Diciembre 4, 2024

El Partido VOX y el terremoto andaluz

 

La corrupción, a la larga, se paga caro: el Partido Popular español, (PP),  no sólo perdió el gobierno, sino que también es víctima de importantes derrotas en las elecciones de Parlamentos de Comunas Autónomas, por ejemplo, en Cataluña prácticamente desapareció en favor del Partido Ciudadanos, liderado por Inés Arrimadas; en las últimas elecciones en Andalucía bajó de 33 diputados que tenía en 2015, a 26 en 2018 – esta vez, en favor de Ciudadanos, que sube de 9 a 21 diputados, y de VOX, que subió de 0 a 12 escaños -.

 

 

La gran víctima del terremoto andaluz recae en el Partido Socialista Obrero Español, (PSOE) que, de 47 baja a 33 diputados; no cabe duda de que el PSOE, liderado por Susana Díaz del sector felipista del Partido, (seguidores de los “barones” y enemiga acérrima del actual Presidente, Pedro Sánchez), está pagando la deuda en apoyo popular a raíz del caso ERES.

 

Para comprender la situación política española recurriremos al  método de la explicación de los clivajes, (me permito recomendar la lectura del libro de Lipset, Seymour, Rokkan, Stein, Estructuras de división, sistemas de partidos y alineamientos electorales, Ariel, Barcelona, 2003).

 

El clivaje político actual, no sólo en Europa sino también en América, se plantea entre el cosmopolitismo neoliberal y los nacionalismos anti-migración, anti-feminismo y perteneciente a la ultraderecha conservadora, (para unos, entre el filántropo millonario George Soros y Donald Trump, y entre Demócratas y Republicanos; en Europa el eje-Italia-Hungría-Polonia-Checos-  Eslovacos, y el nacionalismo vs el europeísmo,  incluso el autoritarismo vs la democracia liberal.

 

En el primer decenio del siglo XXI asistimos al derrumbe de los grandes partidos políticos internaciones, surgidos a comienzos del siglo XX, y que tuvieron su auge en la post-Segunda Guerra Mundial, entre ellos, la Socialdemocracia, las Democracias Cristianas, incluso, el liberalismo y Partido Comunista. (En nuestra época de exilio nuestras grandes fuentes de apoyo económico eran la Internacional Socialista, los países del socialismo real y las Democracias Cristianas).  Hoy, aquel panorama político está en demolición: la Democracia Cristiana, los Partidos Comunista y Socialista han muerto en manos de Cinco Estrellas y la Liga del Norte. Los Partidos Socialista y Comunista francés ya no podemos ver ni sus ruinas.

 

Hay que ser muy cuidadosos en el uso de los términos de los años 30 aplicándolos a la realidad del siglo XXI: el fascismo, el nazismo, el franquismo y el falangismo de Primo de Rivera pueden tener muchas similitudes con el Partido VOX, pero el contexto histórico es distinto y diverso; lo mismo se puede aplicar al PSOE, de Pedro Sánchez y Susana Díaz respecto al PSOE  de Indalecio Prieto y Francisco Largo Caballero. El Partido PODEMOS, de Pablo Iglesias joven, no tiene ninguna relación con el del homónimo fundador del PSOE. El nacionalismo catalán tiene muy poca afinidad con el de los años 30.

 

Las dictaduras de Francisco Franco y la de  su fiel discípulo, Augusto Pinochet, siguen marcando el escenario político de España y Chile: a ambas transiciones podemos calificarlas de frustradas, pues los partidos fundadores están en plena demolición.

 

No cabe duda de que en la izquierda española terminará siendo hegemónico el Partido PODEMOS, y otro tanto ocurrir en las derechas, con una lenta pero rotunda desaparición del Partido Popular y el predominio de la ultraderecha, encabezada por VOX, con sus líderes Santiago Abascal y Javier Ortega. Ciudadanos, de Alberto Rivera, por su parte, empieza a perder apoyo, salvo en Cataluña, a causa de verse como  un Partido veleta, de marketing y mediático, “de niños bien”.

 

La España de Franco fue casi el único lugar de Europa en donde no existió la Democracia Cristiana, salvo un sector pequeño de los vascos, de José Antonio de Aguirre y de los ex falangistas de Ruiz Jiménez; (los pocos democratacristianos se encontraban dentro del franquismo, seguidores de Ruiz Jiménez).

 

VOX plantea, en un programa de cien puntos, una serie de ideas muy polémicas, entre ellas, cerrar la frontera para los musulmanes, intervenir las mezquitas y a los Imanes que predican el radicalismo islámico, y privilegiar la inmigración latinoamericana – una especie de “reconquista”. (Personalmente, me permito recomendar la lectura de historiadores hispanistas chilenos, por ejemplo, la escuela encabezada por Jaime Eyzaguirre, cuyos seguidores  fueron mis profesores en la Universidad Católica de Santiago). Los líderes de VOX, Ortega Abascal, repiten el mismo discurso del Presidente de Chile, Sebastián Piñera, sobre la inmigración controlada, privilegiando a los venezolanos sobre  los negros haitianos.

 

Otro de los puntos más discutidos es su negación a la doctrina de Hegel proponiendo el fin de la ley que protege a las mujeres de la violencia machista; por el contrario, proponen la igualdad entre hombres, mujeres y niños en la defensa frente a los abusos. También se consigna que se declaran enemigos acérrimos del aborto, incluso en la causal de violación, como igualmente del matrimonio homosexual, proponiendo, igual que la Unión Demócrata Independiente (UDI) en Chile, el Acuerdo de vida en pareja.

 

Por otra parte, son enemigos de la existencia de las Comunidades Autónomas y reemplazarlas por Gobernaciones, tanto como en la época de la España franquista; además, son declarados enemigos del independentismo catalán, y se han hecho parte querellante en contra de los líderes de los partidos independentistas. El abogado del VOX es Javier Ortega, que no ahorra ningún esfuerzo para presentarse en el Canal 3 de la Televisión catalana, así sea denigrado por el público, que comenta en estos foros.

 

Volviendo al tema del clivaje, no cabe duda de que tanto en la derecha como en la izquierda se tiende a radicalizar las alternativas, y nos equivocamos quienes creíamos que tanto España como Chile iban a seguir una transición moderada y hegemonizada por la socialdemocracia. En ambos casos, Vox y PODEMOS, en España, y en Chile, José Antonio Kast – líder ultraderechista – y la UDI, tienden a superar a Evópolis, una derecha neoliberal y moderada, y en el caso de la izquierda, el Frente Amplio a la antigua Concertación de Partidos por la Democracia.

 

Los latinoamericanos no somos otra cosa que españoles trasladados a otros climas y continentes – lo sostenía el historiador Luis Thayer Ojeda – por consiguiente, no es raro que ambas transiciones sigan el mismo camino.

 

Rafael Luis Gumucio Rivas (El Viejo)     ¡8/12/2018

                Bibliografía

Ver  Morir en Madrid

José  Ortega y Gasset

La España invertebrada  

Revista de Occidente

Hans  Enzensberger

El corto verano de la anarquía

Anagrama Barcelona 2002

José María jober,Guadalupe Gómez y Juan Pablo  Fusi

España.Sociedad,Polìtica Civilización

2001

José María Gil  Robles

No fue posible la Paz

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