El voto voluntario fue impulsado en el 2012 por el gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Esta legislación significó una de las reformas políticas más importantes de los últimos 50 años. Para esta jornada, se pronostica que el índice de abstención sea mayor que en la primera vuelta. Hasta el momento, se informa poco movimientos en los locales de votación de todo Chile.
En teoría, la inscripción automática y el voto voluntario significa que más de 4 millones de chilenas y chilenos que no participaban de las elecciones, ahora lo harían. El gobierno esperaba que esto permitiría “rejuvenecer, revitalizar, darle una nueva fuerza, una nueva vida a nuestra democracia”. Sin embargo, las elecciones municipales del 2012, las primarias del 2013 y la primera vuelta demuestran lo contrario.
El pasado 17 de noviembre, la abstención alcanzó un porcentaje de 50,7%, una cifra alta comparada al 49,3% de los chilenos que fueron a votar. Esto significó, la votación menos concurrida desde el regreso a la democracia. Si este índice de participación electoral se repite, menos de la mitad de los 13 millones convocados a votar concurrirían a sufragar.
El Premio Nacional de Historia Gabriel Salazar entiende los altos niveles de abstención como una crítica y un rechazo al actual modelo político. “Cuando los movimientos sociales que afloraron en los últimos años, se enfrentan a la contingencia de las elecciones, es inevitable la discusión y el debate en torno a esta herramienta. Lo que ocurre es que como los sistemas dominantes siguen funcionando, no han sido cambiados, entonces imponen sus reglas, sus prácticas y entre ellos están las elecciones” agregó.
Para el cientista político, Paulo Hidalgo, hay que ser cauteloso y esperar a ver los resultados. Si bien se observa un menor flujo que en las elecciones pasadas, llama a no magnificar la abstención puesto que existe una lectura interesada por parte de la derecha chilena. “Si Michelle Bachelet sale electa con un padrón electoral bajo, la derecha deslegitimará el sistema democrático desde el punto de vista de la abstención”.
Además, explicó que este índice de ausencia tiene que ver con distintos factores. Una, es que muchas personas percibieron que estas elecciones estaban ganadas y, por eso, no acudieron a votar. La otra, es que existe una deficiencia en el incentivo para que las personas acudan a votar.
Jeanne W. Simon, Directora del Magíster en Política y Gobierno de la Universidad de Concepción, compara las votaciones del 2000, donde votaron más de 7 millones, con las del 2013, medio millón menos. Explica que no es que el índice de abstención aumentó considerablemente con el voto voluntario, sino más bien no ha favorecido la integración de nuevos electores.
La candidata de la Nueva Mayoría recalcó luego de sufragar que “es evidente que en todos los países donde existe voto voluntario acude menos gente a votar” y que “desde el escepticismo no se producen los cambios que necesitamos”.
De la misma forma, la vocera del comando de Evelyn Matthei, Lily Pérez, aclaró que “nuestra rival no es la candidata de la Concertación y el Partido Comunista. Nuestra rival es la abstención”, afirmó.
Según lo comunicado por el SERVEL, el cierre de mesas se realizará a las 18:00 horas y dos horas más tardes estarían disponibles los primeros resultados.