Diciembre 26, 2024

¡Si es que Abortar es tan malo!

¡Es que tiene alma! ¿¿No se dan cuenta?? ¡Tiene alma!” vocifera una señora rubia y delgada a las afueras del Palacio de Michelle Bachelet, mientras sostiene una pancarta que escupe, así, sin más: “siempre por la vida”. Se regocija uno con solo verla. A la rubia. A la señora rubia y delgada que grita y sostiene una pancarta, también muy bonita y de exclusivo y colorista diseño, para teñir de hermosas tonalidades la elegante protesta por la vida, que hace juego con las perlas, los zarcillos y las botas de la temporada. Altísima, de ojos claros, piel dorada por el puelche del lake district chilensis que en verano reparte radiaciones ultravioleta a la masa enajenada y ricachona. Son todas católicas eso sí, y por lo mismo, es decir, porque el feto católico tiene más alma porque Dios así lo quiere, ellas consideran un crimen de lesa humanidad el que existan mujeres pérfidas y licenciosas que atenten contra la vida que El de Arriba donó. Parece que los Derechos Humanos fueran de exclusiva propiedad comunista, si al fin y al cabo una solamente presta el cuerpo, gritan una regordeta y su doctorado en Ciencias Políticas y Planificación Familiar (sic).

 

Ni por un minuto pasa por la cabeza de esta gente que tal vez las mujeres tienen, al fin y al cabo, el derecho a gobernar sobre su propio cuerpo. Mientras que un hombre puede (en teoría y en práctica) dejar que un niño muera por no donarle un órgano en caso de definitiva y urgente necesidad, una mujer bajo ningún motivo DEBE atentar contra esa pasta informe que Dios ha dotado de alma. Porque el alma está ahí, no se puede ver pero tampoco hay cómo desmentirla. Que el bebito en el futuro se vaya a convertir en narcotraficante, en violador, en ladrón, o mucho peor, en homosexual (¡Ave María Purísima!) es algo que partidos políticos como la UDI aún no han estudiado con la debida profundidad y por supuesto desde todas las aristas, en su todo “holístico”. Pero siempre por la vida, aunque el bebito pequeño venga con deformación en lugar de la dichosa marraqueta. El que una legislación a propósito del aborto beneficie a las que ya han decidido abortar es algo incomprensible para personas como Von Baer, Katz o Moreira. De cualquier modo aún sonríen a la cámara. Bravo.

 

Para no caer en híper-simplificaciones (al fin y al cabo las pro-vida también tienen a gente con título universitario, emprendimiento e incluso nexos con Colonia Dignidad, lo que dicho sea de paso no es algo que todos podrán contar el día en que definitivamente Dios nos entregue la cuenta), damos en este espacio la OPORTUNIDAD para que una mismísima Pro-vida explique por qué se opone taaaanto al aborto, cuáles son sus razones y motivaciones. A esta gente hay que tomarla en serio, qué duda cabe…

 

Cuéntanos tu historia, Gerti

Bueno, primero que todo, hola me llamo Gertrudis Fontecilla Lyon de Costabal y soy géminis, jijiji, pero mis amigas me dicen la Gerti porque me encanta pelusear, soy súper pelusona y bien hippie también porque es el estilo de mi grupo favorito, el grupo Ariztía. Son super choras esas canciones que cantan ellos, los de Ariztía. Bueno, soy la Gerti (jejeje) tengo 44 años, soy casada y soy madre de ocho hijos, soy supernumeraria del Opus Dei, o sea, mi marido y yo. Mis pecados ocultos son leer el horóscopo (¡es que así somos las géminis!), leer la revista Hola y el chocolate. En las tardes cuando veo El Cuerpo del Deseo –que es el remake de “En Cuerpo Ajeno”– con mi nana de toda la vida chancheamos juntas las dos, miramos la teleserie y comemos cantidad de chocolates que antes de ir a misa tengo que irme derechito al Spa porque de otra forma mi piel estaría llena de acné. A mi chicoca, la más lola, la Jesu, siempre le salen espinillas por comer chocolate y eso que yo la tengo a régimen porque me carga la gente gorda. Se ve horrible la gente gorda. Encima que la Jesu es medio trigueña, entonces imagínate tú la chicoca morena y con espinillas, a, no, ¡Cuático! ¡Cuáticoooooo! ¡Atroz! ¡Me mueroooo!

