Enero 2, 2025

Simón Rodríguez: la lucidez trascendiendo al tiempo

tapasimonrodriguez

 

tapasimonrodriguezLa expresión «Tierra de Gracia» dada por Colón, ha prevalecido hasta el día de hoy como seudónimo de Venezuela. Esta Tierra de Gracia, le ha dado a nuestro continente innumerables hombres como Francisco de Miranda, Simón Bolívar, Andrés Bello y Simón Rodríguez entre muchos otros, contribuyeron con su talento, su esfuerzo a que estas tierras tuvieran un impulso en su desarrollo, entregándonos una herencia  que ha sido la base de lo Estados actuales.

 

 

Uno de ellos, Simón Rodríguez fue rescatado del olvido por Fernando Villagrán, quien se fascinó con un personaje que le fue dado a conocer por el poeta Gonzalo Rojas, que era un gran conocedor de la obra de Rodríguez.

El educador venezolano, escribió uno de sus principales libros, “Luces y virtudes sociales” (1834), en la ciudad de Concepción donde fue maestro.

Recuperar las ideas del educador venezolano fue uno de los objetivos perseguidos por el compilador Fernando Villagrán al publicar, bajo el sello de Editorial Catalonia,   el libro “Simón Rodríguez: las razones de la educación pública. Reflexiones del educador americano que vence el paso de los siglos”.

Simón Rodríguez (Pedagogo y escritor venezolano, nacido en Caracas en 1771 y fallecido en Amotape, Perú, en 1854), fue uno de los intelectuales americanos más importantes de su tiempo, destacando por su profundo conocimiento de la sociedad hispanoamericana, el cual posteriormente trasmitirá a  Simón Bolívar, al desempeñarse como su maestro y mentor.

 

 Según José Antonio Calzadilla, Rodríguez es uno de los más originales pensadores latinoamericanos, cuya principal preocupación fue una pedagogía unida a la reflexión política, ética.

 

Hoy, en pleno siglo XXI y en medio de todas las protestas estudiantiles chilenas por una educación pública de calidad, el pensamiento de Rodríguez vuelve a la plena actualidad. Y si se lee a casi dos siglos de su muerte, sus ideas adquieren una enorme vigencia y dan ganas de volver la mirada a la época de los grandes debates que se produjeron durante la formación de los estados americanos, especialmente aquellos que se preguntaban sobre el futuro de la educación de los habitantes en que el Estado no podía estar ausente y donde los intelectuales eran vistos como agentes del cambio social, no como subversivos.

 

“Su planteamiento de una pedagogía política como formación ciudadana y responsabilidad del Estado republicano en la educación de las personas siguen siendo temas importantes” afirma Calzadilla

 

En su momento fue ignorado, pero su obra trascendió el tiempo y se instala con fuerza en un momento es que el rol del estado subsidiario es fuertemente cuestionado por no garantizar a las personas una educación digna y que se está produciendo un debate que ha traspasado a toda la sociedad chilena, sobre el desarrollo de la política educacional en Chile.

 Este es un libro que espera dar una visión sobre las  ideas sobre la educación pública, las diferencias entre  instrucción y aprendizaje, el vínculo entre derechos, ciudadanía y educación, la inclusión de las mujeres, de los pobres y de los indígenas en ese conocer el derecho a la educación, las pedagogías innovadoras y creativas de Simón Rodríguez.

 Este libro, calza a la perfección con el momento que se está viviendo en Chile, pues Rodríguez nos recuerda lo importante que es que el Estado no abandone su presencia en la educación, ni en ningún aspecto de la sociedad. No es anular opciones, si no es mantener una responsabilidad compartida con los actores de la sociedad.

Iluminarse con las ideas de este libro, ojala nos permita avanzar en adquirir una educación de calidad, garantizada por la Constitución donde quienes están al interior, de Estado comprendan el rol fundamental que este tiene en todas las áreas de la sociedad y no solamente, en aquellas que facilitan el lucro y la concentración de riquezas.

Pocos días Sin duda que queda camino por andar, pero leer a Simón Rodríguez es tener una luz de esperanza en que volveremos a tener una educación pública digna para constituir un República sólida y en el tiempo.

 

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *