El senador del MAS Alejandro Navarro acusó al exsenador del PS Camilo Escalona de querer volver a la política de los acuerdos y de intentar “poner freno al proceso de cambios profundos impulsado por la Presidenta Bachelet”. Ante las declaraciones que Escalona hiciera a El Mercurio el sábado pasado, Navarro dijo que “no hay excusa posible para renunciar al programa comprometido. La Nueva Mayoría traicionaría su esencia si ello ocurriera”.
Navarro dijo que “los ciudadanos, los trabajadores y trabajadoras no quieren más de lo mismo o mucho peor, menos de lo mismo. Hay que considerar que la Concertación fue derrotada la vez pasada por el abuso de la política de los acuerdos y por el incumplimiento de cambios reales prometidos; a lo que se sumó un discurso agresivo de cambio en la campaña presidencial de Sebastián Piñera. Y si la Nueva Mayoría triunfó con amplio apoyo, fue precisamente, por el compromiso de hacer cambios profundos en Chile, impulsados hoy por nuestra presidenta, Michelle Bachelet”
Expresó que “Escalona se equivoca nuevamente, pues al intentar conducir al conglomerado oficialista a retomar la política de los acuerdos, pues eso es no leer adecuadamente el mensaje que la ciudadanía entregó en diciembre de 2013. Allí hubo una directa, clara y concreta manifestación y un mandato ciudadano por grandes cambios, ante la desigualdad y el abuso de unos pocos en contra de los muchos en Chile”.
El legislador agregó que “intentar poner freno a ese proceso es una insensatez política y una miopía histórica. En resumen, Escalona no aprendió de sus derrotas en Puerto Montt y Concepción”, añadiendo que “mantener el prisma de los 90 y del 2000, es sentirse cómodo con el pasado. Es la amenaza del caos y de la crisis política antes los cambios profundos la que mantuvo el duopolio de la Concertación y la derecha. La que mantuvo el viejo eje DC-PS como los salvadores de la institucionalidad y a vida republicana. Allí está el hábitat de la política de la vieja Concertación y de la vieja derecha que queremos superar con la Nueva Mayoría”.
Navarro expresó que “el llamado de la derecha y de algunos integrantes de la Nueva Mayoría no encaja con nuestro compromiso hacia los ciudadanos. Les dijimos dennos poder, dennos mayoría en el Parlamento, solo así haremos los cambios que aun no hemos podido hacer. Y los ciudadanos nos dieron mayoría en el Parlamento, tanto en la Cámara de Diputados, como en el Senado”.
El parlamentario dijo no comprender a Escalona “hoy exaltado a nivel de ‘mesías’ cuando ayer era el ‘demonio’ para la derecha económica y política del país”, agregando que “tampoco he podido aún explicarme qué llevo a Escalona a la región del Biobío a competir. Era claro que con él perderíamos el doblaje. Creo que se equivocó. Como se equivoca nuevamente hoy. Espero que la Nueva Mayoría sea conducida por sus actuales timoneles y la opinión de Escalona, sea eso sólo: una legítima pero políticamente errada opinión”.
El senador manifestó que “la derecha económica ante la inminencia del cambio tributario se repliega hacia la política de los acuerdos. Mal que mal con ella mantuvo a raya una reforma como esta durante 24 años. Nada mejor que hacerlo no por su mano sino tomar la de su propio adversario. La derecha demuestra una habilidad en esta materia a la que hay que poner atención. Y cuando la Reforma Tributaria, piedra angular del programa de Bachelet, propone que el 1% más rico aporte 7 mil millones de dólares, está claro que se resistirá”.
Historia agotada de la política de los acuerdos
El presidente del MAS, recordó que “la política de los acuerdos tuvo su tiempo y circunstancia, con los ministros Boeninger y Correa a la cabeza. Había senadores designados y la derecha presidía el Senado a medias con la DC. Los quórum eran inalcanzables y no había doblajes en el binominal. No teníamos los votos. No éramos mayoría. Hoy tenemos los votos y somos mayoría. No hay excusa posible”.
Navarro además recordó que ya en elección entre Lagos y Lavín la diferencia fue de 30 mil votos habiendo en Chile 33 mil mesas. Y fue de 486 mil entre Bachelet y Piñera. Había una advertencia. La Concertación estaba agotada irreversiblemente. En 16 años se habían hecho ya todos los acuerdos que eran posibles; claro, los que la derecha permitió o toleró”, como ‘no a la educación gratuita, sí a la selección’, ‘No cambios AFP’, ‘No cambios Laborales’, por nombrar algunos. Y así, perdimos el Gobierno”
Es necesario advertir humildemente todo lo anterior: la gente no votó Concertación votó Nueva Mayoría, no votó por volver a la política de los acuerdos, votó por cambios reales profundos y concretos. Rendirse tan tempranamente sin haber librado ni una sola batalla es una voltereta política. La derecha va a insistir ahora que es minoría en la política de los acuerdos, la misma que impuso cuando fue mayoría en el Congreso. Si la Nueva Mayoría cede a esta presión se convertirá en la Concertación”.