En el último tiempo hemos observado en los canales de televisión y escuchado en las radios a los vecinos de la Población Los Castaños de la comuna de Independencia, quienes han estado manifestado masivamente sus molestias en contra de sus autoridades municipales, pues el Director de Obras otorgó un permiso de edificación, en julio de 2007, a la Inmobiliaria Aseg Grevia Ltda. para que construyera sobre la angosta calle Inglaterra una torre habitacional de 21 pisos, teniéndose en cuenta que todo el sector es de densidad baja.
Aunque el lector no lo crea, la comuna de Independencia, creada administrativamente en el año 1991, todavía no tiene su propio Plan Regulador, teniéndose en cuenta que su territorio jurisdiccional le pertenecía a las comunas de Santiago, Renca y Conchalí. La población mencionada se rige hasta hoy en día por las normas contenidas y heredadas del Plan Regulador de Santiago.
La Población Los Castaños delimita con las Avenidas Domingo Santa María, Independencia, Vivaceta y calle Francia, es decir, estamos hablando de 20 manzanas aproximadamente en donde, desde hace unos 90 años, se empezaron a edificar viviendas unifamiliares de un piso. En algunos pocos casos se construyeron viviendas de 2 pisos y hasta el día de hoy esas centenas de casas se mantienen en perfectas condiciones albergando a dignas familias de clase media que se han esforzado para conservar su barrio patrimonial.
El terremoto de febrero de 2010 no causó ningún daño a esas tradicionales casas y las 84 magníficas edificaciones proyectadas en el año 1930 por el arquitecto Luciano Kulczewski, sobre la calle Francia, entre Independencia y Vivaceta, se mantienen incólumes embelleciendo esa zona residencial. Una de las casas de ese insigne arquitecto, localizada en calle Francia 1442, fue declarada en mayo de 1996, como Monumento Histórico por el Consejo de Monumentos Nacionales.
Pues bien, a principios del 2007 llegó al barrio una constructora, la que demolió 3 casas de la calle Inglaterra para edificar la torre aludida en el primer párrafo, lo que generó la indignación entre los vecinos, quienes fueron entusiastamente apoyados por la concejala Carola Rivero y posteriormente por el concejal José Hidalgo, persona que ya no reside es esa comuna.
A raíz de ello el alcalde revocó en septiembre de 2007 la autorización de ese permiso invocando diversos motivos lo que significó que las obras estuvieron paralizadas hasta febrero de 2012, ya que la empresa constructora había recurrido a la justicia objetando dicha revocación y los tribunales acogieron sus puntos de vista.
En todo caso el permiso de edificación objetado, igualmente está viciado hasta el día de hoy porque en la fecha de su emisión (05/07/07) no se habían fusionado los 3 predios que originaron el más grande resultante. Con ello se violó el artículo 3.1.3. de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC).
Como conocemos dicho permiso nos extraña sobremanera que no se establezcan allí los estacionamientos que reglamentariamente debe tener el edificio. Dado que los departamentos son 152, los que tampoco figuran en el formulario del permiso, se deben construir en este proyecto los estacionamientos exigidos por mandato del artículo 7.1.2.9. del Plan Regulador Metropolitano de Santiago (PRMS) en su letra D. Los vecinos informan que en el subsuelo de la edificación no se aprecian tales estacionamientos.
Acogiendo las legítimas demandas ciudadanas que exigían al alcalde y a los 6 concejales una protección efectiva para toda la Población Los Castaños, esas autoridades locales, encontrándoles plenamente la razón a sus mandantes, publicaron en el Diario Oficial del 19 de febrero de 2008 la aprobación de la “Ordenanza Municipal Zona Típica Barrio Los Castaños y su Entorno” correspondiente a un sector urbano más amplio que el reseñado en el tercer párrafo.
Pero por estas cosas curiosas de la vida, el director de obras de esa municipalidad, en mayo y julio de 2008, como vemos, inmediatamente después de la publicación de esa protectora Ordenanza Municipal, otorgó a la misma inmobiliaria sendos permisos de 18 pisos cada uno, enfrente de la torre de 21 pisos en construcción.
Como las presiones de los indignados vecinos, que se habían organizado en la “Agrupación Los Castaños”, eran urgentes y reiteradas el alcalde adoptó, en septiembre de 2008, nuevamente la decisión de revocar estos 2 nuevos permisos, lo que fue desautorizado por los tribunales de justicia por la elemental razón que a continuación señalamos.
Está claro que el alcalde Garrido, en sus 3 revocaciones de permisos, no estaba habilitado para ello, lo que debía ser sabido por todos en el municipio, más aún por los abogados del mismo. Quién debía haber invalidado en el plazo de 2 años, desde la emisión de los erróneos actos administrativos, era exclusivamente el funcionario que firmó las mal otorgadas autorizaciones, es decir, el director de obras. Esto está reflejado en el artículo 53º de la Ley Nº 19.880 del Procedimiento Administrativo.
Le expresamos a los animosos vecinos que no perdieran el tiempo recurriendo de amparo ante la Seremi de Vivienda y Urbanismo, instancia de superior rango que el despistado director de obras, ni tampoco ante la Contraloría General de la República, porque ambas instituciones son muy parsimoniosas en sus indagatorias y al final van a concluir que habría existido buena fe en la tramitación de los permisos y que, por haber transcurrido más de 2 años, desde sus otorgamientos, a esta fecha nada se podía hacer, sino tan solo lamentar lo sucedido.
Si ellos desean que opere la justicia en este desvergonzado episodio, tendrán que recurrir a la Fiscalía Norte del Ministerio Público en defensa de sus calidades y estilos de vida amenazados por la invasión de esas desvergonzadas torres, ya que las equivocaciones cometidas por los funcionarios municipales han sido muchas, las que, por ningún motivo, pueden quedar en la impunidad.
Patricio Herman
Fundación “Defendamos la Ciudad”