Por 53 votos a favor y 13 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de resolución N° 123, que solicita a la Presidenta de la República modificar los Decretos 404 y 405 del Ministerio de Salud y el Decreto 867 del Ministerio del Interior, a fin de facilitar el acceso a tratamientos y medicamentos derivados de la especie vegetal Cannabis sativa.
La iniciativa fue presentada por los diputados DC Matías Walker, Víctor Torres, Pablo Lorenzini, Iván Flores, Aldo Cornejo, Fuad Chahin, Juan Moreno y Gabriel Silber; la RNMarcela Sabat y el PRSD Alberto Robles.
Los citados decretos regulan el consumo de estupefacientes y sustancias sicotrópicas. En el caso de los instrumentos legales del Ministerio de Salud, los parlamentarios postulan una modificación para que se incorpore a la cannabis en tratamientos médicos, habilitando en Chile los medicamentos que contengan componentes activos de la cannabis, como el THC; permitir la venta a través de farmacias luego de ser autorizados por el Instituto de Salud Pública y la inclusión de esta especie en el registro de plantas medicinales y la posibilidad de regular su cultivo de manera personal y colectiva.
En el caso del decreto del Ministerio del Interior, se plantea utilizar una clasificación de las drogas que dependa de criterios científicos y no de la mera voluntad del Poder Ejecutivo; cambiar a la cannabis y derivados de la lista 1 de peligrosidad de las drogas y crear una nueva institucionalidad que se base en información técnica para generar políticas públicas de clasificación y prevención del consumo de estas sustancias.
“No podemos cerrar los ojos ante una realidad patente, que es el que hoy día en Chile, la cannabis se utiliza para fines terapéuticos, estando obligados los consumidores medicinales a recurrir a fines ilícitos para poder proveerse de dicha sustancia”, indican los legisladores.
Agregan que “lo anterior solo fomenta un mercado ilegal donde los traficantes ganan grandes sumas de dinero derivadas de este negocio, con todo lo negativo que esto conlleva; poblaciones tomadas por bandas de narcos, violencia y alteración de la calidad de la cannabis debido a que se le adhieren sustancias nocivas y que en caso de que la cultiven con esos fines quedan en la primera línea de la denominada guerra a las drogas al desconocerle cualquier propiedad medicinal”.