Diciembre 3, 2024

La lucha mapuche debe ser anticapitalista

En las actuales circunstancias en que se encuentra el conflicto entre el Estado Chileno y nuestro Pueblo Nación, es necesario seguir analizando el proceso de dominación, para poder dimensionar de la mejor forma posible las contradicciones existentes. Desde nuestra perspectiva éste es un imperativo para ir evaluando las condiciones objetivas y subjetivas y así continuar con nuestro proyecto político y estratégico de liberación, sobre todo en momentos en que las distintas expresiones de lucha Mapuche y las características que adquieren las acciones han vuelto más complejo y difícil el escenario.

 

 

Es necesario entonces, hacer un análisis de las relaciones de dominación que ha sufrido y sufre nuestro Pueblo actualmente. Relaciones injustas que como un entramado conforman lo que se ha denominado el poder de dominación que no sólo afecta a nuestro Pueblo sino al conjunto de los oprimidos de nuestra Sociedad.

 

En este sentido, lo primero que se debe afirmar es que el proceso de reproducción del capital en el Wallmapu – Histórico es el verdadero responsable de la invasión y la ocupación del territorio Mapuche por parte del Estado Nación Chileno. Es a partir de la mal llamada “Pacificación de la Araucanía” en que se impone con fuerza la lógica del capitalismo y que trajo como desgarradora consecuencia la expoliación territorial, base de toda la reproducción social injusta y opresora hacia las comunidades. Más tarde será la imposición de un modelo de expansión capitalista de tipo agro-territorial que causara estragos en la población Mapuche y finalmente el proceso de refundación del sistema en donde la intensificación del modelo agroforestal nos invade hasta la actualidad, cuestión que nos hace concluir que es producto de la reproducción del capital en territorio ancestral la causa de nuestra realidad. Es aquí donde nos interesa resaltar que en estas circunstancias, se impone una situación de permanente continuidad en lo que a acumulación de capital por parte de los poderosos se refiere, los cuales ciertamente, están comprometidos, no solo hoy día, sino desde siempre en la expoliación territorial y explotación de los recursos naturales en el Wallmapu Histórico.

 

La transformación de la territorialidad ancestral Mapuche a una región controlada por Estados Nacionales, cresan las condiciones para que se implante un sistema económico en base a actividades agro productivas con fuertes grados de explotación y depredación indiscriminados, lo que provoca como efecto otras condiciones para la desarticulación de nuestro Pueblo, situación que ocurre hacia el siglo XIX. Esto explica, el hecho histórico, de la ocupación militar definitiva del Territorio Mapuche Ancestral, por parte del Estado Chileno y Argentino.

 

Ahora bien, sobre el proceso de ocupación militar del Wallmapu por parte de dos ejércitos, no haremos mayor referencia, basta señalar que fue un acto de genocidio que tenía como objetivo anexar “los territorio indígenas” a los distintos Estados invasores. La concentración de los Mapuche que sobrevivieron en las denominadas “reducciones” se enmarca en la lógica de un modelo económico que se pretendía para la región, por cierto, un modelo de reproducción del Capital.

 

La guerra de exterminio en la ocupación militar y el reduccionamieto de los mapuche sobrevivientes es la resultante de la imposición del capitalismo en el sur de Chile. Entonces la disminución es una medida de cerco y nuevo despojo que si bien se establece con la ocupación de la Araucanía es posteriormente, que se vuelve necesario casi esencial para las condiciones y reproducción de la acumulación del capital en manos de unos pocos de la oligarquía chilena.

 

Nuestro Pueblo desposeído territorialmente (tierras, ganado, recursos naturales) entra en un proceso progresivo de desestructuración que genera pobreza material y fuertes grados de dependencia para poder sobrevivir. La fragmentación y el sometimiento a través de la violencia permanente obligo a los Mapuche a la dependencia tanto en lo económico como en lo político del Estado Nación Chileno.

 

Por tanto, es de comprender que el sometimiento de Nuestro Pueblo, su estado de dominación, es producto a la lógica de acumulación y reproducción del capital y este ha constituido una constante que ha marcado la historia que tiene su expresión en la dinámica permanente sobre el territorio, sobre la propiedad de las tierras y demás recursos y bienes naturales. Más aún, si el capitalismo siempre ha necesitado “crear más espacios para la acumulación”, podemos concluir que la expansión territorial del Estado Chileno fue por necesidad de espacio para dar continuidad y resolución al proceso de acumulación. Es la necesidad de expandirse y de acumular lo que caracteriza al sistema capitalista.

 

La sobrevida Mapuche ha estado encadenada al destino de la economía nacional y cuando la economía chilena producto de su dependencia de los mercados externos, sufre alguna crisis, la afectación la cargan los desposeídos, en este caso, las comunidades Mapuche, así fue con la dinámica del modelo agroexportador que se implantó en Chile. Efectivamente, el proyecto conocido como “el granero de Chile” en Territorio Mapuche implica la paulatina desarticulación del Pueblo Mapuche, entendida ésta, en base a la explotación indiscriminada de la tierras y la destrucción del bosque nativo y demás recursos naturales.

