Noviembre 7, 2024

El FMI advierte que la economía mundial está en una fase “muy peligrosa”

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dollarusaWashington.- La economía mundial entró en una fase nueva y muy peligrosa, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI). La recuperación se ha debilitado considerablemente y han aumentado marcadamente los riesgos a la baja, aseguró Olivier Blanchard, economista en jefe del organismo.

 

 

 

Dos son las causas centrales de la situación de fragilidad de la economía mundial, según el FMI, que presentó este martes su revisión semestral sobre perspectivas económicas. Primero, la crisis fiscal en varios países de la zona del euro, que evoluciona más allá del control de los responsables políticos de atajarla. Y la otra la lenta actividad productiva en Estados Unidos, que se da en medio de “profundas divisiones políticas.

Cualquiera de esas dos eventualidades pueden tener severas repercusiones para el crecimiento mundial. La renovada presión puede minar los mercados e instituciones financieras en las naciones avanzadas, que permanecen inusualmente vulnerables, apuntó el Panorama de la economía mundial, presentado por Blanchard este martes.

La situación no va mejor para el grupo de países en desarrollo, o emergentes, como los llama el FMI. Estas naciones aportaron más de la mitad del crecimiento mundial en los pasados dos años, pero a partir de ahora van a experimentar una desaceleración, de acuerdo con el organismo, que redujo sus pronósticos respecto de los publicados hace seis meses.

El crecimiento económico, que fue sólido en 2010, disminuyó este año, mencionó Blanchard, al inicio de una semana de trabajos de la reunión anual del FMI y el Banco Mundial.

La economía mundial va a crecer 4 por ciento este año y en 2012, medio punto menos que la previsión de abril pasado, detalló Blanchard.

Puede ser que 4 por ciento no suene mal, dijo Blanchard. Pero la recuperación, añadió, se está dando de manera desbalanceada: los países en desarrollo van a crecer 6.4 por ciento, mientras que los países industrializados lo harán 1.6 por ciento. Estos pronósticos parten de la base de que se cumplen los compromisos políticos relacionados con la reducción de los déficit fiscales y la sostenibilidad de las deudas públicas en Estados Unidos y algunos países de la eurozona. De otra manera, las cosas pueden ser peor.

La crisis en algunos países de la zona euro, sobre todo en Grecia, pero que se ha extendido a Portugal, Irlanda, Italia y España, es vista en el FMI como uno de los factores de mayor riesgo para el crecimiento y la estabilidad financiera internacional. Varios de los principales bancos europeos tienen posiciones relevantes como acreedores de esas naciones. A la par de los hechos estrictamente económicos y financieros, el organismo dejó ver que ha habido fallas también de orden político.

En la zona euro hay una gran percepción de que quienes forjan las políticas van un paso rezagados de lo que sucede en los mercados. Es importante que hagan lo necesario. Se trata de un llamado a las armas, por decirlo así, declaró Blanchard. Quienes toman las decisiones políticas no pueden darse el lujo de poder esperar, añadió.

El panorama no pinta mejor en Estados Unidos, de cuya dinámica depende el crecimiento de la economía mexicana.

La economía estadunidense redujo su ritmo de crecimiento de una tasa anual de 2.7 por ciento en la segunda mitad de 2010 a uno por ciento en el primer semestre de este año. Una nueva desaceleración es esperada, dado el daño a la cadena de suministro en la industria automotriz por el terremoto y posterior tsunami en Japón, así como por el efecto en la demanda doméstica del alza en los precios del petróleo en los primeros meses de este año, mencionó el reporte.

El FMI asume que el crecimiento de la economía estadunidense en los años por venir será modesto, respecto de los promedios históricos.

Tres años después del inicio de la recesión, la economía mundial sigue afectada por una intermitente volatilidad, mencionó el reporte. El desempeño económico se volvió bipolar, con crecimiento anémico en las naciones que mostraban desequilibrios antes de la crisis –las de mayor desarrollo, con déficit fiscales y elevado endeudamiento– y una actividad más robusta en algunos otros, en particular los llamados emergentes.

 

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