Diciembre 26, 2024

La UDI busca el empate inmoral

La Unión Demócrata Independiente, desde sus orígenes, no ha sido nunca un partido republicano, ni muchos menos, democrático – fueron y siguen siendo los hijos del tirano Augusto Pinochet y sus ideales son militaristas -. Ha gozado durante la transición y hasta ahora de las ventajas que le concede la espuria e ilegítima Constitución de 1980, tanto que ha llegado a convertirse en el primer partido político chileno en cuanto al número de electores y parlamentarios. En Chile hay tontos para todos los gustos y no faltaron aquellos que creyeron en la UDI Popular que, por suerte, este mito ya se disipó y sólo votan por la UDI los habitantes de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea.

 

 

 

En todas las épocas históricas ha existido gente pobre que vota por la derecha: en el pasado, los “josefinos”, obreros que votaban por el Partido Conservador, así estuvieran en su contra al aprobar leyes en el Parlamento, sirviendo a los ricos y al poder de las corporaciones – hoy, algunos alcaldes arribistas y otros personeros de comunas pobres militan en la UDI, conviven junto a apellidos como los Larraín y siúticos como los Moreira, los Coloma, lo Silva -.

 

El senador Iván Moreira, en el transcurso de una conferencia de Prensa, se vengó de las humillaciones que sufría por parte de los “coroneles” asumiendo la culpa de sus errores cuando ya estaba al descubierto el cuerpo del delito – las boletas firmadas por su chofer, la secretaria de la UDI y, además, su mujer -, dejando en el ridículo la estrategia de la directiva del empate de inmoralidad.

La desaparecida senadora Ena von Bauer ha hecho el peor de los ridículos al auto secuestrarse para no dar la cara ante la evidencia de las mentiras flagrantes dichas ante los medios de comunicación, al afirmar que no tenía ninguna relación con el Carlos Alberto Delano y sus socios, pero bastó que figurara en un mail la “donación” de $70.000.000 para mostrar el engaño. Todavía hay tontos – ¿o ingenuos? – que creen que los senadores no mienten. ¡Por favor, no se les vaya a ocurrir exigir un gesto moral o uno ético a algún padre conscripto de esta índole!

Bien sabemos que las estrategias de “empate moral” nunca dan buenos resultados, la directiva de la UDI cambió de línea de explicaciones: esta vez pidió unas ridículas excusas a la opinión pública, sosteniendo que habían cometido errores, pero no presuntos delitos y que las culpas son individuales y no del partido – como si la mayoría de los acusados no pertenecieran a la UDI -. En su declaración se dirigen con la túnica de la moral al decir: “estamos ciertos que ninguno de nuestros dirigentes ha utilizado recursos de campaña para su beneficio personal y no ha existido una intención ilícita en ellos”.

 

Este pseudo acto de contrición, a todas luces auto-exculpatorio, muy parecido al que hacen los beatos con curas – como el John O´Reillly – en que cualquier crimen, por aberrante que sea, se perdona con tres Padrenuestros ye igual número de Avemarías, ni siquiera se vislumbra un arrepentimiento auténtico, ni mucho menos la intención de reparar el daño, por el contrario, nuevamente recurren al empate moral para luego seguir cometiendo las mismas tropelías de siempre.

Rafael Luis Gumucio Rivas

10/01/2015

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