Noviembre 16, 2024

El sistema monetario neoliberal está construido sobre una ilusión

Los acontecimientos económicos y financieros no dejan duda que la actual crisis económica mundial es monetaria y depende de las decisiones que toman los grandes bancos centrales, entidades que tienen grandes vinculaciones ideológicas con el sector privado, considerando que su institucionalidad proviene de bancos privados, como la FED de Estados Unidos.

 

 

Aun cuando se encuentra organizada por actas federales, la capacidad de los Bancos Centrales y de la banca privada para crear y mover enormes sumas de dinero, ocurre bajo la formalidad de una supuesta neutralidad técnica, sin embargo, la orientación de su política monetaria tiene el sello de la ideología monetarista, de la cual Milton Friedman fue un gran impulsor, que se puede sintetizar con la expresión, “los mercados regulan todo para el bien de todos”. Varias décadas después el mundo está sumido en una crisis mayor. Quizás se está diluyendo el imperio de las fronteras geográficas, un cambio de estilo manejado del “poder en la sombra” y sus  grandes corporaciones mundiales, que han superado las fronteras para controlar la riqueza mediante la banca.

 

Explicar el accionar repetitivo de la política financiera de los bancos centrales y su negación hacia otras formas de conducir su accionar, tiene que ver con políticas que son funcionales para enriquecer al segmento del 1% de los más ricos, cuyo ADN político económico/financiero no reconoce el costo social derivado del modelo respecto de las implicancias humanas. El dolor, el sufrimiento, el hambre, etc., no se tranzan según las leyes del mercado. Para la doctrina neo liberal, como lo propuso A. Smith, los pobres son un designio de Dios, y los ricos nacen tocados por la gracia divina para poseer y administrar la riqueza como un don natural.  Algunos consideran el sistema financiero y monetario “ahora  más grandes que nunca para caer”, casi como una institucionalidad ligada a la naturaleza planetaria, es decir, un designio superior asentado en la Tierra con fastuosos edificios, tal cual templos sagrados cuyo poder no pueden ser tocados ni objeto del juicio de la gente, aun en regímenes democráticos.

 

No tiene mucho sentido profundizar en la política inglesa para explicar la salida del Reino Unido o “Brexit”, ni como ello se tornó en un bumerán para el primer Ministro David Cameron. El sentido lo pone el empresariado que dijo a David Camerón, el país ya no puede absorber más inmigración. El Brexit tiene que ver en cómo actúa el “poder en la sombra”, en este caso, la extrema derecha económica neo liberal Inglesa. Se puede considerar el Brexit, como una salida  movida por intereses monetarios, lo cual requiere romper las ataduras económicas, financieras y físicas con la UE.  El objetivo de cerrar las fronteras a la inmigración, se debe a que los países desarrollados, como el Reino Unido, o la política que promueve Donald Trump para EE UU., no pasa por re instalar el empleo industrial ni la manufactura, son empleos que hoy ocupa China con menores costos. A medida que avanza la crisis, los países desarrollados cerrarán más fronteras, su hacer estará centrado en el ámbito financiero y el poder del “dinero”.

 

Las personas de la clase media y baja en el Reino Unido, como en todas partes del mundo donde se aplica este modelo, está siendo demolida por la desigualdad, esa que empobrece y presiona a las masas hasta convertirlas en dóciles adherentes del poder, esterilizando el sindicalismo. El “poder en la sombra”, opera a través de la banca y de las grandes corporaciones con tentáculos en todo el mundo. Esta nueva forma de ejercer el imperio transfronterizo tiene por objeto tomar la riqueza que resta del mundo con mega corporaciones que mueven más dinero que los propios países donde operan, imponiendo tratados como el  TTIP, que las libera de cualquier tipo de regulación en el campo laboral, sindical, fiscal, económico, financiero y medioambiental, pasando por sobre la legislación local.

