El secretario de Estado estadunidense, Rex Tillerson, planteó el jueves la posibilidad de que militares venezolanos decidan derrocar al presidente Nicolás Maduro, aunque dijo que no sabe si realmente va a ocurrir.
En un discurso en la Universidad de Texas en Austin antes de un viaje a México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, insistió en que el gobierno del presidente Donald Trump no promueve un “cambio de régimen” en Venezuela, pero destacó que sería “más fácil” si Maduro decidiera abandonar el poder por su propia cuenta.
Tillerson predijo que habrá “un cambio” en Venezuela y destacó que Estados Unidos desea que sea pacífico. “En la historia de Venezuela y los países de América del Sur, muchas veces los militares son agentes de cambio cuando las cosas están muy mal y los líderes ya no pueden servir al pueblo”, sostuvo.
“Si este será el caso o no, no lo sé”. Tillerson dijo que Maduro debe respetar la Constitución y agregó que si las cosas se ponen complicadas para el mandatario venezolano, “estoy seguro de que tiene algunos amigos en Cuba que le darán una linda casa en la playa”.
Además, señaló que el gobierno de Venezuela es un “régimen corrupto y hostil” y que Estados Unidos seguirá ejerciendo presión sobre la administración de Maduro.
“Presencia creciente” de China y Rusia en AL
En otro tramo de su discurso, Tillerson advirtió a los países de América Latina de una dependencia excesiva en sus lazos económicos con China y argumentó que la región no necesita nuevos poderes imperiales.
“Hoy China se está estableciendo en América Latina. Está usando el poder económico para llevar a la región bajo su órbita, la pregunta es a qué precio”, dijo en Austin, en ruta a México. El secretario de Estado dijo que ahora China es el principal socio comercial de Chile, Argentina, Brasil y Perú, y remarcó que instituciones fuertes y gobiernos responsables deben asegurar su soberanía ante “actores potencialmente predadores” que llegan a la región.
“Si bien esta relación comercial ha traído beneficios, las prácticas comerciales injustas (…) también han dañado a los sectores manufactureros de estos países, generando desempleo y menores salarios para los trabajadores”, destacó. “América Latina no necesita nuevas potencias imperiales que únicamente buscan beneficiar a su propia gente”, sostuvo, antes de afirmar que la presencia de Rusia en la región es “alarmante”.