Una multitudinaria manifestación que rodeó la plaza de los Dos Congresos, este domingo en la capital argentina, acompañó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en sus anuncios sobre la estatización de los ferrocarriles, el envío de proyectos de apoyo a la industria nacional, y la posición de su gobierno en temas que conmovieron al país en los últimos tiempos.
Yo no dejo un país cómodo para los dirigentes, dejo un país cómodo para la gente. Va a ser incómodo, sobre todo si esperan sacarle derechos a la gente, sostuvo al finalizar uno de los discursos más largos de su gestión, en respuesta a un artículo del diario opositor La Prensa, que decía que Fernández de Kirchner no iba a dejar un país cómodo para sus opositores.
Agregó que será incómodo si quieren privatizar Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) o Aerolíneas Argentinas, o dar de baja los dos aumentos anuales a los jubilados, la Asignación Universal (por hijo), o las leyes laborales, entre otras.
Hizo además un llamado a los sectores judiciales que actuaron, dijo, como un partido político en los últimos días, en el contexto de la muerte del fiscal Alberto Nisman: hay que ser independiente del poder político, de los poderes concentrados de la economía, pero de lo que no puede ser nunca independiente el Poder Judicial es de la Constitución, de las leyes, de los códigos de forma y de los de fondo.
Ex embajador israelí debería declarar en caso AMIA, sugiere
Al referirse a lo que consideró un delivery (entrega) de medidas cautelares, la presidenta señaló a un sector del Poder Judicial por convertirse en un partido que las utiliza para impedir el cumplimiento de leyes como la de Comunicación Audiovisual, a fin de favorecer a otros sectores de poder.
Al abrir un nuevo periodo de sesiones de la Asamblea Legislativa, Cristina Fernández se refirió a los atentados contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA, 1994) y la embajada de Israel (1992). Ante dos diputados opositores que le mostraban un cartel sobre los mismos, dijo: no necesito carteles para hablar de AMIA. Hablo desde 1994, denunciando encubrimiento del ex juez federal (Juan José) Galeano y pidiendo justicia.
Se refería al periodo en que era legisladora y estuvo en la comisión del Congreso que investigó la causa y el encubrimiento.
No hay ni un solo preso por AMIA. No necesito carteles. Yo puedo ir con carteles al frente de la AMIA para decirles también que un ex presidente de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas-Argentinas), Rubén Beraja, es un encubridor y vaciador de bancos. Traicionó a su religión y a su asociación.
La mandataria denunció la utilización política de la causa AMIA, donde hay 85 víctimas que piden justicia y asquea, porque la utilizaron y la siguen utilizando desde afuera y desde adentro para hacer geopolítica.
Esta causa judicial es un tablero de operaciones políticas, un tablero de ajedrez de la política nacional e internacional, señaló, al referirse a la situación en Medio Oriente en el periodo en que sucedieron ambos atentados. Recordó al premier israelí Yitzhak Rabin, a quien valoró por sus gestiones de paz, justamente en momentos en que ocurrían los atentados. Rabin fue asesinado en 1995 por un extremista israelí.
Pidió entonces: no nos trasladen conflictos internacionales. Luego preguntó: ¿Sabe alguien cuál es el resultado de la investigación que llevó adelante la Corte (Suprema) sobre el atentado a la embajada de Israel?, y allí añadió una de sus fuertes frases del día: ¿por qué el Estado de Israel reclama por la AMIA y no por la voladura de su propia embajada?, y sugirió que debería venir a declarar aquí el ex embajador israelí en Buenos Aires, Itzhak Avirán (1993-2000), quien dijo en su país que Israel ya se había encargado de los responsables del atentado a la AMIA y que estaban todos muertos.
Fernández se refirió entonces al fallecido fiscal Nisman y dijo que lamentaba su muerte como la de cualquier ser humano, pero también quiero decir que leí profundamente tanto la denuncia como la sentencia del juez (Daniel) Rafecas, que habla por sí sola.
Se refirió a las contradicciones que figuran en dos documentos de puño y letra firmado por el doctor Nisman, uno fechado en diciembre de 2014 y el otro en enero de 2015, que dicen exactamente lo contrario a lo que dijo luego en su denuncia.
¿Con cuál Nisman me quedo? ¿Con el que me acusa de encubrimiento o con el que se dirige a mí reconociéndome todo lo que habíamos hecho y dicho para que yo me presente ante el Consejo de Seguridad?, añadió.
Por otro lado, Fernández de Kirchner anunció que el Estado tomará desde este lunes el control administrativo de los ferrocarriles y enviará una ley al Congreso para crear la empresa Ferrocarriles Argentinos, luego de varios accidentes en el sector, acosado por fuertes deficiencias. Además anunció un paquete de proyectos de ley para sostener y aumentar el crecimiento industrial.
Aseguró, por otro lado, que el gobierno desendeudó definitivamente a la República Argentina y señaló que ya nunca más gobiernos tendrán que tomar deuda para pagar deuda. Si nos endeudamos que sea para obras de infraestructura, no para ganancia del sector financiero internacional.
Se refirió además a la oposición al reciente acuerdo de inversión firmado con China: si toda la vida nos dijeron que teníamos que tener relaciones carnales con los mismos que no nos daban nada y nos sacaban todo, cómo no vamos a tener relaciones normales, diplomáticas, económicas y estratégicas con aquellos que nos vienen a ofrecer inversiones… No se puede permanecer con pensamientos colonizados.
En el ámbito laboral, Fernández de Kirchner destacó la sanción en los últimos diez años de 48 leyes laborales, como el reconocimiento a las mujeres que trabajan limpiando casas; habló de la creación de más de 6 millones de puestos de trabajo, y la reducción del empleo no registrado en 17 por ciento de 2003 a la actualidad.
Afuera del recinto legislativo, unas 400 mil personas expresaron en forma pacífica su apoyo al gobierno, y recibieron con emoción a la mandataria durante su paso entre la multitud. La manifestación era mayoritariamente juvenil y también había grupos independientes, que llegaron a acompañar a la presidenta en su último discurso ante la Asamblea y contra el golpismo.