Diciembre 8, 2024

Vargas Llosa responde a la carta de López Obrador desde el lado de los conquistadores

El escritor peruano Mario Vargas Llosa sostuvo ayer, en la inauguración del octavo Congreso Internacional de la Lengua Española, en Córdoba, Argentina, que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se tendría que ‘‘haber mandado a él mismo’’ la carta que envió al rey de España y al Papa en la que solicita que se pida perdón por los abusos de los españoles en la conquista de México.

 

‘‘A propósito de controversias, me gustaría citar una carta que el flamante presidente de México ha enviado al rey de España y entiendo que también al Papa, sugiriéndoles que pidan perdón por las violencias que se cometieron en aquellos años rudos. Tengo la impresión de que el mandatario mexicano se equivocó de destinatarios, ya que esa carta debió mandársela a él mismo y responderse –o respondernos– a la pregunta de por qué México, que desde hace 200 años es independiente y soberano, tiene todavía tantos millones de indios marginados, pobres, ignorantes y explotados’’.

 

Vargas Llosa ha lamentado que López Obrador ‘‘no parezca informado de que las grandes matanzas de indios no fueron sólo durante los años coloniales’’, sino que en algunos países –el Premio Nobel de Literatura citó a Argentina, Chile y Perú– se perpetraron ‘‘durante la república matanzas de indios terribles y se han seguido cometiendo, por ejemplo en la Amazonia.

 

‘‘Ese problema tenemos que resolverlo y no está allá en el pasado, no es un problema de los españoles de hoy, aquellos que se quedaron en España, sino que afecta fundamentalmente a los españoles que vinieron y se quedaron aquí. Es decir, a los abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de López Obrador y los míos y de millones de latinoamericanos que nos sentimos orgullosos de tener ancestros españoles y ser profundamente latinoamericanos.’’

 

Para Vargas Llosa se trata de ‘‘una pregunta que se pueden hacer prácticamente todos’’ los presidentes latinoamericanos, porque ‘‘ninguno ha resuelto esa injusticia proverbial’’ que es la situación de los indios en América. ‘‘Y principalmente donde la población aborigen es tan grande como en Bolivia, Perú o Paraguay, así como las naciones amazónicas, tampoco han resuelto el problema de esas comunidades, algunas de las cuales siguen viviendo en la Edad de Piedra.

 

‘‘Ese problema no está en el pasado, sino aquí vivo hoy y nos golpea la conciencia a los latinos que no hemos sido capaces de resolverlo.’’

 

Y volvió a la petición de Andrés Manuel López Obrador. ‘‘Ojalá cuando termine su mandato los indios mexicanos tengan mejores condiciones de vida y hayan obtenido gracias a esta mejores condiciones, más oportunidades y mayor educación, de tal manera que se haya levantado esa voz que los ha tenido discriminados y explotados a lo largo de tantos siglos’’.

 

América, bañada en sangre antes de los europeos

 

Vargas Llosa ha puesto en valor el uso de la lengua común como herramienta para evitar enfrentamientos. ‘‘Ni los historiadores ni los lingüistas ni los sociólogos se han puesto de acuerdo sobre cuántas lenguas existían en América con la llegada de los españoles y portugueses, pero lo que se sabía es que los americanos no se entendían y por eso mismo se entremataban. América era una Torre de Babel cuando llegaron los europeos y estaba literalmente bañada en sangre.

 

‘‘Las controversias que ha generado la Conquista desaparecen cuando se trata de la lengua: nadie discute la importancia de lo que significó para América el unir en una sola voluntad de expresión la extraordinaria diversidad que caracterizaba a este continente’’. Cree que se puede decir hoy –aún ‘‘con muy mala conciencia’’– que gracias a la lengua española los latinoamericanos se ‘‘hermanan en una gran confraternidad’’.

 

Con la llegada a América de unos valores que ‘‘son lo mejor de la cultura occidental’’, de la cual es parte el español, también arribó ‘‘una conciencia moral que juzga los actos’’ de los latinoamericanos y es ‘‘capaz de condenar por no haber resuelto un problema que efectivamente comenzó hace cinco siglos.

 

‘‘Esa conciencia moral nos la trajo la lengua española y lo que hizo de nosotros: ciudadanos de una cultura con instituciones más avanzadas y progresistas, poniéndose a prueba constantemente con los hechos históricos y capaz de criticarse a sí misma y ser muy severa en aquello que esa cultura faltó, pecó o se extravió’’, explicó y reiteró que el español ‘‘establece denominadores comunes y una fraternidad indiscutible’’.

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