Diciembre 7, 2024

Vida eterna a las AFP

Quienes marcharon este domingo por las calles de distintas ciudades, exigiendo el fin de las APF, otra vez demostraron ingenuidad. De ser ecuánimes y si se valorara a la dictadura de Pinochet, ella se esforzó en dotar a Chile de instituciones vitales para el desarrollo del país. Es así cómo, las AFP constituyen el pilar de su herencia y legado político y no deben ser tocadas. Hacerlo es sacrilegio. Usted dirá que son empresas amantes del delirante lucro, ajenas a la solidaridad, que terminan entregando migajas a sus asociados, pero tal afirmación constituye una falacia. Veamos el tema bajo la luz de la objetividad. Si usted en su vida laborar no cotizó lo suficiente ¿por qué culpar de su irresponsabilidad a estas instituciones privadas? Por ejemplo, usted en vacaciones iba a la playa con su familia durante una semana, en vez de haberlo hecho por un fin de semana. ¿Pensó en la austeridad? Vemos que no. ¿Y qué me dice de la oportunidad cuando viajó a México en compañía de su familia, a visitar al hijo exiliado, al insensato revolucionario que pretendía implantar el socialismo en nuestra patria? ¿De dónde usted obtuvo los recursos? Alegará lo siguiente: “Se hizo una colecta entre las amistades, un bingo en el barrio y la rifa de un mantel bordado por la abuela. Se solicitaron préstamos a las casas comerciales y se vendió un cuadro al óleo de Juan Francisco González”. Su explicación me satisface a medias. Tenía que haber depositado ese dinerillo en la AFP, pensando en el mañana. No lo realizó en su oportunidad y puso en riesgo su futuro. Actuó, como es usual en nuestro país: vivir al día.

 

 

Usted va a argumentar, que las AFP son instituciones especulativas, igual a sanguijuelas. Que en 2017 ganaron la friolera de 347 mil millones de pesos. Que sus gerentes, directores y propietarios, se embolsicaron a la luz de la luna, esa cantidad, incluido un excedente del año anterior. ¿O piensa que le iban a dar a usted una migaja del premio? Ahora, ¿conoce los sueldos de quienes las administran? Es un misterio. De saberse, los cotizantes se ahuyentarían. Yo pienso que a usted lo corroe la envidia. ¿Qué institución le ofrece la posibilidad de depositar sus fondos en las siguientes modalidades: A-B-C-D-E? Hoy por hoy, nadie asume tanta generosidad y demuestra, cómo estas instituciones velan por su futuro, dándole la oportunidad de una elección sin apremios. Andrés Santa Cruz, presidente de las AFP, dijo: “Hay que enfrentar las reformas con seriedad, no con populismo ni fuegos artificiales”. Frase dotada de singular belleza poética, que ayuda a entender el altruismo de quienes dirigen estas instituciones.

 

Si usted desea hacer una adecuada inversión de su estrujado dinerillo en las AFP, le aconsejamos asesorarse por expertos —nada de realizarlo al tuntún— quienes le van a sugerir, ponerlo en cual fondo. Desde luego, se parece al juego de la pirinola, el pasatiempo de nuestros abuelitos. 

 

De las industrias como dice el jefe, pifiado y abucheado, donde la educación, la salud, la vivienda y la cultura forman parte, las AFP son aquellas instituciones donde hay más recursos. Entonces, se deben proteger de la enfermiza voracidad del pueblo. Si usted discrepa del funcionamiento de ellas y las tilda de voraces, nada sabe de economía. Se crearon para asegurarles su futuro y de su familia, no el de los propietarios de las AFP. Perdone mi crudeza en el uso del lenguaje coloquial, pero al conocer en profundad la labor de beneficencia de estas instituciones de prestigio mundial, modelo de solvencia y abiertas a la necesidad de sus asociados, uno concluye que en Chile, no se valora la honorabilidad de las empresas. 

 

A usted, apenas jubile, se le ofrece la oportunidad de seguir trabajando en algo de menor exigencia. Nada de tumbarse en el sofá, viendo TV o permanecer en cama hasta después de doce. Entiendo que le seduce pasear, reunirse con amigotes y jugar al dominó en la cantina del barrio. Debe desestimar los gustos pequeño burgués, porque usted, continúa siendo una persona útil en la sociedad. Le sugiero como alternativa, convertirse en emprendedor. Hacer empanadas y venderlas en el barrio. Si concurrió este domingo a la marcha, para exigir la abolición de las AFP, lo hizo en contra de sus intereses y principios, arriesgando que sus menguados fondillos de pensiones —si aún los tiene— caigan en inexpertas manos. Vaya uno a saber si serán destinados a viajes de placer alrededor del mundo. En comprar automóviles deportivos, regalos a la familia, a la comadre, y en adquirir un piso en Hong Kong. Como a usted no le enseñaron a ser sinvergüenza, no se deje embaucar por vendedores de baratijas.   

 

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