El grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) se adjudicó hoy la autoría de los ataques terroristas del domingo en Sri Lanka, en los que murieron al menos 321 personas. Según el último recuento de las autoridades, la serie de explosiones en iglesias y hoteles de lujo en diferentes ciudades del país asiático dejó además más de 500 heridos.
Mediante un comunicado difundido a través de la red de mensajería Telegram, cuya autenticidad no pudo ser verificada, el EI dijo que siete de sus hombres perpetraron los atentados donde se encontraban 'cristianos y seguidores de la coalición internacional, liderada por Estados Unidos, para la lucha contra el EI'.
De acuerdo con la declaración del movimiento radical, en los ataques utilizaron cinturones y chalecos explosivos, así como bombas.
Sin embargo, las autoridades de Sri Lanka responsabilizaron de la masacre al grupo religioso local, National Tawheed Jamaath (NTJ).
En una conferencia de prensa, el ministro de gabinete y portavoz del gobierno, Rajitha Senaratne, atribuyó al NTJ los violentos ataques que asolaron esta isla del sudeste asiático y dijo que investigan si recibieron algún tipo de apoyo desde el exterior.
'Nos cuesta entender cómo una pequeña organización en este país puede hacer todo eso. Hubo una red internacional sin la cual estos suceso no podrían haber tenido éxito' declaró Senaratne.
Según reportes de los medios locales, las autoridades no descartan ninguna posibilidad e incluso creen que el grupo local pudo recibir algún tipo de ayuda por parte del EI para ejecutar los atentados.
De acuerdo con los informes más recintos de la policía, entre los fallecidos hay al menos 31 extranjeros y 40 sospechosos fueron arrestados.
Por su parte, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) informó hoy que 45 niños figuran en la lista de aquellos que perdieron la vida.
Este martes, el gobierno del país también impuso medidas de emergencia en virtud de la prevención del terrorismo y declaró hoy un Día Nacional de Luto por los fatales hechos.