 

El proyecto de tipo agroexportador, principalmente en base a la producción triguera, y posteriormente la imposición del proyecto forestal dan lugar a la conformación de fuertes grupos oligárquicos, latifundistas que en la territorialidad Mapuche acrecentarán enormemente sus riquezas y su influencia política. Una vez consolidada la ocupación militar de la Araucanía deviene un fuerte proceso de expansión agrícola que requirió de la destrucción y desaparición de amplias zonas de bosque nativo, por medio de la utilización indiscriminada del fuego y otros tipos de desmonte para generar los espacios para la agricultura, y en la medida que esta actividad avanzaba, se establece un modelo de colonización de nuevas tierras por extranjeros básicamente, situación que fue promovida por el Estado para “blanquear la raza” y con estos colonos poder contener a los Mapuche en la zona.

 

Así, el empobrecimiento de las tierras (agotamiento) debido al modelo agroexportador y la desaparición del bosque nativo generaron las condiciones propicias para la actividad forestal. Es la reconversión territorial hacia la actividad forestal lo que ha generado un nuevo escenario de conflicto, un choque natural entre dos concepciones de territorio, una economicista de acumulación contra la Mapuche, de relación entre el Hombre y la Naturaleza en base al equilibrio y la armonía.

 

Con la imposición de la dictadura militar, la actividad forestal da un salto cualitativo pasando a desarrollarse en un fuerte sector industrial a gran escala, lo cual es un objetivo estratégico de la oligarquía chilena. Por tanto, es con la dictadura que se fueron consolidando los grupos económicos a través de la explotación y depredación indiscriminada de los suelos del Wallmapu Histórico. Ello fue posible porque los administradores golpistas crearon nuevas condiciones para saquear la Araucanía, junto al terrorismo de estado, la represión, se estableció un reordenamiento político y jurídico que favoreció la actividad forestal a través del fomento a su desarrollo en base a susidios (Ley 701), la privatización de las estructuras de producción y a nuevas usurpaciones de tierras que afectaron a las comunidades, privatización de propiedades estatales y a tierras que habían sido entregados a los Mapuche durante el proceso de la Reforma Agraria. Un proceso de reconversión territorial que favoreció a los grupos económicos sin límites, así se entiende además, la licitación de bosques fiscales que pasaron a los privados, la venta de tierras forestales estatales, lo que a la par de un fomento a una economía en donde la liberalización del mercado para los productos forestales provocaron la gran expansión capitalista.

 

Un proceso de reconversión territorial para el desarrollo de la actividad forestal que a gran escala y de manera intensiva produce Madera, papel y demás derivados para un gran Mercado Capitalista Global. Es un proceso de reconversión territorial que si bien está basado en la actividad forestal, también cuenta con otros procesos de inversión capitalista, así en los rubros hidroeléctricos y mineros, lo cual puede ser considerado en los marcos de un nuevo ciclo de acumulación para el capital Nacional y Transnacional en el Wallmapu Histórico.

 

Una vez concluida la dictadura militar, los sucesivos gobiernos de la concertación se dedicaron a administrar sagradamente el modelo neoliberal. Eso explica la continuidad del desarrollo forestal, que si bien su impulso se debe al reordenamiento económico, político y jurídico provocado por la dictadura, la continuidad de éstas políticas y su profundización es gracias a los gobiernos “democráticos”. Es en este marco que la actividad forestal adquiere un desarrollo tal que pasa a convertirse en el segundo rubro exportador -después de la minería del cobre- y está en manos exclusivas de los grupos económicos que dominan este país.

 

La inversión forestal es de un crecimiento invasivo tal, que producto de ser un buen negocio en el ámbito internacional, seguirá requiriendo de cada vez mayor disponibilidad de territorio para su actividad. De esta forma el latifundio pasa mayoritariamente a transformarse en plantaciones forestales y la actividad agrícola queda reducida a un segundo plano. Razón por la cual el conflicto principal para nuestro pueblo pasa a ser con las empresas forestales.

 

El crecimiento de la industria forestal en Chile grafica claramente la compulsiva expansión económica que posee el capitalismo. Un crecimiento económico en base a la explotación de los recursos y bienes naturales, es la base del Modelo económico denominado primario – exportador, lo cual explica el interés de las oligarquías “democráticas” por mantener el modelo forestal. Sin embrago, el rubro forestal no es exclusivo en el territorio ancestral, ya que del proceso económico de tipo extractivista son varias las áreas y recursos que son objeto de la ambición de los grupos económicos. Existe un sin número de proyectos de represas hidroeléctricas en la zona de la cordillera de los andes, otro tanto ocurre con los proyectos mineros que comienzan a incursionar con fuerza, haciéndose de las concesiones de derechos de aguas, a su vez, asociados a estas actividades están los proyectos en infraestructura como las carreteras y los aeropuertos, los proyectos turísticos, la industria salmonera, los vertederos de la industria forestal en la zona costera.

