Septiembre 24, 2024

El Planeta Tierra en el año 2018: un probable escenario*

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marines_irakEstamos a mediados del año 2018 y gran parte del planeta está siendo asolado y destruido por una guerra mundial de baja intensidad. La civilización anglosajona está en guerra con una coalición de civilizaciones que incluye las civilizaciones  islámica, ortodoxa, sínica, africana y latinoamericana.

 

 

 

La superioridad numérica de la coalición de civilizaciones está determinando que los anglosajones estén perdiendo esta guerra. Los anglosajones (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda) en alianza con Israel, tienen tropas luchando en el medio oriente, el suroeste de Asia, Asia central, África y América Latina.

 

El principal objetivo de esta tercera guerra mundial de baja intensidad es el petróleo. Esta guerra ha sido clasificada como de baja intensidad, pues la inmensa mayoría de las batallas son combates antiguerrilleros y lucha convencional indirecta entre las potencias beligerantes. Los anglos no pueden utilizar sus armas nucleares, ya que estas también están en poder de rusos, chinos, hindúes, pakistaníes, iraníes y coreanos del norte. El objetivo principal de esta tercera guerra mundial es la conquista y explotación de la riqueza petrolera del tercer mundo. Esta no ha sido una guerra de selección para los anglos, ella ha sido impuesta por la necesidad vital que tiene esta civilización de utilizar petróleo barato y accesible.Ò Sin petróleo barato, la civilización anglosajona decae y muere.

 

La guerra se inició a comienzos del siglo 21, cuando los anglos invadieron Afganistán e Irak, poco después del 11 de septiembre del año 2001. Ella se intensificó cuando la guerra se extendió a Pakistán en el año 2010 y luego al norte de África en el año 2011, cuando Libia Argelia, Siria y Sudán fueron también agredidos. Posteriormente la agresión  anglosajona se extendió entre el año 2013 y el 2016 a la península arábica, Nigeria, Irán, el Asia central y Venezuela. En todos estos territorios tercermundistas, los anglos lograron apoderarse de los yacimientos petroleros. No obstante, ellos fueron enfrentados en forma robusta y contundente por bien organizadas fuerzas nacionalistas. Esta estrategia obligó a los invasores a adoptar posiciones defensivas y ello les impidió utilizar las nuevas riquezas y recursos conquistados. En todos estos países las tropas anglosajonas sólo lograron controlar las capitales, pero la inmensa mayoría del territorio cayó bajo el control de las fuerzas anti imperialistas.

           

Las tropas guerrilleras de los países invadidos, son apoyadas vigorosamente por China y Rusia. También otras potencias, tales como India, Turquía, Sudáfrica e Indonesia colaboran activamente en esta contienda anti imperialista. Naturalmente el conflicto bélico global ha acabado con la globalización económica iniciada en 1980. El proteccionismo reina supremo y todas las economías involucradas son autárquicas y están en pie de guerra. Europa y Japón han declarado su neutralidad. La inmensa mayoría de los países latinoamericanos están apoyando vigorosamente la lucha guerrillera que se desarrolla en Venezuela, Colombia y Ecuador. Las pocas tropas disponibles y la poca población de apoyo (los anglosajones conforman menos del 5% de la población mundial), está determinando que a pesar de su superioridad tecnológica, los anglos están lenta pero inexorablemente, perdiendo la guerra. Es  probable que en pocos años más, el mundo vea con asombro el fin de 500 años de dominación occidental del planeta.

 

*Resumen

**

 

Ph.D.

Cientista Político

Puerto Montt, mayo de 2011

 



Ò Cuando el galón de gasolina sobrepasó los 6 dólares en las bombas de distribución, los anglo se dieron cuenta que la única forma de sobrevivir, o sea salvar su economía, su industria y su alto estándar de vida era destruyendo la OPEC y apoderándose de la riqueza petrolera del tercer mundo. El precio de la gasolina llegó a este alto nivel debido a dos factores importantes. Primero el alto consumo y demanda por parte de India, Japón, tigres asiáticos y particularmente China. Y en segundo lugar, la fuerte contracción de la oferta de petróleo creada por las altísimas turbulencias políticas provocadas por la revolución árabe, iniciada en enero de 2011.

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