Noviembre 16, 2024

Brasil conmocionado por el asesinato de la concejala Marielle Franco

Marielle Franco, popular concejal de Río de Janeiro del Partido Socialismo y Libertad (PSOL), quien denunció la acción de policías militares en las favelas de esta ciudad, fue asesinada la noche del miércoles de cuatro disparos en la cabeza, informó la policía este jueves.

 

 

El crimen conmocionó a Brasil, provocó protestas multitudinarias y reacciones virales en redes sociales, además de que planteó dudas sobre la efectividad de la seguridad pública a cargo de las fuerzas militares desde hace un mes en esta ciudad, por orden del gobierno del presidente Michel Temer.

El ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva declaró que el homicidio de Franco fue un golpe a la democracia del país.

Temer calificó el asesinato de inadmisible y lo consideró un atentado contra la democracia y el estado de derecho.

El ministro de Seguridad Pública, Raul Jungmann, condenó el crimen bárbaro que trata de silenciar a una persona que defendía a las comunidades de Río, pero se abstuvo de hablar de posibles culpables.

Miles de ciudadanos, políticos y diversas personalidades expresaron su dolor por la muerte de la concejal, de 39 años, y de su chofer, Anderson Pedro Gomes; ambos recibieron al menos nueve tiros cuando se desplazaban en un vehículo por el centro de Río. Una asesora de Franco sobrevivió y pudo declarar cómo ocurrieron los hechos.

La tarde de este jueves, el féretro fue conducido al cementerio de Cajú con la familia de Franco, mientras en el centro de Río, los manifestantes, muchos vestidos de negro, fustigaron a la Policía Militar (PM), acusada frecuentemente de abusos y de corrupción, y pidieron el fin de la intervención que Temer decretó hace un mes para frenar una ola de inseguridad.

Franco denunció un incremento de la violencia policial en las favelas. Hace dos semanas, Franco asumió la función de relatora de la Comisión de la Cámara de Concejales de Río, creada para vigilar la actuación de las tropas a cargo de la intervención, algo sin precedente desde el retorno de la democracia, en 1985.

Foto

El 10 de marzo la concejal denunció en las redes sociales una operación policial en la favela de Acarí.

Con la presencia del músico y escritor Chico Buarque frente a la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro, la multitud estalló en gritos de Fuera Temer. Las protestas se extendieron a ciudades como Sao Paulo.

No acabó, debe acabar, yo quiero el fin de la Policía Militar, coreaba la multitud. El compositor y cantante Caetano Veloso entonó en Twitter: Estoy triste, tan triste, muy triste, guitarra en mano.

De las pocas veces que me falta la voz (…) Toda muerte me mata un poco. Mujer, negra, lesbiana, activista, defensora de los derechos humanos. Marielle Franco, su voz tendrá eco en nosotros. ¡Gritemos!, escribió la cantante brasileña Elza Soares.

La ola de repudio fue creciendo conforme las horas pasaban y trascendió las fronteras de Brasil en el transcurso de la jornada.

Repudio de Evo Morales

Figuras políticas como el presidente de Bolivia, Evo Morales, y la ex gobernante de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, también condenaron el asesinato, al igual que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas en Brasil y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Exigimos que Brasil realice una rápida y efectiva investigación que establezca las responsabilidades materiales e intelectuales del asesinato de la defensora de los derechos humano Marielle Franco, y sancione a los responsables, tuiteó la CIDH.

Muchos rindieron homenaje retuiteando publicaciones previas de la concejala, quien un día antes denunciaba el homicidio de un joven en Río de Janeiro y preguntaba: ¿Cuántos más tendrán que morir para que esta guerra acabe?

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