 

En los últimos 15 años, cerca de 60.000 fábricas en Estados Unidos han cerrado y más de 4.8 millones de empleos en la manufactura han desaparecido. La población esperanzada en “el sueño americano” ha pasado a vivir “la pesadilla americana”, esa que tiene a casi 47 millones de estadounidenses viviendo en la pobreza. Los efectos en los países emergentes y de mayor pobreza han sido desastrosos  y anticipan grandes conflictos sociales. Los políticos locales que se corrompieron ante el gran capital, con el argumento que se abrirían grandes mercados donde exportar, fue una excusa para avalar el ingreso de las grandes corporaciones y la humillación de sancionar a su propio país, con tribunales designados por las misma corporaciones, para dirimir las controversias de los tratados.

 

El Senador Bernie Sanders tiene a su haber conocer por muchos años su país y escribió un artículo en el “The New York Time”, donde dice, “La economía mundial no está funcionando para la mayoría de las personas en nuestro país y del mundo. Este es un modelo económico desarrollado por la élite económica en beneficio de la élite económica”.  Todo esto suena muy bien dicho en términos generales, por eso debemos explicar los detalles de lo que hemos  mencionado, señalando cual ha sido la forma construida por el neo liberalismo para acumular la riqueza.

 

Varios siglos han pasado hasta convertir la “necesidad” de tener un medio de pago como “dinero”, en un producto de mercado que facilite las transacciones y el intercambio de bienes y servicios  entre los individuos, para lo cual se creó la moneda. En artículo anterior hablamos de la diferencia entre dinero y moneda. El dinero tiene un valor intrínseco en sí, una cabeza de ganado, una cantidad de oro, plata, etc. Puede ser dinero una moneda si tiene respaldo en oro u otro valor con baja variabilidad de valor en el tiempo, de lo contrario, se trata de dinero fiduciario como el dólar, un documento de papel (que depende de la confianza), pero que en sí no tiene valor alguno.

 

Antiguamente los orfebres guardaban el oro o la plata de los viajeros por seguridad mientras viajaban, entregando un certificado que acreditaba la existencia de un depósito en oro que podía convertirse en oro de inmediato. Hasta que crearon los bancos para guardar el dinero, descubriendo que podían prestar parte del dinero ajeno, que permanecía en depósito y que no todas las personas ocupan en un momento determinado ni todos a la vez. Esta particularidad dio origen al interés. Sobre el particular, es muy didáctico y esclarecedor lo que señala el profesor de economía alemán, Dr. Bernd Senf,  “El interés y el interés compuesto provocan que los patrimonios crezcan de forma exponencial.  Con un interés compuesto del 5% se dobla la suma transcurridos 15 años. Después de 15, 30, 45, 60, 75, 90, 105, 120, 135, 150 años, un euro (€ 1) se transforma en €2, € 4, € 8, € 16, € 32, € 64, € 128, € 256, € 512, € 1.024, la cifra exacta después de 150 años sería de € 1.507 euros”, y reitero es solo un euro.

 

El problema es que el crédito provoca un crecimiento con igual intensidad en las deudas de las empresas, las familias o el Estado. Lo que para un inversionista es patrimonio o capital invertido, para otros, es deuda. La economía real tiene que mantener el equilibrio con la deuda y los intereses que se deben pagar, con crecimiento del PIB, que también debería crecer en forma exponencial, lo que es imposible. El PIB valorado en dinero, se denomina Renta Nacional, de la cual se rebaja una parte cada vez mayor para pagar deuda e intereses, lo que disminuye la renta nacional, que sale de la economía real, al bolsillo de la elite dueña del capital y la banca. Como disminuye la renta nacional, baja el consumo de las personas lo que genera menos ingreso a las empresas, las que se defienden disminuyendo el producto, los salarios y recortando empleos, es decir, el círculo de la deflación.