 

En este contexto, mención aparte requiere la actividad minera, ya que es un proceso de inversión en ciernes y se pretende a gran escala en la región. Su presencia ha comenzado paulatinamente a invadir la territorialidad Mapuche ancestral, de hecho ya se están registrando graves conflictos asociados a la tenencia de la tierra con las comunidades mapuche. La inversión en la minería por parte del capital nacional y transnacional es una actividad extractivista por definición y sobre sus efectos al ecosistema ni hablar, son muchos los estudios referidos a las graves consecuencias que generan producto de la devastación y depredación que ésta actividad genera en el Medio Ambiente Natural y la población aledaña. El alto impacto que el desarrollo de éstas inversiones provocará sin duda será hacia los más desposeídos, lo cual nos mantiene en una alerta constante.

 

La obsesión del Estado Chileno con el modelo económico de tipo extractivista ha provocado una aceleración de las inversiones nacionales e internacionales en le Wallmapu histórico lo cual, ha agudizado las contradicciones con nuestro Pueblo, por un lado el reordenamiento y la expansión territorial que persiste en mantener la expoliación territorial negando nuestros derechos a territorio y autonomía y por otro lado la fuerte oposición y la resistencia del movimiento Mapuche y las comunidades en conflicto.

 

La larga historia de explotación indiscriminada de nuestro territorio ancestral, así como el deterioro permanente de nuestra realidad socio-económica como Pueblo son producto del capitalismo. Más grave aún es tomar conciencia de que para reproducirse, el capital seguirá requiriendo de condiciones para su expansión, porque es la lógica expansiva de capital de tipo extractivista la amenaza real para nuestro futuro como Pueblo Mapuche.

 

Por lo tanto, es el capitalismo sin freno nuestro enemigo central, es la reproducción del capital nuestro enemigo más directo ya que afecta todo lo que constituye el mundo Mapuche, afectando todos nuestros derechos fundamentales necesarios para la reproducción social y cultural de nuestro Pueblo Nación. Es precisamente en esta perspectiva analítica que como CAM, una organización Mapuche autonomista hemos ido construyendo un cuerpo teórico-ideológico para la reinstalación de nuestro proyecto político-estratégico de liberación basado en la resistencia y la reconstrucción de la Nación Mapuche.

 

Entonces, si la expansión económica capitalista nos ha despojado de nuestro Territorio ancestral y nos ha supeditado de manera violenta a un Estado de Dominación y dependencia del Estado Chileno, la expansión actual representada en la inversión forestal y otros nos estaría condenando irremediablemente al exterminio, ésta es la verdadera cara de la relación de la dominación a nuestro Pueblo desde la construcción del Estado Nación Chileno hasta la actualidad.

 

Es por lo anterior que a nuestro Pueblo no le queda más que luchar y resistir. Razón por la cual resulta necesario buscar mayor comprensión de nuestra verdadera situación para así definir líneas de acción contra los verdaderos enemigos de la causa Mapuche en la defensa y por la reconstrucción Nacional Mapuche, haciendo frente a los procesos de desestructuración material e inmaterial que ha generado el capitalismo.

 

Es en este contexto que la lucha Mapuche debe ser prioritariamente en contra de la presencia de los grupos económicos en la zona, pero en especial en contra de quienes en la actualidad son los sostenedores del poder de dominación, no debemos confundirnos y menos aun confundir a nuestro pueblo dirigiendo acciones hacia objetivos irrelevantes, que en nada cambiaran las estructuras de poder en nuestro territorio y que solo sirven como “voladores de luces” que nos desvían del objetivo principal.

 

Por lo tanto el accionar de la CAM, seguirá enmarcado en generar procesos por territorio y autonomía en base a la resistencia y la reconstrucción Mapuche. Sin duda, se trata de una lucha que trata de defender lo propio, de recuperar lo usurpado, poniendo freno a tanta injusticia sufrida en base a la explotación y depredación del territorio ancestral.

 

Es un pensamiento y acción que forma parte del gran proceso de lucha Mapuche y que tiene como objetivo fundamental crear las bases para instalar una propuesta de Liberación Nacional Mapuche.

 

El capitalista es el verdadero enemigo del pueblo mapuche

Por territorio y autonomía para la nación mapuche

Fuera las forestales y demás inversiones capitalistas del Wallmapu

Avanzamos hacia la liberación nacional mapuche

Resistencia y reconstrucción mapuche

MARRICHIWEU – WEUWAIÑ

 

 

 

Héctor Llaitul Carrillanca

Coordinadora Arauco Malleco (CAM)

 

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