Arreciaron los ataques este fin de semana en contra del ala parlamentaria del Frente Amplio en la prensa tradicional. Tanto en columnas de opinólogos, como la de Max Colodro, o en editorial de La Tercera, se embistió en contra de la organización política por hacer uso de sus facultades parlamentarias fiscalizadoras al tener la iniciativa política de impulsar una acusación constitucional contra el ministro Santelices, en sintonía con el movimiento feminista.
El ministro de Salud del gobierno de Piñera, como bien se sabe, ha tratado de boicotear avances legales recién conquistados por las mujeres al impulsar un protocolo sobre el aborto en tres causales y así favorecer a las clínicas privadas y al negocio de la salud. Protocolo que implica una grave infracción a la ley vigente, que fue cuestionado incluso por la Contraloría. Como lo reconoció entre líneas el mismo abogado defensor de Santelices contratado por el Gobierno, el DC del ala derecha Jorge Correa Sutil, en entrevista dominical (La 3ª). Allí éste decía que la vida y la salud de una mujer pueden estar en riesgo si ella es llevada a una clínica privada objetora pues debería haber “traslado” forzoso a otra clínica.
Además, de la entrevista a Correa Sutil se desprende claramente que su decisión de defender a Santelices fue un “punto político”, discutido incluso con el ex ministro bacheletista-DC Burgos cuya intención era propinarle una derrota al FA y empujar a la DC a alejarse de un bloque de oposición en contra del gobierno de la oligarquía empresarial de Piñera. ¿Quién puede creerle a Correa Sutil, articulista oficial de El Mercurio, cuando dice que su motivación jurídica primera es luchar contra la “intolerancia”?
No hay por dónde perderse. El telón de fondo de la guerrilla legislativa fueron las luchas feministas por la igualdad de derechos y por sus demandas específicas. Para el rechazo de la acusación contra el ministro Santelices se forjó un bloque de alianza (antidemocrático) objetivo conformado por el PS, la DC y el PPD junto con la derecha conservadora y neoliberal que gobierna. Y para oponerse a la iniciativa de acusación constitucional del Frente Amplio que en su comienzo fue planteada por una diputada radical.
Fue el viejo duopolio en acción, coalicionado para aislar al Frente Amplio y para dar razón a los ataques contra los derechos de las mujeres planeados por los ultraconservadores y por el lobby médico derechista desde el ministerio de Salud y con el aval de Larroulet.
El doble discurso y la inconsecuencia del Partido Socialista queda en evidencia: por un lado no utiliza los instrumentos parlamentarios para oponerse a un Gobierno y a un ministro; manipuladores de una ley que perjudica el derecho de las mujeres y, por el otro, se declara “feminista” en su última Conferencia. Con la paradoja que además declara ante las mujeres estar contra la “violencia” de género.
Lo peor que podría ocurrirle al ala parlamentaria del FA es bajar su ardor político y su vigilancia democrática después del intento de acusación constitucional contra Santelices. No hay que olvidar que los resultados del FA tanto presidencial en primera vuelta como la obtención de 21 parlamentarios son el primer triunfo de las fuerzas auténticamente democráticas y antineoliberales en el régimen postdictadura. Es la percepción popular la que cuenta. Los ataques de la prensa oligarca, de la derecha oficialista y de los partidos de la ex Nueva Mayoría son parte del conflicto político.
Habrá que tomar nota eso sí del proceder de las fuerzas que se consideran de “izquierda” y de “centro”, evaluar bien el apoyo del Partido Comunista en este caso, estudiar las correlaciones de fuerzas y darse, de manera prioritaria, la tarea de construir movimientos sociales en lucha fuera de la institución parlamentaria. Pues son ellos y sus luchas los que democratizan las estructuras e imponen cambios legales.
El diputado Giorgio Jackson fue claro al afirmar al respecto que “en este caso con el protocolo que sacó el Ministerio de Salud, vamos a estar ahí para defender los derechos que las mujeres conquistaron a través de una ley”.
Vendrán duros debates. El cierre de una empresa multinacional (Maersk) en San Antonio es un pretexto de las fuerzas neoliberales para culpabilizar a los trabajadores (editorial de El Mercurio) y ablandar al sindicalismo respecto al proyecto piñerista de atacar los derechos sindicales para favorecer a la oligarquía empresarial dirigida por Alfonso Swett y Bernardo Matte Larraín.
El diputado del Frente Amplio Diego Ibáñez por su parte, del Movimiento Autonomista, da una respuesta clara a los desafíos de esta fuerza política del FA en el plano institucional al decir: "Tenemos un potencial tremendo para conjugar la épica de los movimientos sociales y la ciudadanía activa con un moderno partido de izquierda cuyo desafío sea unir y no seguir fragmentando, y con un objetivo que es hacer retroceder el neoliberalismo".
Escrito por Leopoldo Lavín Mujica