La opinión pública ya conoce el vergonzoso episodio cometido por un hijo del ex general Eduardo Gordon, ex director de Carabineros de Chile, quien se vio forzado a renunciar a ese cargo por la publicación en Ciperchile del hecho acaecido el año pasado en la intersección de 2 calles de la comuna de Providencia.
El muchachito conducía un automóvil y chocó a otro que estaba detenido, posiblemente porque iba distraído y en lugar de detenerse y asistir a quien manejaba el colisionado, como buen irresponsable, se dio a la fuga. Pero las personas que iban en el vehículo embestido tomaron la patente del escapado e hicieron la denuncia correspondiente en una comisaría del sector.
Ahí se clarificó todo, relatándose el desarrollo de los hechos en un parte policial en donde se indicó el nombre del dueño del automóvil. Al constatarse que se trataba del hijo del mandamás de Carabineros, se reemplazó el parte de tal forma que no apareciera el nombre del causante del accidente para así no perturbar al jefe máximo de esa institución uniformada.
El jueves pasado en la noche, 3 generales de carabineros, de los 5 que conforman las primeras antigüedades, salieron públicamente en el frontis de
El viernes pasado al mediodía, Gordon informó en
Afortunadamente el mayor de carabineros que está a cargo de
Ahora bien, sostenemos que es legítimo preguntarse si la impropia decisión de ordenar la alteración de un documento público es exclusiva del general Blu o si éste trató la materia con el general Gordon y entre ambos acordaron la artimaña para así no mancillar el buen nombre de la máxima autoridad de Carabineros de Chile.
Lo anterior deberá ser resuelto por una acuciosa investigación y está absolutamente claro que, ni Blu ni los otros 2 generales que se la jugaron por Gordon, podrán continuar en las filas de esa institución porque procedieron en forma precipitada. Es más, creemos que Blu debiera presentar su renuncia inmediatamente y el nuevo mando debiera tirarle las orejas, con una anotación en su hoja de vida, al mayor que aceptó eliminar en el parte el nombre del fugitivo conductor, hijo del general, que ahora está descansando en su casa habitación.
Pero como dicho mayor de carabineros se atrevió a decir la verdad, también se le debe reconocer esta buena conducta, ya que en el servicio público la escrupulosidad siempre debe primar.