El Banco de Inglaterra ha tomado conocimiento y aceptado que el sector de la construcción sufrirá una fuerte caída como consecuencia del Brexit, (salida del Reino Unido de la UE), con efectos que se están trasladando tanto a los precios como a los volúmenes según afirmación del nuevo vicegobernador del Banco, Sam Woods, comunicada en una audiencia en el Parlamento, agregando además que, la demanda futura de crédito bancario es “muy incierta” y que un sector inmobiliario débil podría reducirla aún más.
El Reino Unido ha sido considerada la segunda plaza financiera mundial y como tal, se ha tomado muy en serio el refrán que dice, “más vale ser cabeza de ratón que cola de león” al momento de evaluar y decidir su salida de la UE (Unión Europea), lo cual implica cancelar acuerdos y convenios que existían en diversas materias, exceptuando la adopción de la moneda única, el euro. El Brexit es un hecho relevante que merece un cuidadoso análisis, no obstante las críticas por desinformación que se pueda atribuir a los británicos por haber decidido dicha opción.
Los argumentos para sacar al Reino Unido de la UE., responden al núcleo ideológico del partido conservador donde se concentra la derecha económica inglesa, cuyo accionar está ligado a una cultura bancaria, económica y financiera que data de varios siglos, quizás la más antigua del mundo con un manejo que le permitió en el pasado formar un imperio que en el tiempo se fue desvaneciendo hasta llegar a las dimensiones que conocemos hoy. La característica para definirse como nación independentista, están dentro de los catalizadores para emprender una ruta con mayor flexibilidad y adaptarse a los fuertes cambios que se están produciendo en el mundo, dentro de un neo liberalismo que los obliga a reposicionar sus recursos dirigiendo su accionar hacia las áreas donde puedan tener ventajas. La excepción esta vez será un menor beneficio, acotado para la elite local, que se anticipa por el liderazgo de un nuevo Primer Ministro como, Theresa May, considerada como una de las políticas más duras y astutas del Reino Unido.
Que el Primer Ministro sea una mujer, evoca en algunos el recuerdo de la política seguida por Margaret Thatcher. La señora May, también es de carácter fuerte y firmes convicciones como para disponer el uso de armas nucleares si fuese necesario y para liderar un cambio hacia una re-creación del modelo económico que permita abordar la pérdida acelerada del Estado de Bienestar con recortes y facilidades empresariales. Sus escuetas palabras iniciales fueron, “Brexit significa Brexit…no debe haber intentos de permanecer en la UE, ni intentos para volverse a integrar por la puerta de atrás”, palabras que intentan mostrar algo de dignidad pero sin reflejo de optimismo.
La crisis que amenaza colapsar a la economía mundial es una realidad visible para todo el mundo, porque el contagio es el mismo que está confrontando a las grandes zonas económicas, Estados Unidos, Europa, Asia, los países emergentes y al resto del mundo obligado a seguir el juego. La descomposición económica y financiera proviene de una banca que ha invadido el mundo con US$ 2.000 billones fuera de control, lo que da una idea del porqué la decisión del Reino Unido para concentrar su esfuerzo y tomar a su cargo la negociación con los grandes bloques económicos, en especial con Estados Unidos, con el cual está unido por un eje geopolítico de larga data.
¿Qué nos está diciendo el Reino Unido con su salida de la UE? Que es mejor optar por una especie de realismo político y patriótico y ondear las banderas del proteccionismo nacional para hacer frente al exceso de dinero de casi US$ 22 billones creados por los bancos centrales, además de los giros hegemónicos, la monstruosa deuda, la irrupción de nuevas potencias económicas, el agotamiento de la economía de consumo en los grandes países desarrollados y las restricciones del modelo de crecimiento para abordar la finitud de los recursos naturales.
El Brexit significa una respuesta para impulsar las áreas donde tienen ventajas como las tecnologías industriales de alto valor agregado, los servicios profesionales altamente especializados, la micro industria sofisticada en salud o la electrónica de alto nivel que les permita acceder a los mercados regionales con mayor cercanía geográfica. El riesgo es alto, casi una apuesta, porque deberán negociar con Estados Unidos, la UE., China y sus grandes mercados donde nada es gratis. En palabras simples, crearon una forma de enfrentar la desintegración de la globalización, que de colapsar, tener la autonomía en sus manos les permitirá tomar medidas rápidas de contención.
Los plazos se están acortando para conocer si Estados Unidos se verá obligado a contener los excesos monetarios que se están volcando a precios, subiendo las tasas. Subir las tasas funciona contradictoriamente con la demanda de mantener liquidez en los mercados bursátiles para sostener la fuerte desproporción que se advierte entre el valor de la renta variable y la renta fija, especulación que hoy se reflejan en un Dow Jones y un S&P recalentados.
La parálisis del intercambio mundial en comercio no permite ser optimista con los resultados de las empresas norteamericanas, en especial si aumentan las tasas que hará subir el precio del dólar dificultando las exportaciones en medio de una fuerte guerra de monedas que se ha vuelto a intensificar. En el caso del Reino Unido, la salida de la UE trajo una devaluación de la libra esterlina, una ayuda transitoria al impacto de su salida. La guerra de monedas, como dijimos, afectará a EE UU, porque en las principales zonas económicas, se continuará bajando tasas y se anticipan nuevas emisiones de dinero.
