Iniciamos este Pulso semanal saludando la huelga heroica desarrollada por los trabajadores del Correos de Chile, quienes lograron romper el cerco informativo, merced a sus acciones audaces y a una movilización permanente. Gran lección que estamos seguros será analizada y puesta en práctica por quienes deben enfrentarse a futuro a la patronal.
Aunque nos ha sido imposible obtener el resultado final de la acción que desarrollaban algunos compañeros en Concepción, en una grúa a varias decenas de metros de altura, bien podemos afirmar con total certeza, que ninguna de las acciones que los trabajadores se planteen para obtener respuestas a sus demandas puede ser cuestionada.
Podrá estarse o no de acuerdo con las acciones de presión, en Correos y Concepción, pero nadie se puede permitir cuestionarlas.
¿Como van a calificar de irresponsables y exagerados a quienes solo buscan que se les pague dignamente sus remuneraciones o la indemnización que legalmente les corresponde?. Quienes ponen en riesgo su salud e incluso su vida y la tranquilidad de sus hogares, son valientes trabajadores que debiesen tener el apoyo de todos quienes están en la situación de ellos.
Todo aquel que presta servicios a un patrón debe estar absolutamente dispuesto y decidido a reclamar de todas las formas posibles lo que de justicia les corresponde, ya sea el sueldo mensual o las indemnizaciones.
Y no hay que aceptar que se pague en cuotas los finiquitos. El trabajador no presta sus servicios en cuotas ni trabaja parcelado, por lo que debe recibir de una vez el pago que le corresponde cuando hay término de contrato.
Así es que aunque les moleste a los parlamentarios que legislaron, hay que decirles que volvieron a meter las patas al mantener en la legislación el pago del finiquito en cuotas.
Hay una cosa en la que no debemos perdernos quienes intentamos avanzar en la lucha sindical y la defensa de los derechos. Si algo demostró este gobierno de derecha es que si se pueden lograr avances, aunque minúsculos en algunos casos, cuando hay voluntad de presentar las propuestas. Los de la Concertación tuvieron 20 años para presentar proyectos de mejora y no dispusieron de huevos para enfrentar a los dueños del país.
Será insuficiente pero el gobierno de Piñera se atrevió a presentar un proyecto que termina con el descuento del 7% de salud para algunos pensionados. La pelea hay que darla ahora, para que ese derecho sea para todos y debiésemos escuchar de cada candidato a la presidencia un compromiso de ese tipo.
No mas descuento del 7% de salud para los pensionados.
Miente la derecha cuando dice que el post natal es de 6 meses, como mienten todos los parlamentarios que aprobaron la reforma. El post natal sigue siendo de 12 semanas y las otras 12 que se ampliaron se llaman “permiso post natal parental” o sea no es obligatorio para la madre. Y La Organización Mundial de la Salud dice que la lactancia del bebe junto a su madre no puede ser menor a 6 meses. Con fallas ciertas la derecha presentó el proyecto y lo transformó en ley.
Que hace falta ahora?, Que se legisle para que el post natal sea efectivamente de 6 meses y nadie mas que la madre esté junto a su hijo en esta etapa, definida como la mas importante para el bebe.
Antes del golpe de estado en 1973, la Dirección del Trabajo podía ordenar el establecimiento de salas cuna en aquellos establecimientos que ocuparen menos de 20 trabajadoras, si las circunstancias existentes en la respectiva industria así lo aconsejaban (Articulo 315 del antiguo Código del Trabajo). Y toda empresa con mas de 20 trabajadoras tenía la obligación de habilitar una sala cuna en el lugar de trabajo.
Los “recuperadores de la democracia” nunca se atrevieron a restituir este derecho a la mujer trabajadora y tuvo que ser un gobierno de derecha el que le hincara el diente al tema, presentando un primer proyecto en ese sentido.
Es probable que haya habido otros antes, pero si los hubo no contaron con el aval del gobierno y ese es un nuevo desafío para los actuales candidatos presidenciales.
Debe establecerse por ley que ninguna mujer trabajadora quedará sin el acceso al beneficio de la sala cuna, pero que el financiamiento de este derecho no saldrá de los aportes que hoy recibe el seguro de cesantía de parte de los patrones.
Como dice sabiamente un dicho popular “ No se puede desvestir a un santo para vestir a otro”.
La gran discusión y las propuestas que por estas fechas vienen haciéndose respecto de las AFP, hablan derechamente del termino de estas y su reemplazo por otro instrumento que devuelva el aporte tripartito y asegure pensiones dignas para quienes terminan su vida laboral. NO MAS AFP se lee en la mayoría de los letreros que se muestran en las manifestaciones y son varios quienes ya se han comprometido a terminar con ellas.
Soy de los que creen que esta no es ni más ni menos que otra estrategia de propaganda electoral.
Creo que una vez pasado el boom electoral, se mantendrá igual o casi igual el sistema binominal, no habrá Asamblea Constituyente ni nueva Constitución, ni tendremos profundos cambios en materia de negociación colectiva ni sindicalización, por lo que es un sueño pensar en que tendremos un nuevo sistema previsional. ¿A que apostar entonces?.
La propuesta es muy simple y concreta. Debe legislarse para que ninguna pensión que reciba un trabajador sea inferir al monto del ingreso mínimo.
Y esa es una obligación que deben asumir el Estado y los patrones.
Ni ahí podemos estar con las propuestas que se andan haciendo de subir la carga impositiva o aumentar la edad para pensionarse.
A 40 años por cumplirse del golpe de estado, las demandas están más que claras y debemos organizarnos para hacer cumplir las exigencias que nacen en cada uno de los encuentros sindicales que se realizan.
Sin unidad ni organización real estamos fritos. Seguiremos a expensas de lo que resuelvan los dueños del país, ahora con el aval de los que creen que siendo carros de cola del sistema imperante, podrán cambiar las condiciones de los trabajadores
Unidad y Organización, el mejor homenaje que se puede hacer a los que dieron la vida por la defensa de nuestros derechos históricos.