El Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, en su discurso de Cuenta Pública hizo un particular zoom a los delitos de corrupción, los cuales, dijo, sólo representan un 0,1% del total de las investigaciones que ingresaron durante el año 2014, es decir, 1.373 causas. “Sin duda Chile no es un país corrupto, pero sí existen corruptos que perseguir penalmente”, indicó.
Asimismo, destacó que pese a representar un porcentaje minoritario en el universo de delitos ingresados, el tiempo que lleva su tramitación, es prueba de su complejidad y la dificultad a la hora de investigarlos.
“El desafío implica estar permanentemente preparados y actualizados en los conocimientos y en las nuevas técnicas de investigación. Por ello, durante 2014, en las jornadas de capacitación a los fiscales especializados anticorrupción, se reflexionó y concluyó que resulta fundamental colocar el foco de la investigación “de arriba hacia abajo”, centrando las diligencias en los principales ejecutivos, sin olvidar a los mandos medios. Este modelo permite no dar señales de impunidad, y perseguir con mayor fuerza a los principales responsables”, dijo Chahuán.
En consecuencia, el Fiscal Nacional emitió una nueva instrucción general que indica que ante investigaciones con carácter de alta complejidad, éstas no puede estar influidas por consideraciones de interés nacional económico, por el efecto potencial sobre las relaciones con otro Estado o por la identidad de las personas naturales o jurídicas involucradas, de modo que la resolución de estos casos se haga estrictamente por consideraciones técnicas, sin importar la investidura o estatus de aquél que está siendo investigado.
“Estamos convencidos que la gravedad de los hechos investigados en casos de corrupción hace aconsejable agotar las diligencias de investigación y preferir el término del caso en un juicio oral o abreviado”, indicó.
Investigación del Fiscal Nacional
A partir de la indagatoria del denominado “Caso FUT” se derivó el “Caso Penta – SQM”, una causa que enfrenta delitos tributarios y de corrupción, con la complejidad de investigar funcionarios públicos y grupos económicos, y que se cruza con el financiamiento irregular de campañas políticas.
“Son hechos graves que están siendo investigados con gran esfuerzo por la Fiscalía de Chile y en los que, de manera inédita, he ejercido la facultad que me confiere el artículo 18 de la Ley Orgánica del Ministerio Público, en cuanto a que sea el propio Fiscal Nacional quien dirija la investigación, ejerza la acción penal y brinde la protección a víctimas y testigos si fuere necesario. En esta investigación, acorde con el habitual proceder de la Fiscalía, se imputará a todas aquellas personas que resulten responsables, sin importar el cargo, la presunta influencia, o la pretendida importancia social de éstos. Es la manera en que la Fiscalía puede aportar a plasmar una de las principales garantías constitucionales de nuestro país, como es la igualdad ante la ley”, destacó Chahuán.
Rol Institucional
En abril de 2008, en el marco de la primera Cuenta Pública, del Fiscal Nacional, Sabas Chahuán, se indicó que “la persecución penal debe desarrollarse con el mayor respeto de las garantías de todos los actores del proceso penal. Junto con ello, tenemos que dar énfasis a la investigación y búsqueda de sanción a los delitos que más inquietan a la población. Es ahí donde se debe notar nuestra firmeza y nuestro afán de no dar concesiones a la delincuencia”.
En su última Cuenta, Chahuán reiteró la consigna que se ha mantenido durante los años de su gestión.
“Estos principios se han mantenido inalterables durante mi gestión y cobran especial vigencia en momentos donde los ojos de la ciudadanía están más atentos que nunca al desarrollo de nuestra labor. En ese sentido, consideramos sano para el Ministerio Público y para el funcionamiento del sistema democrático en su conjunto, la exigencia de parte de todos los chilenos del estricto cumplimiento del rol institucional que a cada organismo del Estado le compete. Creemos en ese compromiso porque creemos que ahí radica la confianza a la que debemos aspirar de parte de nuestros compatriotas. Y destaco que la confianza nos la debemos ganar, porque en esta época de transparencia y rendición de cuentas por parte de quienes somos servidores públicos, serán nuestros actos –no nuestras declaraciones, por grandilocuentes que sean- los que sustentarán la evaluación de nuestro trabajo”, concluyó.