 

El crecimiento de la deuda no es accidental, sino un objetivo buscado para generar grandes utilidades, por eso los países están endeudados en dos o más veces su PIB, al igual que las empresas o las familias, sobre la base de una teórica fantástica que le dio poder increíble a la banca para crear dinero y formar la deuda que tiene paralizado al mundo. El crecimiento exponencial de la deuda hará colapsar este modelo de economía, lo que es inevitable. Los inversionistas, los poderosos dueños del capital financiero quieren seguir ganando altas rentabilidades, para lo cual crearon en la economía real los derivados, los fondos de inversión, los CDO, etc., y especular en la bolsa. La renta que sale de la economía real no regresa. Esto explica que cada cierto tiempo los bancos centrales tienen que inyectar más dinero, desaparece la liquidez atrapada y acumulada en diversas formas de burbujas, y aparece la expansión monetaria, el QE1, QE2, QE3 e incluso podría haber un próximo QE4. El dinero de la FED, creado de la nada va a los bancos, los que prestan a las grandes empresas a costo casi cero, para el ciudadano la tasa es 40%.

 

Aumentar las tasas es una urgencia que proviene de la banca y sus dueños, pero no pueden subir las tasas para aumentar la ganancia, porque la economía está con deflación, es decir, no hay demanda porque gran parte del PIB, se destina a pagar deudas e intereses. Podría Ud., pensar, ¡ah, es que yo no tengo deudas, no le debo un peso a nadie! Bueno, permítame decirle que cada vez que Ud. compra bienes o servicios, en el precio que UD paga viene incorporado un 35% a 40%  por concepto de costo en crédito pagado a la banca, por la cadena productiva que generó el producto o servicio. Cada vez que aumentan los intereses, suben los precios y por consecuencia cae la demanda, la cual está saturada de deudas y en niveles críticos que impiden aumentar el consumo.

 

Quienes conocieron Falabella, Hites, Almacenes París, etc., recordarán que eran tiendas que vendían al contado con muy poco crédito. Cuando se abrieron a dar crédito masivo a los consumidores, se produjo el gran boom de sus utilidades, porque el negocio está en el crédito. Hoy son Bancos o multitiendas con presencia internacional. 

 

La magia de la ilusión neoliberal de la extrema derecha y su feroz aparato de difusión han logrado avanzar en América Latina, convenciendo a la población de un sueño irrepetible. Permítanme recordar que uno de los primeros actos del presidente de Argentina, Marcelo Macri, fue acordar el pago de la deuda a los fondos buitres, pagando con otra gran deuda que otorgó la gran banca mundial por US$ 20.000 millones de dólares. La derecha es parte de la conexión internacional con la gran banca para formar el “poder en la sobra”, desde el cual reciben apoyos, créditos y dinero sin ningún tipo de remordimiento para hipotecar la patria, con la trampa de la deuda.

 

Tampoco debemos olvidar al orgulloso ex Ministro de Hacienda, Felipe Larraín durante el gobierno de Piñera, que se vanagloriaba de contratar créditos en el extranjero a bajas tasas. La derecha aborrece subir los impuestos a la renta de las personas o las empresas, por el contrario, los bajan a los que más ganan. Solo aplican impuestos indirectos como el IVA, y contraen deudas, las que se pueden socializar, amortizando el costo con toda la población.

En los grandes desequilibrios, como lo señala el economista, Dr. Bernd Senf, llega el momento en que la tensión es insostenible y viene el colapso. Por un lado, el patrimonio invertido en préstamos ha subido exponencialmente sobrepasando la capacidad de crecimiento de la economía real de los países para producir un PIB que haga posible retirar  una porción cada vez mayor de la riqueza producida que se la lleva y acumula la elite del 1% de los más ricos. Las consecuencias son menores ingresos, caída en la demanda, hasta que se produce el colapso, el quiebre, el lunes negro o el martes rojo, como quiera que lo llamen. El actual sistema monetario está construido sobre una ilusión, en que todo nuestro sistema económico actual (el sistema monetarista) es una gran burbuja de aire que está llegando a su fin.

 

Mario Briones R.

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