¿Creerá el candidato presidencial Allamand que una niñita de diez, once, doce o trece años es una adolescente? Ofrecer como política pública en su eventual gobierno, un bono de veinte lucas mensuales a adolescentes embarazadas entre diez y diecinueve años para que opten por ser madres y no asesinas, es lo más violentamente misógino que he escuchado en labios de un político chileno.
La cifra ni siquiera merece comentarios, pero poner en el mismo rango a una niñita de diez y a una adolescente de diecinueve es de una desproporción difícil de analizar de manera tranquila.
A ver…
La de diecinueve podría estar preñada del pololo: si no quiere tenerlo, no importa porque el estado no le permite abortar. Si esta preñada de un violador tampoco importa porque el estado tampoco se lo permitirá. Y si clandestinamente no logra abortar, ya sea porque no juntó la plata o porque las inyecciones no le resultaron o porque no logró dar a tiempo con el Postinor, puede quedarse tranquila porque con las veinte lucas sobrevivirán sin problema ella con su hijo no deseado (otro pobre y triste ser enrabiado).
Ahora, la niña de diez está preñada sí o sí producto de una violación y no tiene ninguna noción de qué es lo que le pasa. Le ofrecen plata para que “opte por la vida” (como si tuviera discernimiento) y arriesgue la suya con un embarazo y un parto. Porque un cuerpo pequeñito no está hecho para sostener el crecimiento de una güagüa y menos para soportar la fuerza de un parto sin que la muerte la ronde, solo porque unos fanáticos religiosos lo crean. Aunque en realidad su vida no tienen ninguna importancia para estos cerdos (busco sinónimos y no encuentro). Menos será tema para ellos el estado de terror y confusión en que ella vive siendo abusada a esa edad.
Así que las chilenas deben tener los hijos a como de lugar. Por mandato; pues el estado y dios son la misma cosa. Y como el censo amenazó con que crecemos poco, hay que aumentar los nacimientos patrios porque la producción, la mano de obra, el envejecimiento, el poco endeudamiento, etc., hacen tambalearse al mercado (antiguamente se le decía sociedad) y eso si que no se puede permitir, pues mantenerlo andando es otra ley divina a la que deben obedecer, por lo tanto no importa qué edad tenga la mujer reproductora pues finalmente ser madre es lo mas bonito e importante en la vida.
Una periodista de la tele comentó sin ninguna reflexión posterior, que se sabe que a esa edad hoy en día comienza la sexualidad. Deduzco que sacaron como conclusión que la sexualidad y el abuso sexual son la misma cosa. Es decir, este “inicio” y la violencia criminal de un pedófilo son una característica más de la sexualidad chilena. Esto explicaría el silencio cómplice, familiar y social, que rodea la gran cantidad de abusos sexuales a niñas en nuestro país.
Además de las veinte lucas mensuales, que le facilitará la sobrevivencia a ambas, Allamand, como broche de oro, le ofrece un poquito mas de plata si logra, siempre que se esfuerce como lo debe hacer una buena niña pobre, en tener a la güagüa sanita, continuar estudiando y sacarse buenas notas.
¿Estarán cagados de la risa mientras planean estas perversidades en sus casas de La Dehesa?
¿O las planean en misa?
Muchas son las preguntas que me hago intentando saber hasta qué punto estos hombres acostumbrados a vivir históricamente en la elite del poder político y económico y desconociendo completamente la realidad del restante 95% del país, funden sus vidas con la idea de ser una especie de santos privilegiados por dios y que éste actúa a través de ellos para dictaminar lo que debemos hacer todos y mas todavía, todas.
¿Cómo ha criado el señor Allamand a sus hijos?
¿Realmente cree que una niñita y además una abusada, puede cuidar a una güagüa, estudiar y ser buena alumna con un crío agarrado de una teta ?
¿Alguna vez la madre de sus hijos tuvo a una güagüa agarrada de una teta? (amamantar es cuestión de indias).O era una enfermera la que le embutía la mamadera de día y de noche?
¿O era una cocinera la que se encargaba de la comida y una empleada la que lavaba la ropa?
Son otras las mujeres, que por un sueldo mantienen vivas a las güagüas que dios les manda.Y seguramente la madre, entre parto y parto, agotada de criar tanto hijo, rápidamente parte al gimnasio o a la clínica a bajar la güata (porque si no está estupenda la reemplazan por una mejor) o al Alto Las Condes a comprarse ropa y con eso esconder la depresión subterránea que debe tener con tanta obediencia al mandato de la buena madre.
Por lo tanto si Allamand cree que el embarazo de niñitas violadas es tan natural como el embarazo de una mujer cualquiera y que ninguna tiene el derecho a decidir, lo menos que esto quiere decir es que él y sus amigotes no tienen ninguna, pero ninguna diferencia con los Talibanes, por lo tanto deberían estar encerrados en un manicomio o excluidos totalmente de la vida pública por peligrosos para la comunidad.
Además con la limosnita que quiere donar por niñita con güagüa, el negocio para los abusadores es redondo: las niñitas cobran el bono año tras año mientras ellos las esperan tranquilamente a la salida del Ministerio de Salud.
Verónica Quense
Abril del 2013