Cambiar el eje negociador desde el imperio norteamericano hacia la influencia del gigante Chino no es solución, sólo será un cambio de lado dentro del mismo modelo neo liberal que no sobrevivirá en el tiempo, incluso bajo las particularidades de control político que emplea China, salvo por su mayor capacidad para prolongar el momento de la caída. La salida del Reino Unido es la certificación de un modelo económico que no funciona en ninguna parte del mundo. Es lo que nos están mostrando los británicos, su experiencia de 500 años en el negocio bancario les permitió crear una riqueza artificial con el truco de crear crédito de la nada. El problema es que todos ya aprendieron como hacerlo y el resultado está a la vista.
El crecimiento exponencial de la deuda y los intereses creados por créditos surgidos de la nada o por arte de magia, impuso por décadas una carga que no guarda relación con el crecimiento económico de la economía real, resultando una deuda que es imposible de pagar. Lo demostraron las recesiones del 2008, 2000 y las anteriores, cuya característica común en todas ellas fue concentrar la riqueza en una minoría elítica. Cumplido el objetivo máximo del neo liberalismo, se acerca el fin de la historia económica del modelo neoliberal. Los cambios que se están produciendo en el mundo están rompiendo los monopolios de las plazas financieras, de los commodities, de los mercados energéticos, la concentración del oro, la plata, etc., con ventajas transitorias para China por sus volúmenes que sólo en acero produce el 50% de la producción mundial y su constante devaluación del yuan a un ritmo de 12% anual, pese a lo declarado por sus autoridades que no harían.
No podemos dejar de mencionar la visita de Ben Bernanke a Japón, donde se preparan para inyectar más dinero, del tipo helicóptero y desarrollar un nuevo experimento monetario como es eliminar la deuda, lo que pudiera ser un ejemplo a ser seguido por Estados Unidos, debido a un comentario del miembro de la Fed de Cleveland y del FOMC, Loretta Mester, quien empresó, “Así que es mi punto de vista (dinero helicóptero) sería una especie del siguiente paso si alguna vez nos encontramos en una situación en la que queríamos estar más acomodaticios”.
El Reino Unido, además de anunciar nuevas medidas para después del informe que preparan para el 4 de Agosto, ya realizó una inyección de £ 300.000 millones de libras después del Brexit, y redujo en 15 % la tasa de impuestos a las empresas para evitar la estampida de las mismas. En este, “sálvese el que pueda”, no se debe omitir que la falsa riqueza creada con anotaciones de crédito por la banca privada a elevado su exposición a casi 100 veces la renta variable, incluidos los derivados. Sólo el Deutsche Bank tiene una exposición de deuda de 25 veces su capital, y si sumamos la exposición de la gran banca norteamericana, JP Morgan, Bank of America, Citigroup, los bancos Japoneses y los bancos chinos, existen argumentos de sobra para creer que están fuera de control los US$ 2.000 billones que señalamos más arriba.
La gota que rebasará el vaso caerá de las elecciones de Estados Unidos si eligen a Donald Trump como presidente. El discurso incendiario de Trump trae explicito un regreso a un nacionalismo, que tiene una curiosa coincidencia con la salida del Reino Unido de la UE. D. Trump cree que para volver a la grandeza del fallido sueño americano, se debe pasar por encima de moros y cristianos, detener a China, utilizar el carbón, el fracking y cancelar el acuerdo de París de energías limpias además de expulsar a los inmigrantes, en suma, incendiar la pradera, volver al nacionalismo.
Finalmente, en un intento por ser ecuánime y ver el vaso medio lleno, revisé información reciente emanada del Bank of America, que muy resumida dice. Los niveles de efectivo de los grandes gestores de fondos están en su nivel más alto desde 2001, es decir, no están invirtiendo por fuerte disminución al riesgo bursátil. Una encuesta registró la primera infra ponderación global de renta variable de la zona euro en tres años, un neto de 4% en comparación con un 26% del mes pasado, eso significa menor colocación en activos y caída del crecimiento. Las compras de protección frente a una fuerte disminución de las acciones han subido a un máximo histórico, no necesita explicación. El riesgo geopolítico (D. Trump) y el riesgo proteccionista son vistos como las mayores amenazas para la estabilidad del mercado financiero y eso lo dice el mercado.
Las acciones de los bancos mundiales han caído en medio de las preocupaciones por la volatilidad bursátil cuya exposición al riesgo ya mencionamos, además de un crecimiento más lento y nuevos recortes de tasas de interés, que se preparan con billones de dólares invertidos con intereses negativos. Como también explicamos, a contrario sensu, Estados Unidos tiene en agenda subir las tasas, lo que no parece posible este año. Italia cuenta con 500 bancos y una deuda toxica de € 350.000 millones y necesita ayuda urgente, a lo que debemos sumar el riesgo de la salida del Reino Unido cuyos efectos reales se percibirán en 6 a 8 meses más. Con el oro cotizando US$ 1.333 la onza, verdaderamente es muy difícil ser optimista.
Mario Briones R.