Noviembre 16, 2024

La profunda crisis de la democracia liberal

Esta forma de gobierno liberal, hasta ahora dominante en el planeta, está teniendo la crisis más grande desde sus inicios en 1776 en los Estados Unidos de América. En los últimos diez años, el número de países gozando del tipo de democracia occidental, ha disminuido estrepitosamente.

 

 

El número de sociedades que han sufrido una drástica disminución en los derechos políticos y en las libertades civiles ha más que duplicado el número de países que han tenido algunas mejoras en sus prácticas democráticas. Todo este gigantesco cambio politológico se documenta en un informe titulado “Informe sobre la libertad en el mundo”([i]). Pero aun más importante que la tendencia anteriormente mencionada, es el hecho que los Estados Unidos, el creador principal de esta forma de gobierno, ha decidido dejar de impulsar y proteger al modelo de democracia occidental. Esto está documentado por cientos de ejemplos y nuevas políticas discutidas por Michael J. Abramowitz, quien es presidente de la organización llamada “Freedom House” que publica el informe anual sobre las condiciones y el estatus de la libertad en el planeta.

 

Abramowitz señala con suma preocupación, que la actual elite política estadounidense bajo el liderazgo del Presidente Donald Trump, está abandonando la democracia liberal y adoptando una política nacionalista. El potente grito ahora es “America first” y esto se complementa con políticas aislacionistas. El gobierno estadounidense ha dejado de financiar decenas de instituciones estatales dedicadas a la promoción de la democracia occidental en el mundo. También se ha dejado de financiar programas pro-democracia, manejados por organismos no gubernamentales. También se ha dejado de promover y financiar programas pro-democracia implementados por organizaciones internacionales tales como Naciones Unidas, el Fondo Monetario, y el Banco Mundial. Pero lo más grave de todas estas políticas es que el Presidente Trump está empeñado en eliminar uno de los pilares principales de la actual política de globalización liberal. Este pilar está basado en el libre movimiento de personas entre países y continentes. Trump también ha empezado a atacar a otro pilar de la actual globalización tales como lo son los tratados de libre comercio y junto a eso ha dejado de dar financiamiento y apoyo a organizaciones internacionales dedicadas a la promoción del comercio mundial. De esta forma se están socavando las bases fundamentales del modelo creado por la revolución estadounidense de 1776 y luego fortalecida por todos los presidentes que han gobernado dicho país en el siglo XVIII, XIX, XX y comienzos del siglo XXI.

 

Al mismo tiempo que ocurren estos trascendentales cambios, Abramowitz señala que los países autoritarios y estatistas, tales como China y Rusia, han aprovechado la oportunidad para profundizar los modelos antidemocráticos incrementado la represión interna y también tratando de exportar este modelo estatista y antiliberal por todos los rincones del planeta. El ejemplo de estos dos gigantes asiáticos y antiliberales está siendo imitado por muchos países de Europa (particularmente el este europeo), África, Asia y América Latina. Toda esta tendencia antidemocrática se ha transformado en una marea imparable que ha hecho retroceder los avances de la democracia liberal alcanzados después de la destrucción de la Unión Soviética en 1990. Al parecer ahora, el fin de la historia se traduce en el fin del modelo democrático liberal. Se señala con alarma, que ahora países de todos los continentes, están imitando formas de gobierno represivas, impuestas y ayudadas por los dos gigantes asiáticos. Recientemente el Presidente Xi Jinpingproclamó que China está creando un nuevo camino para el desarrollo planetario. Parte de esta idea, está conformada por la creación de cinco gigantescas nuevas rutas de la seda que pronto unirán a China con todos los países del planeta. Este nuevo camino chino esta especialmente diseñado para ser usado por países subdesarrollados que desean liberarse del yugo occidental y así por fin alcanzar el desarrollo propio. Este nuevo camino en sus aspectos políticos incluye la centralización del poder, el rol principal del Estado en los procesos de desarrollo socioeconómico, la politización de las cortes de justicia, la intolerancia hacia las opiniones de la burguesía, la censura de la prensa burguesa y el manejo y la manipulación de las elecciones. En otras palabras, el nuevo mensaje al planeta es que se acabó la división de poderes entre el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Se argumenta que este truco liberal, fue inventado por los burgueses con el principal motivo de mantener a la inmensa mayoría pobre sin poder político para aliviar sus problemas existenciales. Se argumenta también que este mecanismo de poder dividido,  sólo sirve a los súper ricos para oprimir a las grandes mayorías y así explotarlas a su antojo. Se alega que también se dio fin al llamado “Estado de derecho”. La constitución y las leyes, ya no son supremas. La supremacía ahora está en los cuerpos dirigentes del partido en el poder. Es el partido el que hace la constitución y la ley y se gobierna para  la mayoría popular. Las clases burguesas sólo tienen libertad para emprender y manejar empresas productivas pero no tiene ninguna posibilidad de participar en la dirección política del país. El capitalista o empresario que no entiende este fundamental principio es puesto en prisión y si reincide es físicamente eliminado. Las decisiones políticas fundamentales sólo pertenecen a los líderes del partido dominante. Esta forma de gobierno autoritaria no sólo se da en China, sino también en Rusia, Turquía, Paquistán, Irán, Vietnam, Corea del Norte, Cuba, países de la Europa oriental y algunos países africanos y latinoamericanos.  El área del planeta bajo sistemas autoritarios crece constantemente, mientras el área de la libertad, se reduce inexorablemente.

