Diciembre 14, 2024

Golpe internacional contra Venezuela ¡Ahora a impedir la guerra civil!

Después de intentar todas las salidas en contra del proceso izquierdista venezolano que encabezó el Presidente Chávez y que continuó “el Presidente” Maduro, como lo llamó Piñera al comunicar el 23 de Enero su reconocimiento al “Presidente Encargado” Juan Guaidó, un conjunto de gobiernos de derecha en América desconoció al Presidente Maduro por haber sido elegido en “elecciones fraudulentas” y reconoció de inmediato y con elogios a un tal Presidente Guaidó, que no ha sido electo en ninguna elección presidencial.

 

 

Encabezó la lista de Presidentes anti-Maduro y pro Guaidó el Presidente de los EEUU Donald Trump, que abrió las puertas  una intervención militar en Sudamérica.

 

Le siguieron, con huecos discursos “democráticos” -Pinochet y Jaime Guzmán también recurrían a ellos- los de Argentina, Brasil, Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Paraguay, Guatemala y el gobierno de Canadá, hasta la tarde del día 23 de enero de 2019. La Unión Europea, al parecer fatigada por la crisis británica, se quedó a medio camino.

 

Como hace seis décadas con Cuba, sólo México siguió su política de no intervención, reconociendo al actual gobierno de izquierda.

 

El aislamiento objetivo a que ha llegado la Venezuela de Maduro – sin el apoyo de un bloque económico, político y militar como el que tuvo la Cuba de Fidel Castro hasta 1990- abre la interrogante acerca de la inminencia de una guerra civil en un país cercano.  

 

El poder dual interior que se ha constituido y el círculo internacional de derechas que asfixia al gobierno de Maduro hace prever un escenario parecido al que debió sufrir España desde el alzamiento de Franco hasta el fin de la República Española dirigida por anarquistas, socialistas y comunistas en la Madre Patria.

 

En Chile los políticos de centro han renunciado a sus postulados pacifistas y no intervencionistas y, junto al gobierno de derechas, están irresponsablemente atizando el enfrentamiento militar.

 

Una esperanza para evitar una cruenta guerra civil o/y una invasión militar de los EEUU puede surgir desde el Consejo de Seguridad de la ONU, donde Rusia y China, cercanos al gobierno de Maduro, pueden levantar un muro en favor de una salida negociada al conflicto.

 

Habría que empujar a los gobiernos dóciles de América, incluido el chileno, para que se resten a su ceguera actual y cooperen con soluciones pacíficas.

 

Si se cae en una guerra civil la tierra de Simón Bolívar verá su suelo ensangrentado como lo estuvo la España de García Lorca y Pablo Neruda.

 

Los actuales dueños del mundo pueden estar esperando destruir la actual Venezuela, cuyas reservas petroleras son las más grandes del mundo, con los mismos argumentos y armas con los que destruyeron Irak y Libia y están destruyendo Siria y amenazando Irán.

 

 

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