Enero 2, 2025

Agosto, mes de celebración y ritos a la Pachamama

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pachamama470En todas las comunidades indígenas de los países andinos se realizan ofrendas a la Madre Tierra, y cada región tiene su peculiar ceremonial, acorde a su mundo espiritual. Aspersión de hojas de coca, challa de alcohol (rociar en la tierra), libaciones de chicha, quema de hierbas aromáticas, banda de músicos, grupos de danza, pasacalles y también holocaustos mayores, como reciprocidad para pedir bienestar de la familia y la comunidad.

 

 

 

Con el resurgimiento del movimiento indígena a nivel continental en las últimas décadas, las vivencias culturales andinas se han revitalizado. Las festividades a Pachamama, son rituales milenarios que han caminado junto con la historia de los pueblos  andinos del Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile y noreste de Argentina. Han sufrido alteraciones por los acontecimientos vividos (conquista, colonia y república), no obstante, son una expresión viva y latente de la diversidad cultural indígena.

 

Hablar del Inti Raymi o festejos a Pachamama, no es solamente referirse a una festividad dedicada al sol y a la madre tierra en agradecimiento por las cosechas obtenidas durante el año, sino que expresan todo un complejo sistema de vida enmarcados dentro de la cultura y cosmovisión andina. Manifiesta la crianza de la vida, el ciclo anual agrícola, la religiosidad, la ecología, en suma la pacha-vivencia de los pueblos quechua-aymaras.

 

Lo que hoy vemos no es pre-incásico, sino el producto del vivir cotidiano. Están basados en elementos culturales inkas, pero con algunas deformaciones debido a la presencia española. Algunas comunidades y organizaciones buscan rescatar lo original y genuino (caso de Santiago), pero muchas mantienen los tintes del mercantilismo de los tiempos actuales como los “carnavales”, las fiesta de “santos patronos” con ferias comerciales (La Tirana, Aiquina), los “tambos”, etc.

 

Estando en el mes de agosto, ¿Qué sentido tiene Pachamama para los andinos?

“Para nosotros los indígenas, en el Universo Nativo, la Pachamama es una deidad que representa el concepto de la totalidad, un concepto integral y completo. Es la madre de la tierra y le asociamos la vida, la siembra, la cacería, la lluvia, todo. Nuestra cosmovisión y mitología está basada en esta deidad, así como el Sol es nuestro Padre Sol y la Luna nuestra Madre Luna. (Héctor Cruz, Directo Museo Pachamama).

 

La naturaleza o madre tierra, más conocida espiritualmente como la Pachamama, es la madre universal de todas las criaturas que pueblan el planeta, es el espacio-tiempo la que reúne al mundo material y el mundo espiritual. Simbólicamente Pachamama es de sexo femenino muy generosa y fértil, pues siempre está pariendo la vida. También es la mujer del sol comentaban nuestros mayores. Decían que en invierno, el 21 de junio cuando terminaba el ciclo anual astronómico, Pachamama quedaba muy débil, después de un año de crianza. Entonces nuestro padre el sol la cuidaba del frío con mucha paciencia. Pero que Pachamama era engendrada mayormente a partir del mes de agosto por su esposo el sol. En este mes, la pacha estaba muy sensible, “en calor” o “en celo”, y es cuando necesitaba atenciones especiales, amor, cariño y cuidados. Luego, es el mes propicio para que reciba ritos y primicias. Es el momento en que los andinos aprovechan de dar las más importantes ofrendas a la madre tierra, ya que a partir de este mes y de septiembre todas las especies de la naturaleza (animal y vegetal), inician su ciclo reproductivo. Las hierbas crecen con el calor del sol, los árboles florecen, las hembras de la especie animal entran en celo, los machos realizan sus ritos de procreación, y los humanos comienzan a poner las semillas en el vientre de la madre tierra, con la esperanza de buenas cosechas.

Luis E. Cachiguango, cuenta: “cuando la pachamama empezó a parir, de su vientre broto el agua y luego nacieron las piedras, los cerros, las plantas, los animales, el viento, el hombre, la mujer y todo lo que existe. Todo lo que la pacha paria tenía vida. Eran los tiempos de confusión porque todos los seres pensaban y hablaban igual que nosotros, las personas. Así, la tierra decía: por aquí pasaron pisándome. La planta de moras decía: estuve deteniéndoles con mis espinas, pero se soltaron y se fueron (refiriéndose a una pareja de amantes). Ante esta situación, Pachakamak y Pachamama fueron acomodando y adecuando las cosas, hasta que finalmente quedamos con todas estas facultades nosotros, los runa-s, mientras que los demás seres siguen pensando y hablando en formas diferentes de los nuestros, de acuerdo a sus condiciones y propósitos de vida”.

“Para los incas, Pachamama, (que es todo el universo), unifica el espacio con el tiempo. Todo lo que existe es parte de ella o procede de ella. El pasado ha generado el presente, (y por tanto, también es presente), del mismo modo que el presente va formando el futuro, (por tanto, también es futuro), de esta manera Pachamama unifica el pasado con el presente y el futuro. Así mismo, los muertos que en su momento fueron gestados por Pachamama, vuelven a ella y en su seno retornan a la vida (y por tanto no mueren); pero Pachamama contiene el germen de todos los seres que nacerán en el futuro, al mismo tiempo que protege y cuida a los vivos. Pero como todo en el universo contienen el sello vital de Pachamama, en ella se concentran todo el espacio, todos los seres y todos los tiempos”. (Virgilio Roel, 1979: 3)

 

