Queridos amigos: Estamos viviendo en un país donde una elite de empresarios usureros, todos coludidos entre ellos abusan de manera intolerable. Las grandes tiendas con sus contratos de letra chica para las tarjetas de crédito y sus renegociaciones fraudulentas, las AFP que juegan en el casino nacional y mundial con nuestros ahorros, los bancos que cobran por servicios ¨brujos¨, las Isapres que suben los planes de salud cuando se les da la gana, desprotegen a los viejos, aumentan el cobro de sus planes a las mujeres en edad de procrear y se niegan a pagar cuando hay enfermedades preexistentes, las gigantescas constructoras que tiran abajo las plazas y destruyen los barrios para levantar torres de oficinas que nadie necesita. Y AHORA EL CARTEL DE LOS POLLOS, donde tres empresas mafiosas aparecen coludidas para controlar los precios de unos pollos ¨marinados¨, entiéndase inyectados de sal y agua para subir el peso, y el precio.
En este país quien va a la cárcel es quien se roba una gallina, no quien produce millones de gallinas tóxicas y estafa a los consumidores.
La única manera de castigarlos es dejar de comprar sus productos llenos de hormonas, saturados de sal y aumentados con agua, nocivos para niños y adultos.
LOS INVITO A NO COMPRAR POLLOS ARIZTIA, POLLOS AGROPESUR Y DON POLLO
De ahora en adelante, cada vez que pongamos uno de esos pollos en la olla, estaremos cocinando a fuego lento la dignidad de millones de consumidores que merecen ser respetados y estaremos haciéndole el juego a una clase empresarial que desde hace rato viene llenando de verguenza a Chile.
Un abrazo para todos
Elizabeth Subercaseaux