El presidente ruso, Vladímir Putin, acusó hoy a Kiev de incumplir al menos cuatro puntos de los Acuerdos de Minsk para el arreglo del conflicto en las regiones orientales ucranianas de Donetsk y Lugansk.
La reforma constitucional para la descentralización del país, aprobada esta semana por la Rada Suprema (Parlamento) ucraniana, debía ser consultada con los separatistas prorrusos, aseguró el jefe del Kremlin.
“Lamentablemente, las actuales autoridades de Kiev no hacen nada de eso y no hay consenso alguno sobre las modificaciones a la Constitución de Ucrania. Y se trata de un asunto primordial, el más importante”, denunció Putin.
La reforma constitucional -que ya provocó la salida de los nacionalistas del Gobierno de coalición presidido por Arseni Yatseniuk, además de violentos enfrentamientos entre radicales y las fuerzas de seguridad- es según el líder ruso “un nuevo capítulo de la contienda política en Ucrania”.
“Las modificaciones a la Constitución se usan exclusivamente como pretexto para una escalada de la lucha política por el poder”, agregó. Según Putin, también la ley sobre las elecciones locales debía ser consultada con los rebeldes del este.
Kiev, sin embargo, considera que los actuales líderes de Donetsk y Lugansk no tienen legitimidad para representar a los territorios que controlan y exige que los comicios locales se celebren en esas zonas de acuerdo a las leyes ucranianas.
Putin añadió que Kiev incumple al menos otros dos puntos de los acuerdos de paz, relativos a la concesión de un estatus especial de autogobierno para los territorios controlados por los prorrusos y la aprobación de una amnistía para los sublevados.
La Rada aprobó el pasado lunes en primera lectura el proyecto de reforma constitucional que descentraliza el país y abre la puerta al autogobierno en los territorios rebeldes, una teórica concesión a los sublevados que desató la ira de los radicales nacionalistas ucranianos tanto en la calle como en las filas del Gobierno.
Una disposición transitoria introducida en la Constitución obliga al Parlamento a aprobar en el futuro una ley que regule un “régimen especial de autogobierno en determinadas zonas de las regiones de Donetsk y Lugansk”.
Tres soldados de la Guardia Nacional de Ucrania murieron y más de cien miembros de las fuerzas de seguridad resultaron heridos por el lanzamiento de una granada y varios artefactos explosivos durante los enfrentamientos registrados junto a la Rada después de que se aprobara la reforma.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, responsabilizó a las formaciones nacionalistas de los desórdenes y aseguró que tanto los participantes en ellos como sus organizadores serán castigados con todo el peso de la ley.