Según V. Roel,  Pachamama, no solo da vida a los humanos, sino que también los protege, les permite desarrollarse, cuida de ellos y se alegra cuando florece y se está en armonía con ella; pero también, sabe entristecerse cuando se quiebran sus reglas, entonces puede enviar heladas, sequías, o enfermar a la gente. La enfermedad procede de una quiebra del orden natural, y la salud retorna cuando se corrige esa quiebra y se vuelve a la obediencia de las leyes naturales. Por eso los andinos, además de buscar la armonía con el orden natural, respetan, aman a las plantas, a los animales, a las montañas; y al amarlos, le expresan sus sentimientos dándole de su bebida y comida a Pachamama. Le bailan y cantan; le recitan versos de amor y alabanza, al tiempo que le piden siga siendo propicia y protegiéndolos y dándoles salud y vida. Dice, que los andinos herederos y descendientes de los incas, buscan embellecerla y darle curso. Occidente en cambio, trae la destrucción de todo lo bello y fantástico que tiene la naturaleza.

 

También agrega: “Los incas pensaban que en todo lo natural hay una fuerza vital; que la vida mora en los pájaros, en las plantas, en los animales, en las grandes elevaciones, en las rocas. Por eso tallaron las piedras con piedras, para no herirlas; por eso hicieron muros de piedras perfectamente labradas para que engarzaran las unas con las otras, para que se apoyaran mutuamente y en ello pusieron amor, porque a las piedras hay que amarlas como se ama a los padres, a los hermanos, a la comunidad, a las gentes.

El occidente ha perdido desde hace muchos siglos ese amor. Por eso nunca llegará a entender la grandeza de Machupichu, de Sacsaywamán, de Pisac, de Ollantaytampu, ni nada de lo que salió de manos incas. Al occidente, las inigualables obras de nuestros mayores solo pueden causar un asombro enorme, inconmensurable; pero nunca podrá entenderlas, porque ellos no tienen amor para las piedras como lo tenemos nosotros los indios”.

El ritual central a Pachamama es la “challa” o “pago” (tributo) y la Wilancha u holocausto (sacrificio de una llama), que se ofrenda a modo de reciprocidad para pedir dones. También se puede ofrecer un feto de auquénido, una vez seco puede ser incinerado o enterrado en la ceremonia, para atraer riquezas, bienestar y mantener alejadas las malas energías.

Siendo las creencias andinas una cultura simbólica, Pachamama, más las deidades Mallku (montaña y cóndor) y Amaru (río y serpiente), conforman la trilogía de la percepción andina; sociedad-naturaleza y sus cultos, son los conceptos más antiguos de celebración que se mantienen hasta la actualidad. Con la conquista española y la persecución de las creencias nativa con las “Campañas de Extirpación de Idolatrías”, se produjo un sincretismo, y Pachamama comenzó también a ser invocada como Virgen María.

En la actualidad, las creencias andinas ligadas a la Pachamama, se practican en forma paralela al cristianismo, ya que hay familias que son católicas, y que practican las “costumbres” andinas. Ejemplo, en Puno, Perú, la Pachamama es identificada con la Virgen de la Candelaria.

“Desde el nacimiento del mundo Pachamama ha dicho: ‘Yo soy la Tierra Santa, la cuidadora, yo también estoy Mundial de la Tierra, Princesa Inca Mundial, Virgen’. Por lo tanto ha tenido que ser respetado desde el comienzo del mundo… En el Día de la Anunciación no debes trabajar. Este es mi día. Sólo le traen ofrendas de tres personas juntas: Mundial de la Tierra, Mundo Inca princesa, Virgen del Mundo”. (Bernabé Condori y Rosalind Gow: Kay Pacha, Cuzco, 1976: 10-12).

La combinación de esta trilogía de palabras, demuestran una fusión profunda de los conceptos nativos con la “Virgen María”, introducida por los evangelizadores.

En la cultura andina Pachamama, como divinidad y madre protege a todos sus hijos e hijas (la diversidad de seres vivos de la naturaleza, los bienes materiales y el universo espiritual),  Por lo tanto, simboliza el medio ambiente, incluyendo a los humanos que deben creer y tener la voluntad de mantener una relación equilibrada y recíproca con ella.

Los cientistas sociales, han certificado que los indígenas aman, respetan, cuidan y protegen a la naturaleza, a diferencia de los occidentales que la destruyen y depredan para enriquecerse egoístamente. Los antropólogos, con el ejemplo de los indígenas crearon el movimiento “ecologista”. Luego, se puede decir que los indios son ecologistas absolutos y que constituyen la reserva moral para preservar la Madre Naturaleza, para el bien de las futuras generaciones.

Dijimos que en el mes de agosto, en todas las comunidades andinas se realizan ritos simbólicos a la Pachamama, con ofertas de quema de incienso, rociar la tierra antes de tomar una copa de alcohol, etc. La celebración en Santiago,  de las festividades Inti Raymi (fiesta del sol, 21/junio), la Chacana (La cruz del Sur, 3/mayo) y la Pachamama (madre naturaleza, mes de agosto), que muchos no se han enterado, las organizaciones quechu-aymaras de la capital la celebran desde hace más de 7 años.

 Tales festividades se realizan en la cumbre del cerro Pucara de Chena. Una “Huaca”, fortaleza, Centro Ceremonial y observatorio astronómico, construido por los Incas, hase más de 500 años, se ubica entre los municipios de San Bernardo y Calera de Tango. Hoy, único Monumento Nacional e Histórico precolombino en la Región Metropolitana. Los festejos a Pachamama se realizarán el 28 de agosto, a partir de las 9 de la mañana.

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