Las organizaciones ciudadanas agrupadas en la Alianza Ciudadana por la Defensa del Mar y Contra la Privatización Pesquera, el Consejo Nacional de Defensa del Patrimonio Pesquero (Condepp) y la Confederación Nacional de Estudiantes de Chile (Confech), convocaron para este martes 27 de noviembre a las 19:00 horas a la primera Jornada de protesta nacional en rechazo a la Ley Longueira.
Esta ley expropia los peces del mar chileno a los ciudadanos y se los transfiere de manera casi gratuita y a perpetuidad a 7 familias que controlan sobre el 92 % de las cuotas de pesca en Chile.
La Ley Longueira refleja lo peor del sistema político chileno puesto al servicio del robo de bienes nacionales, como lo son los recursos pesqueros pertenecientes a todos los chilenos y a los pueblos originarios que habitan estos territorios.
Es paradojal que este proyecto de Ley tiene su origen conceptual en la Ley del Almirante Merino, la que se intentó imponer infructuosamente en las postrimerías de la dictadura militar. Hoy son los hijos políticos de Pinochet en el gobierno (los juramentados de Chacarilla en 1977), tales como Longueira, Larroulete, Larraín y Chadwick, quienes en alianza con la Democracia Cristiana, encabezada por los senadores Hosaing Sabag y Jorge Pizarro, y sectores del PS liderados por el senador Fulvio Rossi, intentan finalizar una de las últimas privatizaciones que estaban pendientes desde la dictadura y los sucesivos gobiernos concertacionistas.
Los ciudadanos chilenos hemos visto que la Ley Longueira ha sido tramitada en el Parlamento en un tiempo récord de 7 meses. Esto mediante la imposición desde el Ejecutivo de los mecanismos de “suma urgencia” y “discusión inmediata”, a lo que se ha sumado la amenaza por parte del ministro de Economía, Pablo Longueira, de aplicar el veto presidencial, si los artículos centrales del proyecto de Ley no quedan como “traje a la medida” de los intereses de los grandes conglomerados pesqueros industriales.
El trámite parlamentario express de la Ley Longueira posee graves vicios de forma y de fondo, tal como el haber violado la legislación nacional y un convenio internacional, al participar en su discusión y votación senadores con intereses patrimoniales y acciones en la gran industria pesquera, a lo que se suma el no haber consultado a los pueblos originarios, a lo cual está obligado el Estado chileno por haber ratificado el 2008 el Convenio 169 de la OIT.
La Ley Longueira promovida por un acuerdo entre el ministro Longueira y una mayoría de senadores DC y sectores del PS, tiene los siguientes efectos centrales:
-Elimina la propiedad del Estado y los derechos de explotación de los peces existentes en el mar chileno, cambiándolos por una mañosa redacción que sólo le reconoce “soberanía”, transformando la propiedad fiscal sobre los peces de la Nación en una quimera.
-Entrega licencias de pesca transables por 20 años, las que se renuevan consecutivamente por 20 años, lo cual constituye una forma encubierta de entrega a perpetuidad. Estas cuotas individuales de pesca que la decisión del Parlamento le entregará a las 7 familias, podrán ser vendidas, compradas, hipotecadas, heredadas e integradas como parte de los activos económicos de las compañías beneficiadas.
-Evita licitar anualmente parte de la cuotas de pesca industriales, al colocar condiciones que en la realidad son imposible de implementar para lograr la licitación de un 15% de ellas.
-Entrega a las 7 familias el goce exclusivo de las rentas de 740 millones de dólares anuales que generan las pesquerías chilenas, las cuales el Estado podría destinar al financiamiento de una educación gratis y de calidad, fortalecer la salud pública y el sistema previsional.