El “despido” de la periodista mexicana Carmen Aristegui como conductora del noticiario estrella de la cadena de radio MVS (FM 102.5 en el DF de México) por presiones del gobierno de Felipe Calderón revela que los grandes medios y los gobiernos de América Latina castigan a los periodistas que se salen del libreto, tal como ocurre en países desarrollados como EEUU y el Reino Unido. Al fin de cuenta, los gobiernos otorgan a los empresarios la concesión para explotar ondas de radio y televisión como ese lucrativo negocio propio llamado “libertad de expresión”.
Aristegui logró su reincorporación al trabajo a partir del lunes 21, victoria que no consiguieron “Los chicos malos en la guerra de Iraq” (1), según el libro del corresponsal cubano José Bodes Gómez, un texto que todo periodista debería conocer. También debería leerlo cualquier ciudadano del mundo interesado en conocer mejor cómo el poder viola su derecho a la información veraz y oportuna.
Cinco historias
Centrado en la cobertura periodística de la invasión de EEUU a Iraq, el libro de Bodes Gómez describe cuatro casos en que los responsables de ciertos grandes medios y algunos corresponsales internacionales decidieron mostrar independencia de los centros mundiales del poder en Washington y Londres, simplemente contando la verdad, a despecho de las presiones gubernamentales y corporativas. El resultado fue atroz, pues esos cuatro esfuerzos por hacer periodismo libre en EEUU y el Reino Unido derivaron en retractaciones, peticiones de disculpas y el implacable castigo del despido. Así, los “malos” no fueron los “chicos de la prensa” y unos pocos jefes “díscolos” de grandes medios, sino quienes usufructúan las alturas del poder. La lectura de este libro -por lo demás tan ameno como una novela- concita hondas reflexiones sobre el verdadero rol del periodista en los tiempos en que vivimos.
Las cuatro historias relatan 1°) el conflicto de más de un año entre
BBC vs Blair
El 22 de mayo de 2003 el periodista Andrew Guilligan, del programa Today de Radio 4 de
Guilligan cubría las noticias del ministerio de Defensa, pero siempre invocó “una fuente de inteligencia” (del Servicio de Inteligencia Secreto [SIS], más conocido como MI6) para despistar, alejar sospechas y proteger a su informante, que efectivamente era un funcionario de esa cartera, el experto David Kelly, quien visitó varias veces Iraq con los inspectores de
La situación dio un giro inesperado el 30 de junio de 2003 cuando el propio David Kelly le confesó a su jefe del ministerio de Defensa que él mismo era la fuente. El 8 de julio el ministro de Defensa Geoff Hoon ordenó entregar su identidad a la prensa como la fuente de
La familia dudó de la versión oficial de suicidio por corte de las venas de la muñeca porque en el lugar del hallazgo del cuerpo no había demasiada sangre, según expertos. Su viuda dijo después que fue traicionado por sus superiores porque le aseguraron que su nombre nunca saldría en los medios. Hubo una investigación judicial de su muerte a cargo del juez Lord James Brian Edward Hutton, el mismo que en 1999 consideró extraditable a España al ex dictador Augusto Pinochet, donde era reclamado por el juez Baltasar Garzón para encausarlo por delitos de lesa humanidad. (Pinochet terminó siendo rescatado de Londres por un arreglo político entre los gobiernos socialdemócratas del chileno Ricardo Lagos y Tony Blair).
Los detalles más recónditos de este escándalo BBC vs Blair ocupa gran parte del libro de José Bodes. El epílogo fue que el 28 de enero de 2004 el juez Hutton emitió un fallo que exculpó al gobierno de Blair de cualquier responsabilidad en la muerte de Kelly y… censuró a
Peter Arnett pierde su empleo
Por una entrevista de unos pocos minutos, el legendario corresponsal neozelandés-estadounidense Peter Greg Arnett cayó en desgracia ante el poder industrial-militar, político y los grandes medios de EEUU. Pero no fue por una entrevista hecha por él, sino por la cortesía de dejarse entrevistar por sus colegas de la televisión de Iraq en 2003, mientras cubría la invasión para la cadena NBC y National Geographic.
Nacido en Nueva Zelandia en 1934, Arnett cubrió la guerra de Vietnam para Associated Press desde 1962 hasta la derrota de EEUU en 1975. Ganó el Pulitzer en 1966 y trabajó 18 años para CNN, cuando su dueño era Ted Turner. En 1991 revolucionó el periodismo al cubrir en vivo y directo
Entre otros golpes periodísticos “visitó al enemigo” -Vietnam del Norte-, entrevistó prisioneros de EEUU, fue testigo de matanzas de civiles en Vietnam del Sur y en 1998 sacó a la luz el uso militar del gas sarín en el vecino Laos en 1970, en
Arnett regresó a Bagdad en febrero de 2003 para realizar coberturas y un documental sobre la inminente invasión para NBC, MSNBC y National Geographic. El 17 de marzo Bush ordenó que salieran de Iraq todos los periodistas y otros norteamericanos. Los grandes medios, incluida NBC, retiraron a su personal fijo de Iraq y después muchos se incrustaron en las fuerzas invasoras, más en tareas de propaganda de guerra que de información periodística. La guerra, que comenzó el 20 de marzo, iba a ser rápida y según Bush sería “un paseo” de no más de una semana.
Peter Arnett se quedó en Bagdad para presenciar los ataques, tal como lo hizo en la guerra del Golfo de 1991. El 31 de marzo, al cubrir una rueda de prensa del gobierno iraquí, aceptó comentar la marcha de la guerra en una breve entrevista con
“Ahora EEUU está revaluando el campo de batalla, retrasando la guerra contra Iraq, quizá por una semana y reescribiendo el plan de guerra”, observó Arnett. “El primer plan ha fallado debido a la resistencia iraquí. Ahora están intentando escribir otro plan… Así, nuestros informes sobre víctimas civiles aquí, acerca de la resistencia de las fuerzas iraquíes, están fluyendo a Estados Unidos. Ayuda a quienes se oponen a la guerra, cuando alguien desafía la política desarrollando estas discusiones”.
Arnett repitió lo mismo que observaban otros corresponsales. La guerra no parecía tan breve como lo anunciara Bush. Pero sus comentarios encendieron una “tormenta de protestas” entre los belicistas de EEUU. Inicialmente,
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, secretario ejecutivo de
Nota y Foto:
1) “Los chicos malos de la guerra de Iraq”, José Bodes Gómez, Editorial Prensa Latina, 2008, 200 pp, gerenciaeditorial@cl.prensa-latina.cu