Una eventual salida del Reino Unido de la UE tendría no sólo importantes consecuencias económicas, al representar el país el 15 % del PIB comunitario, sino también políticas, porque frenaría el proyecto de integración, advierte el Instituto de la Economía Alemana (IW).
Este centro de estudios publicó hoy un informe sobre el hipotético abandono de Londres del bloque comunitario, al considerar que las señales que envía el Reino Unido muestran que su salida ya no es una opción inimaginable.
El IW reconoce que las consecuencias económicas son difíciles de cuantificar porque dependerían de las relaciones que establecieran a posteriori la UE y Londres, pero recuerda que el país supone cerca del 15 % del PIB europeo y que acoge al 12,5 % del total de la población de la Unión.
“Los daños económicos y políticos serían todavía mayores porque el vigente paradigma de integración en favor de una unión más estrecha recibiría un revés duradero”, señala el informe.
Tampoco ve con optimismo las alternativas que se abrirían ante el Reino Unido, como adherirse al Espacio Económico Europeo, seguir el modelo de asociación de Suiza o participar una unión aduanera al estilo de Turquía.
Londres, advierte, no conseguiría la independencia de la legislación europea a la que dice que aspira si quiere mantener abierta su entrada al mercado interior de la UE.
Consciente de que una salida de la Unión Europea no beneficiaría a su país, según el IW, el primer ministro británico, David Cameron, apuesta por una reforma de los tratados que redefina las relaciones de la isla con la UE.
Según el informe, a la Unión Europea tampoco le interesa la salida del Reino Unido, fundamentalmente por el “precedente” que significaría.
El Instituto de Colonia subraya además que Alemania perdería un socio liberal en la UE, pero considera que ni Berlín ni el resto de socios abogan por que Londres permanezca en el club a cualquier precio y descarta una Europa “a la carta”.