Paris.- El descalabro de la economía de Portugal y la necesidad de sumarse a la lista de países de la Unión Europea (UE) con préstamos multimillonarios de rescate volvió a poner en el tintero la crisis del Viejo Continente.
Más aún, el riesgo del temido “efecto dominó” y una mirada escéptica como nunca respecto a la moneda común, el euro. Para algunos economistas franceses como Pascal Giraoud, la muerte de la divisa es cuestión de tiempo.
El tema fue debatido en las últimas horas en varios programas de la radio y la televisión gala, en los cuales predomina el punto de vista de que a corto o mediano plazo, España será la próxima víctima.
Los ministros de Economía de la Eurozona sostienen hoy una reunión informal en Budapest, Hungría, en virtud de que la nación magyar ostenta la presidencia de turno de la UE. La urgencia, el pedido de rescate de Portugal.
Una ayuda que oscila entre 75 mil y 90 mil millones de euros, acompañada de recetas de ajustas y reformas, además del largo brazo del Fondo Monetario Internacional (FMI), ávido de participar en la operación.
“No es comparable el caso de España con el de Portugal. Pienso que Zapatero (José Luis Rodríguez, jefe del Gobierno español) adoptó a tiempo las medidas necesarias, además de gozar de una base superior a la de su vecino país”, opinó una alta funcionaria gala.
Christine Lagarde, ministra de Economía y Finanzas de Francia, declaró poco antes de marchar a Budapest que no es alentador lo ocurrido en Portugal pero hay esperanzas de que pueda salir de la crisis en un plazo razonable.
Reconoció que los problemas en Grecia e Irlanda, los anteriores demandantes de respaldo para su salvamento económico, han sido dolorosos y complejos. Ahora al sumarse los portugueses, tampoco es una buena noticia, acotó.
Sin embargo, la titular y analistas del diario especializado Les Echos consideraron que en todo caso la Eurozona demuestra su capacidad de actuar en los momentos difíciles y es un soporte frente a la amenaza de grandes problemas.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn, recalcó que España no necesitará asistencia financiera externa. “Ha tomado medidas muy valientes como consolidación fiscal, reformas estructurales, y reformula su sector de cajas de ahorros”, apuntó.
En cualquier caso, lo de Portugal se añade a las consideraciones de los Premios Nobel de Economía, como el estadounidense Joseph Stigliz y el indio Amartya Sen, en el sentido de que parte de Europa ha estado viviendo por encima de sus potencialidades.
A pesar de la tendencia a una moneda excesivamente fuerte en la actualidad como el caso del euro, sus proyecciones hacia el futuro tampoco parecen muy claras. Si se contamina todavía más el ambiente financiero en la UE, difícilmente subsista como está.