 

Pero lo que es peor para la ideología liberal, son tendencias de profunda importancia y que ya se están manifestando hoy día. En otras palabras, lo peor para el liberalismo occidental es el futuro y lo que está por venir.  Para los liberales, este futuro se ve negro como la boca de un lobo. La inmensa mayoría de la gente joven del planeta, no tiene interés en la libertad y el emprendimiento individual. Los jóvenes tienen escaso conocimiento y memoria, de las largas luchas contra el fascismo, el comunismo y el totalitarismo. Los jóvenes han perdido su fe en el proyecto democrático liberal. La idea misma de la democracia y de su promoción se ha corrompido hasta sus cimientos, y sólo ha quedado un enorme pantano corrupto. Es de este pantano de donde sale la actual apatía de las nuevas generaciones hacia la democracia liberal.

 

El grito de guerra de los liberales, primero los Estados Unidos y más tarde Francia, eran las tres palabras mágicas de libertad, igualdad y fraternidad. No obstante, después de casi dos siglos y medio de democracia liberal, los únicos que verdaderamente tienen libertad real son los súper ricos, representando al 1% de la población y la burguesía acomodada representando el 19% de la población. La libertad no llega a la mayoría de la población y tampoco llega la riqueza. Por lo tanto la verdadera libertad, sólo ha llegado a un mínimo número de ciudadanos y la enorme mayoría sobrevive endeudada y recibiendo sueldos miserables. El Estado de Bienestar que se impuso en occidente a partir del siglo XX y que prestaba buenos servicios de salud, educación, vivienda, previsión social, transporte y otros servicios básicos para las grandes mayorías, ha dejado de existir en todo el planeta y la única excepción a esta catástrofe política es Alemania y los países escandinavos.

 

La igualdad no existe en ninguna parte del planeta. Los ricos tienen casi todo, y la inmensa mayoría tiene sólo deudas. Se ha vuelto así a la semi-esclavitud económica que se produjo a finales del siglo XIX. La fraternidad por su parte, es sólo un chiste de mal gusto. Fuera de los países escandinavos y Alemania, la cohesión social y el espíritu de comunidad no existen en los países aun dominados por el liberalismo.  El individualismo enfermizo, el consumismo desatado y la envidia generalizada, han destruido cualquier espíritu de fraternidad en occidente. Es por todas estas razones que se ha destrozado el sueño de la juventud en los países occidentales y esta juventud no tiene ningún amor ni apego por la democracia liberal y burguesa que aún los gobierna. Todo esto no significa otra cosa sino la futura muerte del modelo político que nació a fines del siglo XVIII. El futuro político del planeta tendrá así, muchas semejanzas con el actual modelo chino.

 

Lo único que se podría agregar al brillante análisis del profesor Abramowitz, es que   se equivoca cuando señala que Rusia y China están activamente promoviendo su modelo estatista y autoritario en distintas partes del planeta. Ninguna de estas grandes potencias necesita promover su modelo político. Ello no es necesario ya que el actual presidente de los Estados Unidos, está haciendo un excelente trabajo en la tarea de desacreditar las ideas liberales que son la base de la constitución estadounidense.

 

 


[i]Ver “2017 was (another) really bad year for freedom: Report”. En CNN Fareed’s Global Briefing. January 16, 2018.

 

 

 

F. Duque Ph.D

Cientista Político

Puerto Montt, 17 de enero de 2018

 

 

 

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