La marcha de los estudiantes de esta mañana tiene un especial significado. Es la última antes de la cuenta pública que hará Sebastián Piñera este próximo 21 de mayo, la que los jóvenes esperan no sin interés aun cuando con un alto nivel de escepticismo respecto a nuevos anuncios en materia educacional. Este mes será la última oportunidad que tendrá el gobierno para responder a las demandas de millones de estudiantes y sus familias.
La marcha de hoy está marcada también por ciertas singularidades. Por ejemplo, el recorrido, absolutamente inédito, el que comenzará en la Estación Central para terminar en el Parque de los Reyes. Andrés Fielbaum, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, aceptó este recorrido con la intención de “seguir hablando de educación” y no de la intransigencia de la autoridad metropolitana.
Esto, dijo, porque pese a ingresar el permiso hace tres semanas, la autoridad capitalina “nunca se mostró abierta a aceptar los trazados propuestos por los estudiantes”, según aseguró el vocero.
Fielbaum, manifestó que “es poco probable que el Gobierno cambie su manera de abordar las demandas del movimiento estudiantil”.
“El tema no es el ministro. Nosotros hemos tenido conversaciones con todos los ministros que han existido y la respuesta ha sido siempre la misma, básicamente mucha improvisación en función de salvaguardar el derecho a lucrar, el derecho a enriquecerse a costa de los sueños de los jóvenes chilenos. Por eso, es poco lo que se puede esperar, pero insisto, los únicos que realmente han defendido los intereses de la mayoría de los chilenos, ha sido el movimiento social por la educación. En ese sentido, el llamado es al Presidente que entienda que las políticas no se pueden seguir resolviendo entre cuatro paredes, en reuniones secretas entre políticos y empresarios”, afirmó al dirigente.