Tras la renuncia de la subsecretaria de Educación en Chile, otras dos autoridades más podrían abdicar antes de que arranque la nueva Admistración.
Falta un mes para que la Michelle Bachelet llegue a la Moneda y la socialista enfrenta una crisis política por los cuestionamientos a las autoridades de su Gobierno y el método utilizado para la selecciones. El conflicto no se detuvo el martes pasado, cuando la economista que había sido nombrada en la subsecretaria de Educación, Claudia Peirano, tuvo que abdicar de su nominación después de ser acusada por el movimiento estudiantil de conflictos de intereses. Dos subsecretarios son cuestionados por faltas graves y en el equipo de emergencia de la próxima Administración se evalúa sus inminentes reemplazos, justamente cuando la presidenta electa y sus colaboradores de confianza se encuentran de vacaciones.
El subsecretario de Agricultura, Hugo Lara, ha debido enfrentar dos querellas judiciales por delitos económicos. El segundo caso ha causado impacto público: el subsecretario de Bienes Nacionales, Miguel Moreno, fue condenado en 2011 por “ofensas al pudor”. El concepto es utilizado en Chile para castigar conductas indebidas y, en este caso, se refiere a la denuncia de una mujer que acusó a este militante del Partido Radical de tocarle los glúteos en el metro de Santiago.
No es la única polémica de los nombramientos del futuro Gobierno, que arranca el 11 de marzo. El periódico La Tercera informó este sábado que dos futuras ministras, las titulares de Cultura y de Desarrollo Social, mantienen deudas con el Estado y no han pagado sus estudios de educación superior. En Chile la educación universitaria no es gratuita y funciona un sistema de Fondo Solidario: “El retorno del crédito permite que otros jóvenes también tengan acceso”, señala un documento del Consejo de Rectores citados por el diario.Claudia Barattini, futura titular de Cultura, reconoció ser una morosa y se justificó señalando que había vivido muchos años fuera de Chile. Como nunca recibió avisos de cobranzas por los cerca de 10.000 dólares que le debe al Estado, explicó, no ha regularizado la situación.
La presidenta electa y sus principales colaboradores se encuentran de vacaciones -en Chile la mayor cantidad de la población descansa en febrero-, y la crisis está siendo administrada por un pequeño equipo liderado por el socialista Mahmud Aleuy, futuro subsecretario del Interior reconocido por su destreza política. El futuro titular de esa cartera, Rodrigo Peñailillo, en quien recayó la responsabilidad de verificar los nombramientos, es de total confianza de la pediatra. El ingeniero de 39 años tampoco se encuentra activo y no ha dado ninguna versión pública sobre la crisis. Este episodio ha desatado críticas públicas y privadas a Bachelet por el método hermético que utilizó para escoger a sus ministros, subsecretarios e intendentes. La socialista no consultó los nombramientos con los partidos de la Nueva Mayoría en una muestra de poder y, con el objetivo de evitar filtraciones, hizo los listados con un pequeño equipo de incondicionales.