El senador Iván Cepeda Castro, perteneciente al Polo Democrático, en calidad de miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta, hace algunos había realizado una visita a cárceles de Colombia, y junto con comprobar en terreno el inhumano trato a los internos, tuvo ocasión de entrevistarse con dos paramilitares que cumplían una condena de varios años por delitos de lesa humanidad, Juan Guillermo Monsalve y Pablo Hernán Sierra, quienes dieron al senador Cepeda algunos detalles del actuar del grupo paramilitar Bloque Metro, como los hechos criminales perpetrados por los hermanos Uribe Vélez, Santiago y Álvaro, y los Villegas Uribe, Luis Alberto y Juan Guillermo.
El ex Presidente de la República y actual senador, Álvaro Uribe, ha acumulado más de 250 procesos por su relación con los paramilitares, como también por los ilícitos cometidos cuando era gobernador de Antioquia y como Presidente de Colombia, durante dos períodos consecutivos. Estas causas se encuentran acumulados en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes, pero temporalmente archivadas.
Desde el 2014, el juez Gustavo Malo tiene también paralizada el expediente contra los hermanos Uribe Vélez, y el único que está preso por otra causa distinta es Santiago Uribe por el asesinato de un camionero.
Álvaro Uribe se hizo elegir senador para ampararse en el fuero, frente a la ofensiva del Poder Judicial. Durante su gobierno ya había tenido fuertes choques con el Magistrado Juan Velásquez, quien estaba a cargo de “los falsos positivos” causa que, hasta el momento ha llevado a prisión al ex Director del DAS, General Naranjo, (Uribe utilizaba los organismos de inteligencia para perseguir a sus enemigos políticos y proteger a sus propios paramilitares).
Uno de los cuarteles del paramilitarismo era la Hacienda Guacharaca, perteneciente a la familia Uribe Vélez.
El actual senador Uribe Vélez, hasta ahora, había logrado zafar fácilmente, y sus delitos estaban quedando impunes, pero cometió un error que le puede resultar fatal: indignado por las acusaciones del senador Cepeda y su colusión con el paramilitarismo, acusó al senador Cepeda de haber manipulado a los testigos en su contra, entre ellos Pablo Hernán Sierra y Juan Guillermo Monsalve. Los jueces de Corte Suprema realizaron una investigación muy exhaustiva sobre el caso, llegando a la conclusión de que el senador Cepeda sólo cumplió con su deber como miembro de la Comisión de Derechos Humanos del Senado, luego de entrevistarse con paramilitares presos. Los jueces Barceló, Castro y Hernández entregaron un Informe, de más de 200 páginas, documento en el cual declaraban inocente al senador Iván Cepeda y proponían una investigación en contra del senador Álvaro Uribe por presunta manipulación de testigos.
Uribe, que aún se siente dueño del país y apoyado por la parte más reaccionario de la población, no creyó, en ningún momento, que los jueces del máximo Tribunal fueran a tener el valor de iniciar una causa en su contra que, de comprobarse la autoría de los delitos por los cuales se le acusa, tendría de cinco a siete años de prisión por cada uno. De todas maneras, se ser encontrado culpable, Uribe se convertiría en un muerto cívico, es decir, perdería el derecho a votar y ser elegido.
Los jueces dieron el pase se intervinieran los teléfonos de varios testigos utilizados por Uribe para injuriar a Cepeda. Los colombianos llaman “chuzada” a la intervención de teléfonos y ya llevan más de 200 grabaciones de diversas conversaciones telefónicas entre Uribe y sus cómplices y entre estos entre sí. El senador Cepeda sostiene, rotundamente, que el celular de Uribe no ha sido intervenido, y que descubierto por llamadas del senador Uribe a sus cómplices.
La “chuzada” que más ha llamado la atención fue una conversación entre Uribe y Juan Guillermo Villegas Uribe, (al parecer, un reclutador de falsos testigos).Uribe, con “buen vocabulario”, le dice a su socio que tenga cuidado, pues su teléfonos están intervenidos “por unos hijos de puta”,( virginal manera de expresarse para un “paisa tan bien educado”).
Cabe preguntarse cómo supo Uribe Vélez que los teléfono de sus secuaces estaban intervenidos, salvo que tenga capacidades del más allá, o bien, tenga espías que le filtren lo que se dice y hace en la Corte Suprema.
En plena campaña electoral colombiana para parlamentarios y Presidente de la República, Uribe no podrá, por un prepotente que se haya mostrado hasta ahora, evitar el escándalo. Ya en un video, de siete minutos de duración, cometió dos errores graves, deslizando que había que manipular la Prensa; apenas se dio cuya de su imprudencia, cambió inmediatamente la frase, (todos recuerdan el subconsciente, de Freud que, en ocasiones, vence la censura y el paciente dice lo que realmente piensa).
Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)
21/02/2018