Diciembre 26, 2024

El Talibán no mató al reportero de Radio Suecia asesinado en Afganistán

El “Movimiento Fidai Mohaz de Afganistán” se adjudicó el asesinato del periodista sueco-británico Nils Horner, de 51 años, corresponsal itinerante de Radio Suecia muerto a balazos en la madrugada del martes 11 de marzo en una calle de Kabul, la capital afgana, según información de prensa. El grupo islamista, de reciente existencia, alegó que el reportero de doble ciudadanía sueco-británica era un agente del servicio secreto del Reino Unido denominado MI6.

Horner trabajó en Londres, también en Nueva York y desde 2001 se desempeñaba como corresponsal de Radio Suecia en el continente asiático, con sede permanente en Hong Kong (ex colonia británica de China). El corresponsal viajo a Kabul para una cobertura previa a las elecciones presidenciales a efectuarse el 5 de abril. “Nills Horner no era un periodista, sino que espiaba para el MI6”, sentenció un comunicado del “Movimiento Fidai Mohaz de Afganistán”. Tras conocerse el asesinato, el Talibán negó cualquier relación con el mortal atentado.

 

Los ataques a periodistas extranjeros en Afganistán privilegian últimamente los secuestros. Los reporteros franceses Stéphane Taponier y Hervé Guesquière, de la cadena pública “France 3”, fueron secuestrados y liberados en junio de 2011, después de permanecer 18 meses en poder de los talibanes.

Las tropas de EEUU y la OTAN deben abandonar completamente Afganistán en diciembre de este año, según un calendario de retirada gradual que dejaría a los afganos la seguridad y el control militar de su propia nación, invadida por EEUU y la OTAN en 2001. La invasión/ocupación comenzó en octubre 2001, con el nombre de «Operación Libertad Duradera» para el gobierno estadounidense de George Bush y «Operación Herrick» para las tropas británicas enviadas por Tony Blair, “en respuesta a los atentados del 11 de septiembre de 2001” en Nueva York.

El presidente de Afganistán Hamid Karzai es reacio a firmar con Washington un Acuerdo Bilateral de Seguridad que contemplaría mantener la presencia militar extranjera después de 13 años de invasión del territorio. Con ese acuerdo, EEUU pretende mantener su control militar y de seguridad, mientras Barack Obama, ante el fracaso en su objetivo de permanecer en forma “legal”, “amenaza” con una retirada total de las tropas mucho antes de diciembre.

 

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