¡Por fin, Nicanor!…Por fin te reconocieron los hispanos tu alegre alegoría al castellano. Por fin premiaron tu obra especial e innovadora. Tu creatividad sin límites. Tu verbo perfumado de chilenísimo acento rompenormas. Por fin el Cervantes de las Letras vino a golpear tus puertas, en las costas chilenas de tu madriguera acogedora.
¡Ya era hora!. Tu nombre, Nicanor, recorrió pasillos apolillados de la España antigua y noble, cada vez que se hablaba de premiar al creador más prolífico y genial. Y fueron varios años que te quedabas a las puertas de esa gloria.
Lo consiguieron primero que tú Jorge Edwards, en 1999, por merecimientos innegables. Y luego lo hizo el pequeño-gigante de Lebu, anclado en amores de Chillán, Gonzalo Rojas, en el 2003. Y ahora tú, marinero de la precordillera, anti poeta de versos perfectos. ¿Cómo se sentirán en San Fabián de Alico, donde te vieron nacer el 5 de septiembre de 1914?. ¿Qué pensarán tus hermanos, los que siguen y los que se han ido, cuando el mayor consigue 170.000 dólares a sus 97 años, cuando la carrera está más que corrida?
Los que somos del Chillán vecino te sentimos como de aquí. Pero igual sentimiento deben tener los del Santiago ruidoso, los del valle caliente del norte, o los de los congelados picachos del sur. O sea, en todo el país.
Es que te reconocemos, Nicanor, el valor de juntar desordenadamente las palabras, expresando irreverentes versos de genio. Versos que rompen la lengua y la transforman en otra tanto o más bella que la original. Creación literaria que cruza montañas, salta mares y se anida en otras lenguas que tratan de traducirte lo más fielmente…pero que no lo alcanzan. Los sentimientos que expresas son tan chilenos, son tan genuinos, son tan originales que no les queda otra que quedarse solamente con su ritmo, su musicalidad, su figura como algo bello, de también bella incomprensión.
Y más todavía, cuando profesas ideas que te alejan del sistema, que rompen también la liturgia de los salones, que soplan en los empolvados sillones levantando polvaredas de comentarios y sonrisas inconclusas.
Si, Nicanor. Te han premiado con el Nobel de las Letras Castellanas. Y lo han hecho cuando llegas casi al centenario, después de estar unas cuantas veces a las puertas de conseguirlo. Pero es que tú no hiciste eso que llaman “lobby” y que desacredita a quienes lo practican y a quienes lo escuchan. Y no lo hiciste nunca porque no va con tu personalidad canchera y rebelde, porque se te inflaman aquellas partes cuando te lo insinúan o cuando te proponen postular a un reconocimiento de éstos.
Si, Nicanor. Ahora te han dado el Cervantes por tu obra magnífica que no podía seguir esperando. Porque es tan valioso el cargamento creativo que aportas que ya no se puede seguir tapando el paisaje con el dedo del compromiso que empequeñece.
¡Te impusiste, hombre, porque eres muy bueno, porque eres un gran poeta, porque tu legado nos enorgullece y le da brillo al castellano que nos une!
¡Cómo estarán de fiesta los Parra de Chile!…Seguro que lo estarán pasando tan bien, como todos nosotros, que hemos crecido con tus versos, que hemos vibrado con tu palabra, que hemos aprendido a valorar lo sencillo de nuestro entorno, y que también hemos aprendido contigo a darnos cuenta de que de verdad lo nuestro también es bello.
Miguel Ángel San Martín
Diario Crónica Chillán
Viernes, 2 de diciembre de 2011.