 

Bueno, el tema es que en el colegio de las niñitas, que es del Opus, porque el Opus es la espiritualidad en la vida cotidiana que tenemos la suerte de gozar, gracias a San José María Escrivá de Balaguer incluso hasta mi nana, que estudió en Fontanar, la goza, bueno en el colegio estaban hablando sobre algo de que querían inventar una ley para que las mujeres aborten en este nuevo gobierno de la izquierda. Lo encontré terrible, atroz, o sea, que exista gente que quiera matar a los pobres bebés del mundo, habiendo tanto guagüito hambriento en África, a no, ahí yo dije ¡No! Y el tema es que me pidieron participar en la protesta de “Siempre por la vida” que yo encuentro super chora porque iban a ir la Jacinta Squella de Echeñique, el Clemente Ochagavía y la Cota Traverso de Lecaros, entonces yo dije, ¡Yo voy! Y con la Jacinta y la Cota fuimos yuntas en el Villa María, aunque yo hice tercero y cuarto medio en Saint Moritz, o sea, en Suiza. Claro que ahora no somos amigas porque no me queda tiempo de andar en frivolidades de visitas porque con las niñitas, que los mayores, José Ignacio y Augusto Federico por suerte ya están en la U Andes, bueno con las niñitas siempre tengo un montón de temas que hacer en mi vida de mamá, por ejemplo el tema de las alianzas este año estuvo súper heavy. La Jesu y la Rosa participaron en la Alianza amarilla y yo tuve que hacer los pompones que me quedaron bien simpáticos, bien monos, pero fue agotador. Me recompuse con unos rezos y ojo, todavía falta un montón para el Mes de María. Y bueno, todo eso sumado a mi activismo en la pastoral donde ayudo a sacar fotos para “Hacer Familia” y “Voces Católicas”, y después voy a clases de spinning, de crochet, patchwork, macramé y grabado en osnaburgo y, cuando me queda tiempo en la semana, voy a la peluquería y me hago visos. A veces también me paso a jugar tenis al Country o llevo a las niñitas al Parque Arauco o al Alto para que se compren algo choro, algo macanudo y muy femenino aunque yo no promuevo el espíritu consumista y relativista en mi familia porque eso contradice lo que nos enseñó el Santo en “Camino”. Las niñitas a veces quieren dos pares de botas o un cintillo nuevo entonces yo les digo que hay otros niños que solo se contentan con un par de botas y un helado artesanal simple. Y así todos contentos.

 

Igual una con el tiempo se plantea los temas que tienen que ver con la maternidad, entonces tu pensai “pucha, se me está saliendo de las manos este cuento, me supera este tema” y ahí tenís que delegar lo que es súper complicado porque cuesta un mundo hallar nana, porque ahora quieren que les paguen un dineral, bueno, yo tengo la suerte de que la mía me salió super buena, súper obediente, super empeñosa, y eso que es mapucha. Pero es numeraria del Opus también, entonces no tiene hijos, te fijas tú. Voluntad de Dios. Y Dios es el único, el único que puede dar o quitar la vida, por eso él vio con malos ojos la dictadura de Allende y tuvieron que venir los militares para hacernos entender, porque muertes hubo por ambos lados pero parece que los comunistas son los únicos que tienen Derechos Humanos. Bueno, el tema es que Dios da la vida y una no tiene derecho a meterse en las decisiones de Dios ya sea tomando la píldora del día después (que está comprobado científicamente que es abortiva, por eso yo nunca la he tomado) o Dios no lo quiera, abortando. Ese sí que es un crimen horrendo, abortar. Entonces ese día en que había la protesta las familias católicas nos pusimos super firmes porque no vamos a permitir que en nuestro país se cometa asesinato con consentimiento de todos los chilenos, porque todos los chilenos somos católicos y los que no lo son pronto lo serán, y ojo, como dijo la Ximenita Ossandón Chile es un país super Mariano, la Virgen pesa un montón acá. Entonces fui con las chicocas de “Siempre por la vida” y no hicimos ningún destrozo, nada de encapuchados como esos que defiende la Camila Vallejo. Las niñas se veían preciosas en la foto y después nos fuimos todas, todas juntas, y todas limpias y puras, nos fuimos con el Padre a una misa preciosa y después chancheamos con un rico picnic en el Parque Bicentenario comentando el mundial que se viene, ojo, y ojalá que nuestro sacrificio haya servido de algo para tocar los corazones de las chilenas que van a votar por esa ley que pretende que todas aborten a la hora que quieran, ¡Si es que abortar es tan malo!

 

anibal.venegas@gmail.com

 

 

 

 

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