de Derechos Humanos del norte de México?
JR.- Diez organizaciones: Justicia para Nuestras Hijas; Centro de Derechos Humanos Paso del Norte; Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM); Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos (COSYDDH-AC); Centro de Derechos Humanos Agustín Churruca; Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (CADH-AC); Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Coahuila (FUNDEC); Centro Diocesano de Derechos Humanos Fray Juan de Larios (CDDH-Saltillo); Asociación Ciudadana contra la Impunidad; y el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi.
MC.- Un eje de la convocatoria de Javier Sicilia consiste en recuperar los nombres e historias de las víctimas; ustedes van más allá en sus pancartas…
JR.- Nosotros venimos haciendo estas pancartas desde años atrás; no son fichas técnicas con datos básicos, sino que incluimos una lista con la música que le gustaba a cada una de nuestras hijas, su comida favorita, sus sueños, su descripción de forma tierna, quisimos quitarle la violencia a nuestras pancartas y enseñar lo mejor de nuestras hijas.
MC.- ¿Cuándo desapareció su hija Viviana?
JR.- Desapareció el domingo 16 de marzo de 2003, a las 5:30 de la tarde; Viviana tenía 16 años, estudiaba en el Colegio Bachilleres de Chihuahua, ese día fue al Parque Lerdo para hacer la tarea, sus amigas de la escuela la acompañaron a buscar el autobús de regreso a casa. El cuerpo de mi hija fue encontrado tres meses después , en una carretera al sur de Chihuahua.
MC.- ¿Qué avances presentó la autoridad en la averiguación previa de la desaparición y asesinato de su hija Viviana?
JR.- El caso de mi hija no se ha aclarado, llevo 8 años exigiendo Justicia y nada, el expediente está en blanco, inculparon a dos jóvenes –que confesaron bajo tortura el secuestro y asesinato-, pero los dejaron en libertad ante la falta de pruebas y la tortura cometida por la policía; las autoridades de Chihuahua se niegan a ayudarnos o a recibirnos para ver los avances de la investigación. A cada rato cambian de funcionarios en la fiscalía y dicen que la nueva administración comenzará a integrar el expediente.
MC.- ¿Cómo reacciona la autoridad local ante el reclamo de la ONG Justicia para Nuestras Hijas?
JR.- Se molestan los señores de la Procuraduría de Justicia del Estado, porque nosotros les pedimos que hagan su trabajo; no les gusta escuchar cuando decimos que dentro de las instituciones hay corrupción y que entre las filas de las corporaciones policíacas está la complicidad con los criminales. Desafortunadamente por la corrupción y complicidad del Estado con el crimen organizado no hay soluciones y siguen violentando a las familias.
MC.- ¿Comparten la lectura del incremento de los crímenes y la violencia ante la presencia del Ejército y la Policía Federal?
JR.- Sí, porque dentro de la “enseñanza militar” cumples o cumples, es una orden en tiempos de guerra, cuando les dan la instrucción de reprimir la acatan, cuando no te detienes en un retén te disparan, cuando los militares patrullan las calles y arrestan a cualquier sospechoso los ciudadanos quedamos en el limbo jurídico de una guerra.
MC.-El 9 de junio, Javier Sicilia instaló una placa en memoria de Marisela Escobedo, asesinada en la calle del Palacio de gobierno de Chihuahua, ¿cuál es el grado de indefensión de los defensores de derechos humanos en Chihuahua?
JR.- El hecho de que Emilio Álvarez Icaza (Ombudsman del Distrito Federal 2001-2009) nos acompañó durante la Caravana fue un mensaje para otros dirigentes de las Comisiones Estatales de Derechos Humanos, en el sentido de que deben cumplir con su responsabilidad; algunos dirigentes de las Comisiones Estatales de Derechos Humanos nos hacen sentir victimarios, en lugar de víctimas. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) tiene que hacer bien su trabajo y poner el ejemplo a las Comisiones Estatales, hacen falta funcionarios sensibles, capaces de sentir empatía ante nuestro dolor, porque si los funcionarios del Estado responsables de hacer respetar los Derechos Humanos son políticos de carrera la cosa se pondrá peor.
MC.- Finalmente, ¿cómo evaluaron la Caravana desde la ONG Justicia para Nuestras Hijas?
JR.- Fue un balance positivo, desde que comenzamos el contacto con Javier Sicilia en Cuernavaca se ha vuelto a visibilizar la trágica realidad del norte de México. Antes de ir en la Caravana el futuro era incierto, pero al recorrer el país vimos la solidaridad de la ciudadanía, además salieron las víctimas a denunciar lo que por miedo callaban, es importante dar la cara y recuperar la valentía ciudadana.