
En cualquier momento, el Senado podría aprobar la aberrante “Ley Monsanto” que permite la expansión masiva de los transgénicos en Chile. A pesar del millonario lobby de Monsanto, la ciudadanía chilena no se está dejando. El voto estaba agendado para el martes pasado en el Senado, pero después de tantas protestas y miles de mensajes de correos de rechazo, lo han sacado temporalmente de la agenda.
Este proyecto de ley es veneno puro: defiende las patentes extranjeras y el monopolio de semillas modificadas, castigando a los agricultores por utilizar métodos tradicionales que cuidan nuestras semillas.
La presión de la ciudadanía ha surtido efecto: ANAMURI, CLOC-CHILE, RAPAL, GRAIN y la Campaña Yo No Quiero Transgénicos en Chile comunican a la opinión pública que los siguientes senadores y senadoras han hecho público su compromiso de votar en contra del Proyecto de Ley de Derechos sobre Obtenciones Vegetales (conocido como Ley Monsanto-von Baer)
2. Soledad Alvear Valenzuela
6. Eduardo Frei Ruiz-Tagle
8. José Antonio Gómez Urrutia
10. Ricardo Lagos Weber
11. Juan Pablo Letelier Morel
13. Alejandro Navarro Brain
14. Jorge Pizarro Soto
15. Jaime Quintana Leal
16. Ximena Rincón González
17. Fulvio Rossi Ciocca
18. Mariano Ruiz-Esquide Jara
20. Eugenio Tuma Zedán
21. Patrício Walker Prieto
También informamos que la Senadora Ena von Baer se ha comprometido a inhabilitarse en esta votación.
Saludamos la disposición de los 21 senadores y senadoras a escuchar a las organizaciones, a la campaña YNQT (Yo No Quidero Transgénicos) y a miles de ciudadanos y ciudadanas a lo largo de todo el país que han dado muestras diversas y fundamentadas de su profundo rechazo al proyecto de ley mencionado a través de diversos medios, redes sociales, acciones y movilizaciones. El rechazo transversal de parte de las y los senadores significa que se ha puesto el interés del país por sobre cualquier interés mezquino.
Hay evidencias científicas sobre la contaminación cruzada que genera la inclusión de cultivos transgénicos sobre las especies nativas — y muchos tememos por los efectos en la salud que conlleva el consumo de alimentos transgénicos.
Si la Ley sobre Obtentores Vegetales (UPOV 91) es aprobada por mayoría en sesión plenaria del Senado, se le otorgarían poderes casi monopólicos a las empresas transnacionales productoras de semillas híbridas y transgénicas. Esta Ley Monsanto no establece ningún tipo de protección para especies y variedades vegetales nativas que existen en forma natural y no protege el uso agrícola, medicinal o tradicional por parte de campesinos y comunidades. Por el contrario, da pie para perseguir judicialmente a los campesinos que ocupen prácticas tradicionales.