Diciembre 27, 2024

Grecia se sienta a hablar de reformas con los acreedores

Tras casi mes y medio de tanteos y sin dinero,  el nuevo gobierno griego se sentó este miércoles con sus acreedores para  explicarles las reformas que pretende poner en marcha, aunque sin abandonar su  guerra dialéctica, en particular con Berlín.

 

 

    En la primera ronda, que se celebra en Bruselas en la tarde de este  miércoles, participan funcionarios de alto rango de un nuevo quinteto bautizado  como “Grupo de Bruselas” por Atenas, integrado por el gobierno griego, la Unión  Europea, el Banco Central Europeo (BCE), el Mecanismo Europeo de Estabilidad  (MEDE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

    Estas negociaciones pretenden conocer “los detalles de las reformas” que el  gobierno griego se ha comprometido a poner en marcha con sus acreedores, indicó  la portavoz de la Comisión Mina Andreeva, quien precisó que el “calendario  dependerá de los avances hechos”.

 

    Con esta nueva denominación del grupo, los griegos borran de paso el  denostado concepto de “troika”, los llamados hombres de negro de la UE, el BCE  y el FMI cuyas visitas escrutadoras bajo fuertes medidas de seguridad se  convirtieron en el símbolo de la austeridad para los griegos.

 

    – Se acabó la troika –  

 

    Pero ello no impide que entre los participantes en las negociaciones  figuren Declan Costello por la Comisión Europea, Klaus Masuch por el BCE y  Rishi Goyal por el FMI, es decir, los jefes de misión de la antigua “troika”.

 

    Para Atenas, las nuevas negociaciones son “políticas y técnicas” y tendrán  lugar a partir de ahora en la capital europea, aunque no excluye que sus  interlocutores puedan visitar el país para “recabar información precisa”, según  un comunicado del gobierno.

 

    Dimitris Mardas, ministro adjunto de Finanzas, lo aclaró en la radio To  Vima. “Expertos técnicos viajan a Grecia desde hace quince años, nos  proporcionan conocimiento, esto no es molesto. Lo que era molesto era cuando la  troika iba y venía por todos los ministerios”.

 

    Las negociaciones iniciadas el miércoles son consecuencia del acuerdo  alcanzado el 20 de febrero entre Atenas y sus acreedores, que han dado cuatro  meses de respiro, hasta finales de junio, al gobierno griego para presentar  reformas a cambio ayuda financiera.

 

    El lunes, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, lamentó “la  pérdida total de tiempo” de las últimas semanas.

 

    De las reformas depende el desbloqueo de 7.000 millones de euros,  congelados desde el verano y vitales para la supervivencia financiera del país.

 

    Atenas captó este miércoles 1.300 millones de euros en títulos de deuda a  tres meses, a una tasa más alta que en otra emisión similar hace un mes, señal  del temor de los mercados a comprar deuda griega.

    Ante las dificultades, el gobierno contempla recurrir a las arcas de la  seguridad social o utilizar las subvenciones europeas para pagar sus deudas de  marzo, que se elevan a 6.000 millones de euros, de ellos 1.500 millones para el  FMI.

 

    El primer ministro, Alexix Tsipras, se reunirá el jueves en París con el  director de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), Ángel  Gurría, antes de una cita crucial el viernes con el presidente de la Comisión  Europea, Jean-Claude Juncker, en Bruselas.

 

    Por su parte, el ministro de Finanzas Yanis Varoufakis tiene previsto  reunirse este miércoles en París con su homólogo francés Michel Sapin y el  ministro de Economía EmmanuelMacron.

 

    Mientras tanto, el gobierno griego mantiene intacta su guerra dialéctica,  en particular con Berlín, considerado como el más intransigente de los  acreedores.

 

    Atenas reactivó la comisión parlamentaria encargada de analizar las  compensaciones de la Segunda Guerra Mundial, una saga judicial que dura más de  veinte años.

 

    El ministro griego de Justicia, Nikos Paraskevopoulos, incluso ha amenazado  con dar luz verde a la aplicación de una decisión judicial que data del 2000  sobre la incautación de haberes alemanes, aunque reconoció la “complejidad” de  la cuestión.

 

    El portavoz del gobierno alemán Steffen Seibert recordó que Alemania  considera que el caso está “resuelto” desde hace tiempo y recomendó al gobierno  griego que se “concentre” en los problemas actuales mientras el ministro de  Finanzas recordó que esto “no ayuda en el contexto de las dificultades  actuales”.

 

 

 

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