Noviembre 4, 2024

Confesiones de un UDI: “Él está mal del coco”

Debo decirlo.Todos se enteran. El nuevo Presidente reitera sus gags y sus tics, sus salidas impertinentes, sus frecuentes lapsus históricos y de observación de la realidad, y su trato grosero con el sexo femenino y con su propia mujer. Más encima está cayendo en lo que podríamos llamar “peligrosos lapsus ideológicos”.

 

“¡Saluda!” le mandó a su esposa al empezar a descender la escalinata central del Congreso el 11 de marzo, recién jurado y con el brazo en alto, antes que se le cayera la piocha. ¡Saluda! A lo que Cecilia obedeció aparentemente sumisa y con una sonrisa exigida para la foto. ¡Pobre mujer! Era una continuidad con el “Córrete p’allá”.

Yo estaba a diez metros, lo vi y lo escuché. A sus costados descendían  Maya Fernández y Carlos Montes. Increíble. La Fernández es hija de un cubano y de Beatriz Allende, suicidada en Cuba, y nieta de Allende. Montes fue, hace un tiempo ya, detenido y torturado por la gente del Mamo. Lo que ha sido la vida. Ni ahora que ganamos lejos podemos dejar atrás la presencia del allendismo que destruimos en 1973…hace 45 años.

 

El Sr.Piñera no sólo cae, y caerá, como lo ha dicho él mismo, en lo que su primo, el director de The Clinic, llama “piñericosas”, sino que repetirá sus permanentes y ridículos yerros y sus normales contradicciones incluso en una misma entrevista y en una misma frase.

Tiene, ahora, además, graves lapsus ideológicos.

Ha anunciado llevar adelante políticas a las que siempre él y nosotros nos opusimos porque siempre representaron, finalmente, la ideología de los comunistas, eso que ahora llaman progresismo.

Ahora, ¡oh sorpresa!, de él y su Ministro de Educación:”la gratuidad de la educación llegó para quedarse” y le echarán para adelante, junto incluso con el Frente Amplio. Textual. La DC dice que nada con el Frente Amplio pero Piñera y su ministro señalan que remarán muy juntos. ¿Qué razón puede haber para este repentino cambio ideológico?

 

 

 

 

Temo, tememos, que el nuevo Presidente esté afectado por un mal del que sufre alguna gente desde niño y que, de mantenerse, suele dañar con gravedad en torno a los 70 años de edad, especialmente a personas tensas, muy atareadas y autoritarias.

 

El Síndrome de Tourette.

 

Ese trastorno neurológico, según la ciencia médica está caracterizado por movimientos repetitivos estereotipados e involuntarios. Se vienen encima gags, tics, movidas incontrolables de hombros, de cuello, de cabeza, salidas de madre, errores garrafales para el normal de las personas y cambios abruptos de temperamento y, en los extremos, creo, de pensamiento ideológico. A ello suelen sumarse síntomas de coprolalia y groserías antifemeninas, según los científicos.

Piñera cumplirá 69 años en este 2018 y entrará a los 70. Empieza a estar viejo.

Los últimos síntomas de Piñera no obedecen, entonces, ni a comunes lapsus ni a una postura oportunista (como esa de Bachelet de legislar lo que la calle mandaba, de mandar a última hora una nueva Constitución o intentar cerrar el último día Punta Peuco) sino a una cuestión más grave: la muestra evidente de un estado mental muy preocupante y peligroso, más en un Jefe de Estado.

No hay más que ver sus primeras acciones recién electo.

Hace poco tiempo su fortuna alcanzaba, según él, a los 800 millones de dólares. Hoy la fija en 1.170 millones de dólares, administrables por sus amigos. Y Forbes, estudiosa y seria institución mundial, la fija en 2.800 millones de dólares, o sea un millón seiscientos ochenta mil millones de pesos. ¿Cuánto tiene? ¿Cómo explicamos esa cantidad y esas contradicciones?

Ahora, además, propone “Cinco grandes tareas nacionales” con la oposición, esa que integran la Nueva Mayoría, el Frente Amplio y la DC, esa oposición que, de inmediato y como un bofetón nos dejó fuera de las mesas del Senado y la Cámara de Diputados y de todas las comisiones de ambas cámaras. El espíritu bacheletista no se ha disipado y la vocación dinamitera del Frente Amplio tampoco.

¿Van a aceptar ellos nuestras visiones ideológicas sobre seguridad ciudadana, infancia, salud, pobreza y rebelión mapuche (que incluye terrorismo) además de educación e identidad de género.

Siempre dijimos que la educación era un bien de consumo, que no puede ser gratuito, y siempre dijimos que el matrimonio era y es entre un hombre y una mujer.¿Se le olvidó al Presidente? ¿Y por qué? ¿Cómo hemos llegado a lo otro ? No me lo explico sino porque se ha caído en lo que los expertos médicos llaman El Síndrome de Tourette.

El Cardenal Medina declaró el 11 de marzo: “La Señora Bachelet hizo todo el mal que pudo”.

Si una Eminencia de la Iglesia Católica señala públicamente eso ¿por qué Piñera quiere continuar la política de Bachelet en materias tan relevantes o hacer sólo cambios “artesanales”, como los ha llamado el nuevo gobierno? ¡Seamos serios, como dijo Lagos!

Después de haber sostenido toda la vida toda, como nosotros, que la educación es un bien de consumo y que “nada es gratis” ¡qué lo lleva a hacer lo que está haciendo sino un evidente mal del coco? 

 

 

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