A casi seis años del inicio de una crisis que sumió al mundo en recesión, el crecimiento de la economía global se mantiene débil y rodeado de riesgos a la baja, aseguró el órgano rector del Fondo Monetario Internacional (FMI), al término de la reunión de primavera de ese organismo y el Banco Mundial (BM).
En tanto, el Comité para el Desarrollo, conformado por 25 miembros –por lo general, ministros de Finanzas o de Desarrollo– que representan a todos los países integrantes del BM y el FMI aseguró, después de reunirse aquí con motivo de la cita de primavera, que la recuperación económica de los países de ingreso alto muestra signos de consolidación, y muchas economías emergentes continúan su crecimiento, y coincidió en que, sin embargo, aún persisten situaciones de riesgo.
El Comité para el Desarrollo, que tiene por mandato asesorar a las juntas de gobernadores de ambos organismos mundiales sobre cuestiones fundamentales del desarrollo y acerca de los recursos necesarios para promover el crecimiento económico en los países emergentes, precisó que se debe fortalecer la capacidad del BM de ayudar a los países miembros a alcanzar los objetivos de poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida de manera sostenible.
Asentó en sus conclusiones que para fomentar un crecimiento sólido, inclusivo y sostenible en la economía interconectada del mundo actual, se requerirán modificaciones en las políticas y una adecuada coordinación y comunicación.
Alentamos al Grupo del Banco Mundial y al FMI a trabajar conjuntamente y con todos los países miembros en la búsqueda de políticas económicas acertadas y con capacidad de respuesta, tratar las vulnerabilidades macroeconómicas subyacentes, reconstruir los factores macroeconómicos de amortiguación y consolidar la gestión prudente del sistema financiero.
El Comité para el Desarrolo insistió en que para consolidar las bases de un crecimiento fuerte, inclusivo y sostenible, se requiere estabilidad macroeconómica, buen gobierno, promoción de las inversiones públicas, un entorno más propicio para la inversión privada, más inversiones de calidad en infraestructura resistente al cambio climático y mayor acceso al financiamiento.
Agregó que la inclusión social y las políticas que amplían las oportunidades para generar ingresos y propician la participación plena de todos los grupos, incluidas las mujeres y los sectores marginados y vulnerables, son elementos esenciales. También es fundamental incrementar los conocimientos especializados, la productividad y la capacidad de innovación.
Mientras, el Comité Monetario y Financiero Internacional del Fondo (IMFC), el órgano rector del FMI del que forman parte los gobernadores o directivos de bancos centrales, al concluir este sábado sus encuentros en Washington aseveró que crear una economía global más dinámica, sostenida, equilibrada y rica en empleos sigue siendo nuestro objetivo supremo.
El IMFC citó, entre otros riesgos para la economía global, la renovada volatilidad de los mercados financieros, una muy baja inflación en economías avanzadas, altos niveles de deuda publica y tensiones geopolíticas, además de un elevado desempleo.
El martes pasado, al inicio de la reunión de primavera, el FMI redujo su previsión de crecimiento de este año para la economía mundial al pasar de 3.7 por ciento en enero a 3.6, un ligero reajuste de menos 0.1 puntos, que responde al surgimiento de tensiones geopolíticas y una desaceleración en los mercados emergentes.
La economía mundial no ha logrado remontar los efectos de la recesión en que cayó en el otoño de 2008, causada por prácticas de excesivo riesgo de varias de las grandes firmas de la banca mundial, cuya crisis se trasladó al sector productivo.
En su valoración este sábado, el IMFC expuso que frente al actual panorama, el desarrollo de una economía más dinámica, sostenible, balanceada y plena de empleo constituye el principal objetivo colectivo.
En su comunicado, el comité reiteró su preocupación por el riesgo potencial derivado de los bajos niveles inflacionarios que presenta la zona del euro, donde el crecimiento ha repuntado, pero se mantiene en un nivel frágil.