No le ha ganado a nadie. Está políticamente decrépito. Pero le va bien. Sucedió a Lavín en la alcaldía de Las Condes sin ser electo alcalde. Luego sucedió a Allamand en el senado sin haber sido electo senador.
Es conocido en la plaza por sus comentarios ligeros, crispados, intrascendentes.
Por sus sandeces. Es lenguaraz y vocinglero. Se cree cómico y normalmente es trágico.
Los periodistas lo entrevistan para reírse de él, y él no se da cuenta. Ahora es senador designado por sí mismo porque él es el Presidente del partido de Allamand y del Presidente.
Ha hablado el Presidente del partido del Presidente, carcamal, senador designado por sí mismo, y muy serio nos ha llamado a reflexión.
Dijo:
Estuvieron sobreviviendo 17 años, y ahora se hacen las víctimas.
Estuvieron limitados todos los días y las noches del toque de queda más extenso de la historia, y ahora se hacen las víctimas.
Estuvieron además ilegalizados, y ahora se hacen las víctimas.
Los tuvimos sin pasaportes en el mundo y ahora se hacen las víctimas.
Los sacaron en las noches de sus casas, en paños menores, y los pusieron manos arriba en las canchas de las poblaciones, y ahora se hacen las víctimas.
Padecieron cesantías de 30 por ciento e inflaciones que nunca bajaron de dos dígitos durante todos los 17 años, y ahora se hacen las víctimas.
Fueron exonerados, y ahora se hacen las víctimas.
Fueron expulsados del país, ellos, sus hijos y sus nietos, y ahora se hacen las víctimas.
Fueron secuestrados, y ahora se hacen las víctimas.
Estuvieron presos, sin juicio y sin ley, y ahora se hacen las víctimas.
Fueron torturados, y ahora se hacen las víctimas.
Están sepultados en el mar, amarrados los esqueletos a rieles, y ahora se hacen las víctimas. Aquí mismo, en el mar de Santo Domingo, en el de Llolleo, en el de San Antonio y Cartagena, en el de Las Cruces y El Tabo, y cuando menos en el de El Quisco y Algarrobo.
Se les trató con ácido, y ahora se hacen las víctimas.
Se les trató con soplete, y ahora se hacen las víctimas.
Se les trató con corriente, y ahora se hacen las víctimas.
Se les hizo submarinos, hasta reventar, como hoy en Guantánamo, y ahora se hacen las víctimas.
Se les sacaron las uñas con alicate, y ahora se hacen las víctimas.
Se les enterró en el desierto, con la sola cabeza al aire –es un decir lo del aire- y ahora se hacen las víctimas.
Se les golpeó hasta desfigurarlos, y ahora se hacen las víctimas.
Se les enterró de a dos por cajón, para ahorrar, y ahora se hacen las víctimas.
Se les echó cal, para quemarlos muertos, y ahora se hacen las víctimas.
Se les violó. A sus hijas y a ellos mismos.
Se les obligó a dar espectáculos morbosos a sus torturadores, y ahora se hacen las víctimas.
Se les inconstitucionalizó.
Se les aceleró la vejez y la muerte, y ahora se hacen las víctimas.
Se les empujó al suicidio, y ahora se hacen las víctimas.
Se les condicionó a no pensar más en la sociedad y la ruptura.
Se les empelló a convivir con sus victimarios, y hasta a escuchar, sin chistar, lo que he dicho como el Presidente del Presidente.
Es como si los de Auschwitz y Birkenau fueran víctimas. ¿Se trata igual a los pobres nazis?
Son como los del Sitio de Numancia.
Y los de
Y los caídos en
Y los musulmanes de Jerusalén en manos de Godofredo.
Y los primeros cristianos en Roma, los sindicalistas del 1° de Mayo en Chicago y las mujeres obreras en 1908 en Nueva York.
Y Martin Luther King.
Y Sacco y Vanzetti.
Y los Kennedy.
Y Letelier en Washington, y Leighton en Roma, y Prats y su señora en Buenos Aires.
Y antes Schneider.
¿Víctimas ellos?
¡Qué se han creído!
¡Y ahora más encima en