La propuesta, destinada a financiar una reforma a la educación, fue aprobada en general por 63 votos a favor, 35 en contra y 18 abstenciones y fue enviada al Senado a cumplir su segundo trámite constitucional. La aprobación fue sin embargo rechazada por las organizaciones de estudiantes.
Gabriel Boris, presidente de la FECH, emplazo al ministro de Educación, Harald Beyer, a que responda a las demandas del movimiento estudiantil. “Nosotros los estudiantes queremos buscar puntos de encuentro y por eso instamos al ministro Harald Beyer a responder con claridad las demandas y las propuestas que como estudiantes hemos presentado”. Para los estudiantes, la reforma tributaria no resuelve en nada el problema central de la educación chilena, que es su base en el lucro.
La iniciativa, aprobada posteriormente en particular, descansa en cuatro ejes fundamentales: aumento en la recaudación, alivios económicos para la clase media, incentivos al crecimiento y perfeccionamientos al sistema tributario (eliminación de exenciones injustificadas y cierre de vacíos que permiten el arbitraje tributario).
Respecto del primer punto, se mantiene el criterio adoptado en la primera reforma de aumentar la tasa del impuesto de primera categoría a un 20%, para las utilidades que se perciban o devenguen a partir del año 2012.
En término de alivios económicos, se reducen las tasas marginales del impuesto único de segunda categoría y global complementario, con la introducción de la reliquidación del impuesto en caso de trabajadores dependientes cuyas remuneraciones, por distintas causas, varíen durante un determinado año. Además, se permite, bajo ciertas condiciones, descontar de los impuestos personales pagados por la clase media, los gastos de educación escolar de los hijos.
El proyecto también reduce el impuesto de timbres y estampillas, con el objeto de reducir el costo de los créditos y favorecer a las pymes, y contempla, tal como venía en la propuesta original, un bono a taxistas y transportistas escolares.
También se introducen importantes incentivos en materia de crecimiento económico. Específicamente, se reconoce un crédito tributario por los gastos en educación escolar y pre-escolar de la clase media; y se rebajan las tasas marginales de los impuestos personales, efecto concentrado más fuertemente en los tramos de menores ingresos.
Esta última reducción da cuenta de una rebaja de la tasa del impuesto del 15% para el tramo 2, esto es, aquellas personas cuyos salarios mensuales están entre los 534 mil pesos y el millón 187 mil pesos; del 12,5% para el tramo de personas que ganan mensualmente entre el millón 187 mil pesos y el millón 978 mil pesos; y del orden del 10% para los tramos que van desde ingresos mensuales del orden del millón 978 mil pesos a los diez millones 288 mil pesos. Sobre este margen no operará rebaja alguna.
Finalmente, respecto de los perfeccionamientos al sistema tributario se considera una mejor determinación de la regla de fuente de las rentas respecto de operaciones extranjeras con activos subyacentes en Chile; tratamiento de los gastos rechazados de las empresas; tributación de las agencias respecto de su renta de fuente mundial; y la unificación del tratamiento tributario entre los derechos sociales y las acciones en materia de ganancias de capital y gasto rechazado.