“Por ello , sobre la base de cuatro elementos explicativos (el proyecto interno dominante, los estilos de diplomacia, el contexto internacional y la condición de dependencia transnacional), aquí se sostiene que el aislamiento político internacional experimentado por el gobierno chileno desde septiembre de 1973 es el resultado directo de: 1) el establecimiento de un proyecto interno autoritario caracterizado por una severa restricción de la participación política y los derechos humanos; 2) la configuración de un controvertido estilo de diplomacia pretoriano-ideológico que contrasta con el estilo civil-pragmático que tradicionalmente predominó en la diplomacia chilena, y 3) la prosecución de una política exterior marcadamente anticomunista en un contexto mundial distinto al esquema bipolar de ‘guerra fría’”. (*)
¿Reconoce este texto señor Muñoz? Seguramente sí, pero no debe estar muy seguro de querer que se lo recuerden, pues usted y su gobierno, están llevando a cabo una política exterior copiada al calco del texto en que en el que se critica la política exterior de la dictadura cívico-militar; veamos:
1) El proyecto “interno autoritario” sigue vigente con la Constitución pinochetista y, por si usted no se había dado cuenta, se lo acaba de recordar la excelente Ministra de Relaciones Exteriores (qué envidia) de Venezuela en que insta al gobierno de Chile a realizar una Asamblea Constituyente, para “remover las bases constitucionales dictadas por Pinochet”. Respecto a “la restricción de la participación política y los derechos humanos”, sólo le recomiendo, señor Muñoz, informarse de lo que sucede en su propio país, ya que es sólo corolario de lo anterior.
2) “La configuración de un controvertido estilo de diplomacia pretoriano-ideológico”. No me cabe duda que cuando usted, don Heraldo, escribió este texto, estaba anhelando llegar a ser ministro de relaciones exteriores, para implementar ese mismo e idéntico estilo de diplomacia; ¡Aleluya! “mis ilusiones lograron hacerse realidad”, y qué suerte la suya, señor ministro, por esas cosas del destino, se habían dado exactamente las mismas condiciones de la época sobre la que usted hacía el análisis: nada había cambiado.
3) “La prosecución de una política exterior marcadamente anticomunista”. ¡Qué volada más alucinante! Esta política es la que más satisface su afición democrática, ¿no es cierto señor Muñoz? Obvio, si nadie la habría podido llevar a cabo tan efectivamente y con tanta devoción, veneración y fervor, si no era un estilo de personajes tan servil y rastrero.
Entonces, señor ministro, por qué no se calla, y se abstiene de seguir dejando en ridículo al país y, especialmente al pueblo de Chile, que no comulga con su política injerencista, utilizando un cargo para el que los chilenos no lo hemos elegido y sólo ha sido designado por un gobierno obsecuente a los dictámenes del Departamento de Estado. Le recuerdo, por si no lo sabe, que este vasallaje quedó demostrado cuando se hicieron públicos los cables de wikileaks, que revelaban las intervenciones del gobierno yankee -y el consiguiente servilismo de Bachelet-, en la aprobación de la termoeléctrica Campiche; y el cable del entonces embajador de Estados Unidos, sobre “dar a Chile el liderazgo, pero sin hacerlos parecer que son nuestras marionetas o representantes”.
Usted se ha ensañado contra Venezuela, coludiéndose para tal efecto con los representantes de lo más granado del cinismo, la hipocresía, la corrupción, en suma, la abyección política de América Latina:
Enrique Peña Nieto: más de 100 mil desaparecidos; su gobierno metido hasta las masas en el asesinato de los 43 jóvenes de Ayotzinapa; no pasa semana en que en México no asesinen a un periodista.
Michel Temer: golpista, y corrupto, (le han enjuiciado a más de la mitad de su gabinete), los trabajadores le paralizaron el país hace apenas unos días y él sigue con su política ultra neoliberal.
Mauricio Macri: La dirigente, social, política e indígena argentina, Milagro Sala, además ex diputada provincial (Jujuy), permanece detenida por más de un año sin ser condenada a prisión efectiva. ¿Derechos Humanos? ¿Tendrá un dejo de preocupación el señor Macri, por la ola de femicidios que se han producido en su país, además de los altos índices de pobreza e indigencia que han aumentado desde que él asumió?
Estos tres tartufos, son sólo un ejemplo, pues podría continuar con los gobiernos de Honduras, Guatemala, Paraguay, Perú, etc.
Usted señor ministro, ha dicho que cuando el presidente de Bolivia, Evo Morales, critica a Chile, es para desviar la atención de su pueblo, porque tiene problemas en su propio país. ¿Y cómo andamos por casa? Usted sólo mira para el exterior, una forma de esconder la cabeza como el avestruz, pero le voy a contar que Chile hace agua por los cuatro costados:
Casi 25 mil personas en lista de espera murieron en 2016: 22.459, esperaban una primera consulta; 2.358, una cirugía. Chile, adalid de los Derechos Humanos.
Once mapuche están presos hace más de un año, (en prisión preventiva), sin que se les haya podido presentar prueba alguna para culparlos; sólo una declaración efectuada bajo tortura, de la cual el responsable se ha desdicho. Chile, adalid de los Derechos Humanos.
La corrupción corroe hasta los más profundos cimientos del Estado (ilegal e ilegítimo): políticos, empresarios, sindicatos, iglesia, carabineros (la reserva moral de la patria), militares.
El Poder Judicial que hace justicia cuando se le da la gana o cuando la Constitución se lo permite.
El Congreso en la inutilidad absoluta: sus congresistas preocupados sólo de las elecciones y de cómo voy ahí, en las listas parlamentarias.
El Gobierno, en estado crepuscular, en manos de un ministro de Hacienda que hace y deshace con actitud neoliberal, la que desarrolla con gran devoción y singular entusiasmo. Trabaja de sol a sol, con el objeto de que no se le vaya a escapar ni una coma que no sea ultra neoliberal.
Resumiendo, señor ministro de Relaciones Exteriores de Chile, ¿por qué si en lo más recóndito de su alma, desea ser recadero, vocero y representante del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, no renuncia a tan digno cargo que, por supuesto, no se merece, y le pide a su íntima amiga y compañera de curso en la Universidad de Denver, señora Condeleeza Rice, ex secretaria de Estado de George W. Bush, que le consiga un puestecito de asesor en esa repartición que usted tanto venera? Por favor, no espere que termine el gobierno de la Presidente Bachelet, hágalo ahora mismo, el pueblo de Chile y los pueblos hermanos de la Patria Grande se lo agradecerán, pues con su actitud rastrera, lo único que ha hecho, es que a todos los ciudadanos de nuestro país, nos identifiquen con el gobierno, que sólo cuenta con el 20% de aprobación.
(*) Heraldo Muñoz, Las relaciones exteriores del gobierno militar chileno, PROSPEL-CERC, Las ediciones del Ornitorrinco, s/f., pp. 11-12.