La leyenda del blues B.B. King, conocido por su punteo corto de guitarra y por haber inspirado a generaciones de músicos durante su larga carrera, murió a los 89 años este jueves, según informó su hija.
Patty King confirmó el viernes que su padre había muerto el jueves por la noche.
El legendario guitarrista, que ofreció conciertos hasta el año pasado, informó el 1 de mayo en un comunicado que estaba recibiendo cuidados paliativos en su casa de Las Vegas. La noticia de la muerte de King provocó un despliegue de homenajes de músicos de todas las generaciones, que consideraban a King como un artista de gran influencia.
Nacido en una familia pobre de Mississipi como Riley B. King, la futura leyenda aprendió a tocar una guitarra que le dio el propietario de unas plantaciones cuando tenía 12 años.
King aprendió a dominar el instrumento y más tarde bautizó su guitarra con el nombre de Lucille.
Actuó en 1968 en la sala de conciertos Fillmore West de San Francisco, un paraíso para los hippies, y un año después alternó con los Rolling Stones en 18 conciertos en Estados Unidos.
En 2003, la revista Rolling Stone afirmó que era el tercer guitarrista más importante de la historia después de Jimi Hendrix y Duane Allman y por delante de Eric Clapton.
Su estilo no se centraba en la velocidad o en acordes amplios, sino en notas sostenidas y bien escogidas.
King llegó a ofrecer más de 300 conciertos al año. A pesar de padecer diabetes crónica en las últimas dos décadas, hasta hace muy poco mantuvo un calendario de giras que cansaría a músicos mucho más jóvenes que él.