Con algunas regiones en pleno disfrute de temperaturas primaverales, la mayoría de los potenciales electores parecía darle la espalda a los comicios municipales que se desarrollan en todo el país. Los esperados índices de abstención se cumplían a mitad de jornada, en una respuesta clara de la ciudadanía al quehacer de la clase política, a la vez que para muchos analistas las elecciones marcarán el futuro de la Nueva Mayoría.
La presidenta Michelle Bachelet deslizó con claridad que estará muy atenta a lo que diga la población este domingo en las urnas.
A poco más de un año de los comicios presidenciales, la proyección hacia el Palacio de La Moneda se va decantando entre dos ex mandatarios, Ricardo Lagos, cercano a Bachelet, y el derechista Sebastián Piñera, quien tiene más simpatías.
Pero el propio Lagos bajó un tanto las expectativas al subrayar que las municipales no son un indicador de lo que sucederán en la puja por el sillón presidencial a finales de 2017.
Esta es una elección municipal, cada ciudadano piensa en lo que es mejor para su comuna, ya habrá tiempo para lo otro, comentó el ex gobernante quien ya eligió a su jefe de campaña, el ex ministro de Energía Máximo Pacheco.
Después de ejercer su derecho al sufragio, Bachelet, por su parte, reiteró la necesidad de convocar ‘a que asista la gente a llenar las mesas y luego a votar, porque si uno no vota, hay otros que ejercen las decisiones por uno’.
A priori, el punto fuerte de las elecciones se concentran en la alcaldía de Santiago, que plantea una reñida contienda entre la actual dueña del cargo, Carolina Tohá, de la Nueva Mayoría, y el centroderechista Felipe Alessandri.
Poco más de 14 millones de chilenos están convocados el domingo a las urnas para elegir a sus alcaldes y concejales, con los colores de los partidos de la Nueva Mayoría, expectantes ante los resultados.
Puede ser una oportunidad para la tampoco bien vista oposición de derecha, sumida en escándalos de corrupción, pero en sentido general los observadores apuestan a una tendencia a la abstención como castigo a la clase política.
De hecho, el temor general es la reiteración del porcentaje de electores ausentes en los comicios municipales o incluso una baja mayor a la de hace cuatro años, mucho más cuando graves errores atentan contra los resultados.
Encima, falta de consenso al interior de la Cámara de Diputados provocó el naufragio de un proyecto de ley que pretendía corregir el cambio de dirección de electores ante problemas informáticos surgidos.
Alcaldes y concejales de las 346 comunas del país austral serán elegidos el domingo. Hay 14 mil 454 candidatos, según informes oficiales, y a pesar de los contratiempos, la coalición Nueva Mayoría espera dominar los comicios.